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Fronteras Mexicanas En El Neoliberalismo


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2014  •  1.772 Palabras (8 Páginas)  •  209 Visitas

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FRONTERAS MEXICANAS EN EL NEOLIBERALISMO

Enoé Cárdenas Morales.- UNISON 2009

Los gobiernos federales mexicanos del último tercio del siglo XX les interesaron más, de facto, la frontera norte de nuestro país que la sur, debido a la fuerza adquirida por los Estados Unidos de Norteamérica a partir del siglo XIX y sobre todo en el XX. Esto se acentuó en años recientes. Los regímenes de Miguel de la Madrid (1982-1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000) y sobre todo Vicente Fox (2000-2006) y el de Felipe Calderón (2006-2012), han manifestado un interés centrado en una política económica neoliberal. Ejes de esa política se expresan en la apertura de fronteras comerciales, mediante tratados como el de Libre Comercio para América del Norte, como parte del proceso de globalización inducido por los grandes capitales y las políticas de los países en ellos.

El complejo fenómeno de migración en el que participan trabajadores mexicanos que emigran hacia “el otro lado del río Bravo”, cuyas remesas son para México, el segundo, cuando no el primer lugar de entrada de divisas, desde antes de la creación del Plan Mérida ya significaba también la existencia de “secciones peligrosas en la frontera”, por lo que el territorio mexicano, “terreno rural, montañoso y desértico” sería objeto de “inspección no invasiva” para propiciar seguridad a los flujos y comercio legítimo y fortalecer la seguridad pública. En la frontera sur, guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses y salvadoreños usan al territorio mexicano para llegar al estadounidense o algunos de ellos que se quedan, sobre todo, en suelo chiapaneco a compartir penurias y construir nuevas poblaciones, propiciando la concepción y una práctica borrosa de la frontera sur mexicana.

Puerta de oportunidades

En estas condiciones, los estados fronterizos del Norte de México, hoy en día, consideran el contar con una frontera hacia Estados Unidos de Norteamérica, y por ende su ubicación geográfica, como una oportunidad, una posibilidad de abrirse al exterior; un exterior constituido estrictamente por los Estados Unidos de Norteamérica, donde el Norte es también progreso y desarrollo, como veremos enseguida. Pero en cada caso, el planteamiento presenta diferencias que están en relación con las características locales.

Baja California en su página oficial de Internet, representa su territorio, haciendo énfasis en su ubicación en la región noreste de la República y en la parte septentrional de la Península del mismo nombre. Aunque la distancia entre los monumentos que marcan la línea fronteriza es de 233.4 kilómetros, el gobierno bajacaliforniano encabezado por Eugenio Elourdy Walther en 2007, precisaba que su frontera tiene en total 251.9 kilómetros, debido a que la colindancia con el estado de Arizona, por el cauce del río Colorado, le otorga 18.5 kilómetros más.

BAJA CALIFORNIA

Son tres las ciudades bajacalifornianas situadas en esa línea: Tijuana, Rosarito y Mexicali. Las tres, expresa el gobierno estatal, por su ubicación geográfica, son las que más alternativas otorgan para “la inversión en la industria y el comercio (más) fuentes de empleo y mejores niveles de vida”. O bien, partiendo de la idea de que la ciencia y la tecnología, son plataformas de crecimiento más accesibles en la frontera, en octubre de 2010 el gobierno bajacaliforniano organizó un evento denominado “Tijuana innovadora 2010”, cuyo subtítulo da a la frontera el calificativo de “inteligente”, inteligencia demostrada en la exposición de conferencistas nacionales e internacionales que darían a conocer “lo que aporta esta ciudad al mundo” y las “historias de éxito de las empresas instaladas en Tijuana”. Esa política multiplicaba la presencia de maquiladoras, que en Tijuana habían llegado a ser “reconocidas” por su aporte a la economía local y nacional, al ponerle el nombre de “ensambladoras” a una de sus calles

Para los gobiernos fronterizos del norte mexicano, el tránsito de población no es más que una posibilidad de ingresos de divisas mediante el turismo, como empezó a ser, desde que a principios del siglo XX se terminó con la “zona libre”. Por eso en el año 2000, el gobierno bajacaliforniano resaltaba la información del Banco de México que precisaba que el 87 por ciento del total de visitantes internacionales a México había ingresado por la frontera norte del país. Los turistas que visitaron Baja California (el 26.6 por ciento, es decir, un total de 28.15 millones de personas), añadía, generaron más de 747 millones de dólares en ese mismo año.

Esa misma frontera se ha traducido en demanda de agua en Tijuana y Playas de Rosarito144, pues su “única fuente segura” son las aguas superficiales del Río Colorado, mismas que a más de 50,000 hectáreas del Valle de Mexicali, llegan con alto contenido salino.

Ensenada y Tijuana, también presentan una problemática ambiental generada por la creciente expansión de la industria maquiladora y la ya mencionada constante afluencia vehicular en el cruce fronterizo.

Tijuana se autocalifica como la “Mejor frontera de México”, la frontera con delincuencia tendía a crecer por “los altos índices de inmigración”, sobre todo de inmigrantes muy jóvenes que se insertaban en situación de calle

Al otro lado del país, en Baja California la idea de frontera también ha tomado en cuenta “Los problemas de seguridad pública”, creados por “otros”, entre quienes considera el gobierno local, se manifiesta un bajo nivel social, la drogadicción, el alcoholismo, la desintegración familiar, la pérdida de valores y las malas relaciones personales

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