GUERRERA ETNOGRAFIA MONTOYA

INTRODUCCION. Mi nombre es Mónica Rosales Navarro, soy estudiante de primer semestre de la Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, en la Universidad Veracruzana Campus Mocambo ubicada en Veracruz, Boca del Río. Al inicio del semestre, junto con mi horario me fue asignada una materia llamada Cultura e identidad en América Latina I, impartida por el Maestro. Miguel Ángel Montoya Cortés, que desde la primera semana nos comunicó que para final de semestre deberíamos entregar un trabajo etnográfico que constaba de entrevistara una persona totalmente desconocida con el propósito de adentrarse a sus raíces, a los porqué de su situación actual y recorrer toda su vida a lo largo de distintas sesiones con el informante. Cuando logré comprender de lo que se trataba el trabajo; surgieron varios prospectos en mi mente, como lo fueron un compañero de un grupo teatral para que expandiera aún más mi conocimiento acerca de las artes dramáticas, sin embargo después de charlar con él casi 3 semanas acerca de su vida y sus experiencias en este  tema, me informó que ya no podía seguir con las entrevistas, ya que sus tiempos libres los dedicaba a su empleo y algunas cosas de interés personal, a lo que tuve que buscar un nuevo informante  que me llevo 2 semanas encontrarlo o tal vez tomar la decisión de dirigirme hacia ese informante, que en este caso es una señora de 51 años y tiene por nombre María Angélica Domínguez Cortés,  se dedica a vender zapatos en la iglesia que recurrentemente visito; cada Domingo para ser exactos, algo que me llamó bastante la atención y que fue una pieza clave para que yo decidiera hacer el trabajo sobre ella aparte de que mi mamá e presionara para poder elaborar bien mi trabajo, fue que cada 8 días que iba a la iglesia veía que un muchacho con una capacidad diferente de aproximadamente 23 años la  acompañaba y que al parecer tenía algún parentesco ya que cada cliente que se acercaba a preguntar sobre algún precio, saludaba amablemente al joven, de igual manera la acompañaba una adolescente que creo es más o menos de la misma edad que yo que también está al tanto el negocio de la señora Angélica incluso, atiende a algunos clientes ofreciéndoles los precios y mostrándoles los modelos de los zapatos. El Domingo 30 de Agosto aproximadamente eran las 10:08 am cuando me acerque a su negocio a preguntarle el precio de un par de zapatos que sinceramente me habían gustado, eran de piso, tipo tenis y el material pude apreciar era de piel,esto con el único fin de familiarizarme un poco con la señora,ella se localiza como ya lo había comentado en una iglesia en el fraccionamiento Las Vegas localidad  Boca del Río Veracruz, esta iglesia tiene una especie de parque con jardineras muy amplias, el negocio de la señora Angélica se encuentra en una jardinera lateral derecha que se hace notar por una carpa blanca que pone al inicio de su jornada laboral para protegerse ella y su mercancía del sol que cabe mencionar es molesto de alguna u otra manera ya que comienza a montar su mercancía desde las 8 am y termina hasta las 2 pm, horario en que el sol está en su pleno esplendor, cuando llegue a su negocio me atendió amablemente, y me explicó la mecánica que lleva a cabo con sus nuevos clientes para adquirir un par de zapatos por pagos a un mes o de contado “Manejo sistema de apartado a un mes, si gustas puedes dejarme algo de dinero y dejo de exhibirlo, y hasta que termines de pagármelo te entrego el zapato, o bien me das la mitad del costo, te lo llevas y vienes a abonarme semanal o quincenalmente aquí, también si me das tu dirección puedo pasar a tu casa a cobrarte”, mientras ella me explicaba eso me dedique a prestarle atención ya observar su local y pude notar que tenía poca mercancía, tenía unos 9 o 12  par de zapatos en sus respectivas cajas que coloca arriba de unas bolsas blancas para proteger el cartón de las mismas, note que un movimiento que hacia frecuentemente era señalar los zapatos con el dedo índice o incluso los tomaba en su mano y me los mostraba más cerca, de igual manera note que tenía una caja con ropa interior, algo dejoyería como relojes, prendedores y collares con pulsera de distintos materiales, los zapatos que ofreceme comento que eran de distintas marcas una que provenía de Nuevo León y otra fabricadora que es de aquí del puerto de Veracruz, posteriormente a escuchar la información le dije que volvería la semana próxima para apartar el par de zapatos que me interesaba a lo que me contestó, “Claro que sí, estamos aquí Sábados y Domingos de 8am a 2pm”. Por un inconveniente ese fin de semana no pude asistir a la iglesia, y tuve que posponerlo hasta el Domingo 13 de Septiembre que llegue a las 8:50 a la iglesia para poder disculparme con la señora Angélica y saber si había podido apartarme mi zapato esa semana, cuando llegue apenas estaba armando la carpa, lo que a mi parecer se le dificultaba un poco ya que tenía que ver los números marcados que traían los tubos para saber cuál era el que concordaba con los demás y justo cuando me acerque a darle los buenos días me saludo cordialmente con un “Buenos días amiga, siempre ya no viniste la semana pasada, ahí tengo tu zapato todavía, lo vas a querer?”(Abrió varias cajas hasta encontrar el par de zapatos que buscaba), y le respondí que sí, que incluso quería hablar sobre una propuesta que tenía en mente pero que tenía que entrar a misa y cuando terminara le explicaría con detenimiento, a lo que asintió y me retiré. A las 10:12 me dirigí nuevamente a su negocio que a esta hora ya estaba toda su mercancía acomodada de una manera estratégica en la que las personas podían observar los modelos de zapatos, que traía, en esta ocasión noté que los modelos habían cambiado en su mayoría, esperé algo de tiempo creo que unos 10 minutos con la esperanza de que al escuchar mi solicitud para poder elaborar este proyecto etnográfico de su vida pudiera decirme que sí, mientras yo esperaba sentada en la jardinera a lado de su negocio observé que cada vez que llegaba un cliente que se daba a notar ya conocía tomaba su libreta roja en la que tenía registro de sus pagos realizados, le tomaba algunos minutos encontrar el nombre de su cliente en momento, recibía el dinero que le abonaban y lo guardaba en su cartera que de igual manera guardaba en una bolsa azul de plástico con figuras de Walt Disney, les mostraba los nuevos modelos que traía y algunas de sus clientas decidían medirse un zapato para sentirlo y saber cómo se les veía, finalmente cuando terminó de atender a sus clientes pude acercarme y me disculpe por no haber asistido la semana anterior a lo que entendió la señora y comencé diciéndole que me parecía que era una persona que luchaba por salir adelante y eso me sorprendía bastante, también que el muchacho que siempre la acompaña tiene una capacidad diferente y me preguntaba que si me permitía el honor de hacer un trabajo sobre su historia de vida, a lo que sólo sonrío y dijo“Tendría que pensarlo, me agarraste en curva y nunca me habían pedido que ayudara en un trabajo y menos que sea sobre mi vida”, intenté explicarle sobre lo que trataba mi trabajo y que era de suma importancia para mi, ya que con ese trabajo acreditaba una materia de mi carrera que estaba comenzando, en lo que pude notar sus facciones se alivianaron un poco y dijo“Entiendo, y está bien trataré de ayudarte, también tengo una hija de más o menos tu misma edad y pues igual que tú este es su primer semestre en su carrea, y esos maestros que encargan ese tipo de trabajos son los complicados, no te preocupes, sólo dime qué es lo que necesitas o que te tengo que decir para que hagas bien tu trabajo”, después de obtener un sí como respuesta le dije que iría Sábados y Domingos a hacerle una serie de preguntas que se relacionaban con una entrevista en la que me contaría su historia de vida, la señora asintió y me despedí de ella agradeciéndole de nueva cuenta el apoyo y su cooperación, me despedí de su hijo llamado Jorge que amablemente me respondió con un “Hasta luego”. La semana próxima asistí nuevamente a la iglesia y cuando llegue lo hice por el lado derecho

...