Falta de Integración entre los países de América Latina

Falta de Integración entre los países de América Latina

La integración estratégica, como un proceso continuo de aproximación y aprendizaje, muchas veces es vulnerable debido a trabas internas de los protagonistas. Por tanto es frecuente escuchar que la integración de América Latina no avanza lo suficiente debido a la existencia de fuertes obstáculos, que en un principio se solían centrar en el imperante imperialismo norteamericano, pues esta última política tenía como meta la estrategia de ‘divide y vencerás’. No obstante a la realidad de esta política, es necesario considerar la relevancia de otras causas principales que frenan el desarrollo latinoamericano, concretizándolas  en los casos internos de cada país. Entonces, es posible cuestionarnos, ¿cuáles han sido las  causas que de una manera u otra han frenado el proceso de unificación económica latinoamericano? ¿Han bastado los esfuerzos de los distintos gobiernos?

En múltiples ocasiones, ha quedado demostrado que la existencia de un líder facilita el acoplamiento y cooperación de una determinada comunidad, que lejos de sus diferencias económicas, se ha mostrado abierta a coexistir de una forma digna y respetuosa con sus semejantes. Este líder, prácticamente había brillado por su ausencia en el proceso de unificación en cuestión. Por lo que ¿deberíamos argüir que dicha falta de liderazgo viene dada por la inexistencia de una necesidad real para la integración? Ya que queda afirmar que dichas cabecillas habían estado más preocupadas por sus propios problemas que por lo que sucede en su alrededor. Aunque también, la importancia de capitales para financiar operaciones de este tipo, se ha solido asumir como causante de este desinterés de los líderes.

Otros de los causantes, que podemos calificar de excesivo, lo ha constituido el nacionalismo. Este, más allá de su práctica en el siglo pasado por parte de las diferentes dictaduras latinoamericanas, aún permanece en la cultura de los gobiernos regionales. Y a su vez, este nacionalismo, ha quedado reflejado en las medidas que conllevaron a que ninguno de los países latinos mostrara las condiciones de ceder cuotas mínimas de soberanía que permitieran construir las instituciones de carácter económico para optar por un buen desarrollo de la región.

Pese a muchas de esas medidas, últimamente parece que se ha estado trabajando en resaltar la integración y concebirla como una oportunidad para resguardar el comercio e incentivar el crecimiento sostenible de la región. En tal sentido, podemos citar a la naciente Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC, por haberse dado la tarea de romper con la inercia que inmovilizaba a la integración regional. Pues, hasta hace pocos momentos, parecía inconcebible que este continente, forjado en una historia compartida y por los pensamientos de sus libertadores, careciera de un organismo independiente y ajeno de las injerencias de otros órdenes que se proponían imponer sus lineamientos.

...