Gestion Publica en pandemia
Enviado por Julio Rospigliosi • 1 de Diciembre de 2021 • Apuntes • 3.717 Palabras (15 Páginas) • 92 Visitas
INTRODUCCIÓN
CRONOLOGÍA
- El 31 de diciembre de 2019 la Comisión Municipal de Salud de Wuhan (provincia de Hubei, China) notifica un conglomerado de casos de neumonía en la ciudad. Posteriormente se determina que están causados por un nuevo coronavirus.
- EL 22 de enero de 2020 la misión de la OMS a China emite una declaración en la que se afirma que se ha demostrado la transmisión entre seres humanos en Wuhan, si bien se necesitan más investigaciones para comprender plenamente la magnitud de esta transmisión.
- 11 de marzo de 2020 profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad, y por los niveles también alarmantes de inacción, la OMS determina en su evaluación que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia.
- En esa línea de ideas, el Poder Ejecutivo emite el 11 de marzo de 2020 Decreto de Urgencia N° 025-2020, mediante el cual se dictan medidas urgentes y excepcionales destinadas a reforzar el Sistema de Vigilancia y Respuesta Sanitaria frente al COVID-19 en el territorio nacional, a efectos de establecer mecanismos inmediatos para la protección de la salud de la población y minimizar el impacto sanitario de situaciones de afectación a ésta.
- Asimismo, el 11 de marzo de 2020 el Ministerio de Salud emite el Decreto Supremo N° 008-2020-SA, mediante el cual se declara en Emergencia Sanitaria a nivel nacional por el plazo de noventa (90) días calendario y se dictan medidas de prevención y control del COVID-19; disponiéndose que las instituciones adopten las medidas que correspondan para evitar la propagación del COVID-19.
- El 14 de agosto de 2021 mediante el Decreto Supremo N° 025-2021-SA el Gobierno oficializó la prórroga de la declaración de emergencia sanitaria por el plazo de 180 días a partir del 3 de setiembre de 2021 hasta el 1 de marzo del 2022, debido a las circunstancias que enfrenta el país y ante una potencial tercera ola de la pandemia del COVID-19. La ampliación fue establecida.
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PROBLEMÁTICA
Uno de los grandes retos para el gobierno es alinearse a los estándares de las potencias mundiales en innovación y tecnología aplicadas al sector público para generar soluciones en los servicios a los ciudadanos.
Esta brecha se ha hecho más notoria en el último año, ya que la pandemia por el COVID-19 puso a prueba al Gobierno. Los sistemas públicos de salud se han visto desbordados por un incremento exponencial de pacientes y el Gobierno tiene considerables dificultades para detectar y controlar los contagios. Al mismo tiempo, la prestación de servicios públicos esenciales, como la educación o el transporte público, se ha visto seriamente comprometida.
La pandemia ha resaltado la capacidad y entrega de muchos servidores públicos –en especial en la sanidad y otros sectores esenciales– pero también ha desnudado fallos en los servicios y carencias que no eran tan evidentes cuando la visibilidad de lo público era menor. Los déficits de digitalización, la rigidez y lentitud burocrática de muchos procedimientos, la falta de coordinación entre administraciones, la inexistencia de responsabilidades claras, son defectos que se han evidenciado en nuestro país durante estos meses y han hecho aflorar elementos de insatisfacción que no desaparecerán por sí solos.
Por otro lado, casi de la noche a la mañana, la pandemia del coronavirus (Covid-19) ha transformado el trabajo y los lugares de trabajo del sector público. Los funcionarios públicos están encontrando formas novedosas de diseñar y canalizar un gasto de estímulo económico sin precedentes y gestionar los picos graves del desempleo.
Para lograr esto, se pide a la fuerza laboral del sector público que trabaje de nuevas formas y nuevos contextos. Los ministerios, gobiernos regionales y gobiernos locales están aprendiendo a utilizar nuevas tecnologías y herramientas "sobre la marcha", a menudo junto con los procedimientos y procesos antiguos. Los servidores públicos individuales están adaptando el tiempo laboral y personal para cumplir con los compromisos familiares y de cuidado. El sector público se ha vuelto 'accidentalmente ágil', con nuevos procedimientos y protocolos que rigen el trabajo remoto, procesos de contratación acelerados y programas de movilidad de vía rápida desarrollados con una velocidad sin precedentes.
Antes de la pandemia, el trabajo flexible era un beneficio que pocos tenían el lujo de experimentar. Sin embargo, en menos de un año las diferentes medidas de seguridad no dejaron otra opción más que trabajar desde casa, cambiando esta forma de pensar. Regresar a la oficina de 9 a 5, cinco días a la semana, de repente se siente como un paso en la dirección equivocada.
La forma en que trabajamos ha cambiado radicalmente y ahora nos encontramos con la oportunidad única de repensar el trabajo y explorar mejores formas de crear valor. No se trata de que todos trabajen desde casa o en la oficina, sino de definir un nuevo mundo híbrido.
El trabajo remoto debe consolidarse, garantizando proximidad, agilidad y creatividad
El trabajo a distancia ha sido un rasgo común impuesto por la Covid-19 en todo el mundo. Un estudio de la Comisión Europea estima que un 40 por ciento de los trabajadores actuales en la UE empezó a trabajar de manera remota en pleno tiempo como consecuencia de la pandemia. En el sector público el trabajo remoto se generalizó desde el primer momento en toda Europa.
Hay coincidencia en que este impulso al trabajo remoto no es coyuntural. Las características de las tareas van a permitir que trabajar en remoto sea habitual para muchos empleados públicos, aunque, como revela una investigación de la Aalto University, hay también en el sector público factores sociales y organizativos que lo dificultan. Institucionalizar el trabajo remoto en la Administración obliga a adaptar las regulaciones laborales y a invertir en recursos y formación. Un cambio significativo en la gestión de las relaciones humanas en el trabajo es también inherente a este proceso.
El trabajo a distancia podría tender a reforzar aquellos entornos y modos de hacer burocráticos que más dificultan la innovación.
La pandemia obligó a implantar el trabajo remoto haciendo de la necesidad virtud, sin tiempo ni ocasión para esas adaptaciones, lo que ha redundado en el deterioro de algunos servicios públicos, poco preparados para el cambio como la educación y servicios administrativos. En el Perú se dictaron dispositivos que permitan a los servidores del sector público otra por el trabajo remoto; sin embargo, una gran dificultad para logra mejores resultados fue la poca capacidad tecnológica y de respuesta de las instituciones públicas para desarrollar soluciones que demanda la coyuntura actual. Según datos de SERVIR al año 2020, el trabajo remoto evolucionó de la siguiente manera:[pic 2]
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