Gary Ridgway – El Asesino de Río Verde
Enviado por alexvazqqez • 23 de Junio de 2015 • Biografía • 4.794 Palabras (20 Páginas) • 353 Visitas
Gary Ridgway – El Asesino de Río Verde
Gary Ridgway nació un 18 de febrero de 1949 en la ciudad de Salt Lake, Utah. Sus padres fueron María Rita Steinman y Thomas Newton Ridgway, mientras que Gregory León y Edward Thomas fueron sus hermanos.
Como muchos asesinos seriales, Gary se orinaba de niño. Esta costumbre la tuvo hasta los trece años y su madre, que solía menospreciarlo y avergonzarlo en público, lo bañaba inmediatamente cada vez que Gary se orinaba. Otra característica típica de los asesinos seriales la vemos en la crueldad hacia los animales, tendencia ésta que de niño llevó a Gary a sofocar a un gato por el puro placer de verlo sufrir…
Sin embargo, en relación a sus tendencias asesinas, el punto que más relevancia tuvo dentro de sus primeros años fue el insano vínculo que Gary tenía con su madre, hacia la cual guardaba sentimientos de ira pero también de atracción sexual.
Fue su madre quien en parte lo acostumbró a la violencia, ya que era una mujer dominante y temperamental que le gritaba a su esposo y que hasta llegó a romperle un plato en la cabeza delante de Gary; y fue, igualmente ella, quien desató problemas sexuales en Gary al tener un comportamiento incoherente que por un lado la hacía ser una mujer religiosa mientras que, por otro, la impulsaba a vestirse de forma muy provocativa, semejante a la de las prostitutas por las que después Gary, al igual que con su madre, experimentaría atracción sexual y a la vez ira y desprecio.
Por otra parte la vida académica de Gary no fue muy buena, pues su rendimiento siempre fue pobre y tuvo que repetir un año dos veces. Fundamentalmente aquella situación se debía a su dislexia y a su coeficiente intelectual de 82 (lo normal es 100).
En cuanto a su forma de ser en aquel entonces, algunos de sus ex-compañeros de colegio lo describieron como alguien agradable pero fácil de olvidar. Sorprende así que, a sus 16 años, Gary haya cometido algo tan atroz como llevarse a un niño de seis años al bosque para apuñalarlo en las costillas y luego, según contó años más tarde la víctima, alejarse riendo tras decir: “Siempre me he preguntado cómo sería matar a alguien”
Las mujeres en la vida de Gary
Fue a su entrada en la Marina cuando Gary empezó a volverse adicto a las prostitutas y contrajo gonorrea, por la cual culpó a las prostitutas, incrementando así el odio previo que les tenía en tanto que le recordaban a su madre.
Después de graduarse de la escuela secundaria, Gary entró a la Marina y se casó con quien fue su novia de colegio: Claudia Barrows. Fue en ese entonces, durante su periodo de servicio en las Fuerzas Armadas, cuando Gary empezó a pasar mucho tiempo con prostitutas y adquirió gonorrea y verrugas genitales por no usar preservativo en las relaciones. Como suele darse en las mentes criminales, Gary no se vio a sí mismo como el responsable y creyó que las prostitutas tenían la culpa, incrementando así el desprecio que ya tenía por ellas debido al odio que su padre les tenía y al hecho de que su madre se vestía como una de ellas…También fue en ese mismo periodo cuando Gary fue enviado a Vietnam y, ante su ausencia, su joven esposa de 19 años no soportó la soledad y empezó a salir con otros hombres, causando con esto que el matrimonio terminara en menos de dos años.
Durante su segundo matrimonio Ridgway, pese a la gonorrea que había contraído antes, siguió frecuentando a las prostitutas. Es en este punto donde sale a relucir el papel clave de las conductas aprendidas pues, incoherentemente al igual que su madre, Ridgway acompañaba una conducta lasciva (frecuentación de prostitutas) con un gran fervor religioso, puesto que en ésta etapa de su vida él se volvió un fanático miembro de la Iglesia Pentecostal: lloraba después de los sermones en la iglesia, insistía constantemente a su esposa Marcía el seguimiento puntual de los preceptos que el pastor pregonaba, leía la Biblia en voz alta en casa y en el trabajo y hasta tocaba las puertas de extraños para convertirlos a la fe…
Cuenta Marcia que la madre de Ridgway era la típica suegra intervencionista, sobreprotectora e idealizadora de su hijo: intentaba controlar los gastos y tomar decisiones de qué comprar y qué no, elegía la ropa para Gary y la acusaba de no cuidar bien al pequeño Mathew, hijo de ella y Gary.
Gary tuvo tres matrimonios pero solo estuvo largo tiempo (hasta su arresto) con Judith (arriba), única esposa que aceptó a la entrometida madre de Gary. Ella, al igual que sus otras esposas, contó que Gary pedía sexo hasta 6 veces por día…
Sexualmente, según reveló Marcia (y las otras esposas que tuvo Gary), Ridgway se mostraba como un ser insaciable que le pedía sexo varias veces (hasta unas seis) al día y que en ciertas ocasiones deseaba tener sexo en lugares públicos (cine, parques, etc…).
Al igual que pasó con Claudia, los celos de Ridgway terminaron poniendo de su parte en el divorcio. Así, tras una cirugía que a fines de los años 70 Marta se hizo por problemas de sobrepeso, ella empezó a ponerse delgada y a transformarse en una mujer atractiva que captaba las miradas de los hombres y, con esto, hacía sentir celos a su inseguro marido, quien cada vez se mostraba más conflictivo hasta el punto de que casi la ahorca en una pelea…
Tras su divorcio, Ridgway comenzó a salir con varias mujeres que conoció gracias a Parents Without Partners. En medio de esas citas fue que encontró a Judith Mawson en 1985. Judith lo vio como un hombre con estabilidad laboral (Gary llevaba 15 años pintando camiones), como alguien amable, responsable y estructurado. Ella encontraría en él la pareja perfecta, él la amaría y ambos estarían juntos hasta que el lado oscuro de Ridgway se hiciese público y sus crímenes lo pusiesen en la prisión…
En efecto, antes de casarse Ridgway se tomó la molestia de remodelar la casa, incluyendo una nueva alfombra. Judith, más tradicionalista que Marcia, no se molestó sino que quedó encantada con la madre de Gary. No la veía como una suegra metiche o como un estorbo sino como una suegra preocupada que quería ayudar y, en algunos casos, aconsejar. Por todo esto las cosas marcharon bien por años, ya que Gary fue muy hábil a la hora de no levantar sospecha alguna en Judith sobre su sangriento hobby.
El perfil del asesino
En líneas generales, el método de Gary consistía en contratar a una prostituta, subirla al carro, mostrarle la foto de su hijo para que la prostituta crea que estaba ante una persona buena e incapaz de matar, tener sexo con la prostituta y luego matarla con estrangulamiento. Generalmente mataba a las víctimas en su casa, pero a veces también en el carro o incluso en un lugar apartado como el
...