Fundación herdez.

Fundación Herdez

Cuantas historias se pueden contar a partir de un platillo, cómo se preparó, quién lo comía y acompañado de quién, en dónde se cocinó, cómo se degustaba, en qué plato se servía, quiénes y cómo conseguían los ingredientes, en fin… hay una gran historia que descubrir detrás de los platillos de la cocina mexicana.

[pic 1]La fundación Herdez  creó una galería donde se puede encontrar respuesta a muchas de las preguntas y presenta a través de diferentes medios cómo ha evolucionado la gastronomía nacional.  Es por esto que consideró la necesidad de recuperar y recopilar todo el acervo bibliográfico de la cultura alimentaria y hacer una biblioteca, que en 1997 abrió sus puertas para todo público.  

La biblioteca cuenta con 4182 volúmenes, cada año va aumentado gracias a las donaciones de los usuarios.  Además todo el conocimiento que hay en los libros, es plasmado en diferentes tipos de materiales audiovisuales y escritos.  

[pic 2]El recinto de la Fundación Herdez cuenta con un museo. Está dividido en tres partes. Inicia con la cocina de los pueblos mesoamericanos, donde se descubre cómo la tradición y las leyendas estaban en íntima relación con la preparación de los alimentos, cocinar era rito y sabor al mismo tiempo.

Al entrar a la época del Virreinato vemos que es la etapa en la que los usos culinarios europeos se hacen presentes  en los indígenas. Hasta que en la cocina llega  la industrialización, en el que el gas y la electricidad revolucionan radicalmente los procesos de conservación, abasto, preparación y presentación de los alimentos.

Historia de la cocina mexicana

El 16 de novimbre de 2010, en la sala abarrotada en donde sesionaba el comité intergubernmental en el centro de Congresos de Nairrobi, sucedió un hecho inédito: por primera vez una cocina tradicional quedaba inscrita en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Tan insólito fue el anuncio como la reacción con la que fue recibido en medio de la usual monotonía en la que se desarollan semejantes actos protocolarios.

La inscripción de la cocina mexicana en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en buena medida renovó inercias y despertó conciencias para segur hurgado a través del pensamiento el significado de patrimonio cultural, en la complejidad de sus representaciones y símbolos y es su función como motor de la energía civilizatoria.  A este punto hay que concluir que en México es preciso evitar que se pierdan las características originarias de una cocina que nos da identidad y que sigue formando parte esencial de la vida ritual ceremonial y del imaginario colectivo que nos permite la existencia misma.

Orígenes de nuestra cocina mexicana

Fruto de los siglos de creatividad es la que puede describirse como riqueza gastronómica de los antiguos mexicanos. Obtenían ellos primeramente  su sustento de la recolección, la caza y la pesca. Más tarde hace aproximadamente cinco milenios a.C., dieron principios a la agricultura del maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Luego en Teotihuacán, coincidieron con los principios de la era cristiana, en una sociedad jerarquizada, es muy probable que su cocina se tornara cada vez más refinada.

Las antguas culturas mexicanas legaron dos alimentos valiosísimos a las generaciones futuras: maíz y chiles. Aunque muchos alimentos son nativos del nuevo mundo, estos dos han permanecido como alimentos básicos en la dieta del mexicano dentro de su contexto social.

Por cocina mexicana debe de entenderse “la manera especial de gusiar en México”. Aunque comparten rasgos, en realidad, en nuestro país existen múltiples cocina. La cocina de un lugar no puede desligarse de su historia ni de su cultura alimentaria, que es el proceder colectivo que tiene ligado no solo con el acto de guisar, sino con la alimentación en general: la forma de comer acostumbrada por el grupo y los atributos rituales, simbólicos, sensoriales y sociales que ha asignado a los alimentos y preparaciones. Por su historia y su cultura alimentaria, la cocina mexicana tiene rasgos excepcionales.

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