Gestion De Emergencias

Al producirse incidentes, desastres de gran magnitud o situaciones donde se vea afectada la salud de las personas, se requiere dar una respuesta eficaz a estos acontecimientos no deseados, con el objetivo de salvaguardar la vida de las personas, limitar todo efecto adverso y garantizar la continuidad de los servicios sociales básicos. Se requiere básicamente establecer un Mando y Control de la situación, contar con información operacional, y establecer coordinación y cooperación de manera interna o con otras partes implicadas.

Nuestro país constituye un lugar en el Planeta, de alto riesgo y susceptible en todo momento a desastres naturales. También Chile sabe de desastres causados por la propia mano del hombre como grandes incendios, daños ambientales, grandes accidentes laborales, etc. Esta experiencia nos reclama estar preparados en cuanto a la prevención, a la respuesta y la recuperación.

A pesar de que nuestra historia va de la mano de emergencias de todo tipo, en Chile se ha cometido el error de estar preparado sólo para responder con acciones vinculadas a dar respuesta al hecho ya consumado, operando muchas veces bajo la improvisación, sin planes definidos con antelación, sin un Mando claro, afectando la eficiencia y eficacia de la gestión de emergencia. De esta manera alcanzar la rápida recuperación, se pone cuesta arriba.

Chile requiere de una gestión de respuesta inteligente, que fruto de nuestra larga experiencia en desastres, prepare de manera sistemática una operación de prevención, respuesta y recuperación integrada, coordinada con mandos y tareas claramente definidos, que constituyan una recuperación rápida al menor costo posible.

La emergencia tiene un Ciclo de Vida. Identificarlo es el paso antes que permitirá clarificar las múltiples variables vinculadas a la emergencia y poder planificar y establecer la logística necesaria, el sistema de comunicación que mantendrá fluyendo, sin ruido, las informaciones requeridas. Lo esencial es estar preparados sistemáticamente para hechos que sabemos ocurrirán, aunque sin saber cuándo.

Cuando institucionalmente en nuestro país se comprendan la fase de mitigación de la emergencia que permita evitar su ocurrencia a futuro, se prepare el manejo de estos hechos con antelación, se pueda responder de manera segura y que nos permita poder recuperarnos de la emergencia, podremos contar con un Sistema de gestión de emergencias acorde con los tiempos, que cree cultura de anticipación, en vez de la reacción improvisada.

Con esto se podrán evitar los costos incurridos en emergencias como en el Terremoto de febrero de 2010, donde sólo se respondió guiado por la improvisación política, de orden y seguridad, de salud y medio ambiente, etc, que en definitiva cobró un alto costo social y una recuperación cuesta arriba.

Dentro de un sistema institucional de emergencia se debe establecer un sistema de mando

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