Globalizacion Vida Y Solidaridad Por Chris Goyes
Enviado por zero0mega • 4 de Septiembre de 2012 • 2.260 Palabras (10 Páginas) • 1.037 Visitas
Salud: La Globalización en la vida y la solidaridad
Globalización de vida y salud
La globalización puede tener aspectos positivos o negativos de los cuales pueden afectar a nuestra vida y a la sociedad en si. Este es un proceso de fortalecimiento de la interdependencia transnacional, caracterizado por el intercambio de bienes, servicios y capitales entre las naciones. La globalización puede desempeñar un papel fundamental en la reducción de la pobreza. Numerosos países han logrado mejoras en sus sistemas educativo y de previsión social a consecuencia de la globalización. Lamentablemente, unos 2.000 millones de personas viven en países que no se benefician de la globalización, principalmente en partes del África al sur del Sáhara, el Asia occidental y la ex Unión Soviética. Aunque esos países han sufrido un descenso en los índices de crecimiento económico, una pérdida de puestos de trabajo, una reducción de los ingresos y un deterioro de los servicios de educación y de salud.
En nuestros días, miles de nuestros conciudadanos están afectados de una grave enfermedad, el SIDA, originada en el centro de África y que se ha extendido por todo el mundo. En un mundo cada vez mas expuesto a riesgos globales se debilitan más y más los servicios de salud internacional y se recorta el presupuesto de las agencias transnacionales (como la OMS) que venían ejerciendo las funciones de Salud Pública en el ámbito mundial. Las ONGs se ven obligadas a ejercer funciones de salud internacional de manera fraccionada y descoordinado para rellenar este vacío.
Porcentajes de los niveles de inversión de salud mundial
Esta vuelta atrás histórica de olvido de la solidaridad y de ingenua confianza en la caridad y la filantropía, está produciendo en el ámbito mundial respuestas inconexas e ineficientes que, de lejos pueden hacer frente de manera adecuada a los retos de la salud mundial producidos por los procesos de globalización.
Uno de los fenómenos derivados de la globalización y propiciados por la posibilidad de realización de transacciones monetarias en tiempo real y a gran velocidad, es la progresiva monitorización de la economía.
A escala mundial el crecimiento de la masa monetaria, sin control democrático, esta produciendo una disminución progresiva del porcentaje de PIB que en cada país es gestionado en el sector publico, junto con una erosión notable de la economía informal y daños ya irreversibles en los subsidios no financieros del sistema, es decir, en los recursos naturales y en su equilibrio ecológico".
A nivel micro, los cambios antes descritos, imponen una mayor dependencia de dinero en los ambientes domésticos y de los individuos para cubrir sus necesidades básicas. Cada vez es más difícil obtener bienes y servicios de transacciones informales basadas en los lazos de apoyo mutuo que sustentan las comunidades.
Estos fenómenos nuevos, en nuestra historia económica -de erosión comunitaria-, está teniendo un enorme impacto en nuestro sistema de salud, en la medida en que se debilita y se hace más vulnerable el sistema informal de cuidados, Durán (1999) estimó que del conjunto de horas que en nuestro país se dedican a la atención de personas enfermas, las familias (sobre todo las mujeres) desempeñan un 88%, mientras que al personal sanitario corresponde el 12% restante.
Progresivamente, cada vez más aspectos de nuestra cultura de salud y de la gestión de los procesos de salud / enfermedad pasan desde ámbitos estrictamente domésticos o comunitarios al sector monetizado, medicalizado y profesional. Esto es consecuencia de una estrategia de las corporaciones médicas para aumentar su volumen de mercado.
Para los más vulnerables de nuestra sociedad, los procesos de destrucción y erosión comunitaria suponen añadir a su ya existente pobreza en recursos financieros, la pobreza producida por la erosión progresiva de sus recursos comunitarios y domésticos. En todos los países del mundo, este nuevo fenómeno de los doblemente pobres (pobres en dinero y pobres en comunidad) está produciendo circunstancias extremas de crisis en los entornos domésticos.
La globalización ha entrado de lleno en el debate académico en Salud Pública recientemente. Básicamente y de manera especular a lo que ocurre en las distintas apreciaciones, en cuanto a valorar políticamente el fenómeno, hay en Salud Pública autores pro-globalización que enfatizan los beneficios potenciales del uso de las nuevas tecnologías de la información, y autores anti-globalización que enfatizan los daños que de hecho, la globalización ya esta produciendo en la salud de millones de personas en el planeta.
La cuestión nuclear estriba entonces en discernir si, como se suele presentar la globalización, necesaria e inherentemente, debe comportarse con una cara buena de promesas de empoderamiento a través de Internet y telemedicina complementada con una cara negativa de inmigración, hambruna y riesgos para la salud sin fronteras. La globalización en muchas ocasiones no se presenta como la obra humana que es, sino como una especie de fuerza de la naturaleza.
El debate no es específico de la Salud Pública, sino que se ha reproducido en muchas otras esferas, como la economía o la ciencia política. Para autores como Gidden S76 o Amartya Sen 77 no hay tanto una tendencia natural de la globalización a tener dos caras, sino que la existencia de una faceta positiva traduce los beneficios producidos por la tecnología y la negativa, la inexistencia de estructuras políticas adecuadas para gestionar democráticamente el desarrollo tecnológico.
Existe un consenso creciente en que nuestras actuales estructu¬ras políticas, basadas en el peso del estado nación, tanto en la política local como en la global están atravesando un proceso de deconstrucción.
Para Habermas la cuestión clave estará en el desarrollo de nuevas instituciones que solucionen el déficit de ciudadanía que impone una economía globalizada frente a una democracia nacional.
Las burocracias de los estados nacionales y sus políticos cada vez son más conscientes de los límites a su capacidad de influencia política en cuestiones que afectan, y mucho, a la vida de sus ciudadanos. Podrían citarse ejemplos como el encarcelamiento de dictadores, la nutrición, la inmigración, la violencia bélica o los daños medioambientales. Mientras que se incremento el libre flujo de capitales, mercancías y servicios se detiene el libre flujo de personas y se diluyen los puntos de entrada al rendimiento de cuentas en política.
El paradigma de las relaciones internacionales parece estar llegando a su fin y se abren interrogantes acerca de cómo afrontar la gobernabilidad global. Existe un vacío de poder tanto para cubrir la distancia
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