Globalizacion

TRABAJO FINAL DE INVESTIGACION

TRABAJO FINAL DE INVESTIGACION: “LA GLOBALIZACIÓN”

La globalización es un proceso irreversible, en el cual se han generado varios debates. Hay quienes señalan que se trata de un fenómeno antiguo, mientras que otros afirman que más bien es contemporáneo. Algunos más le atribuyen la responsabilidad de todos los males, mientras que otros consideran que es el remedio. Hay quienes mantienen que es la causa de la pobreza y la marginación, y quienes son parte de la solución de esos problemas.

La lista de esos cuestionamientos es enorme y, por supuesto, no se pretende resolverlos, ni siquiera dirigirse a todos ellos. El objetivo es reconocerlos como parte de la intensa e inconclusa discusión de lo que debe entenderse como globalización, sus características, sus posibles consecuencias y las estrategias que pueden diseñarse y adoptarse.

Para empezar a desentrañarlo, vale la pena recordar que la globalización, al menos en su expresión contemporánea, surge, antes que nada, como consecuencia de la revolución en la tecnología de la informática y las comunicaciones. Que tiene una expresión inmediata en la facilidad y rapidez con las que las personas se comunican entre sí y se transportan de un lugar a otro. Pero que tiene, también, manifestaciones muy claras en la liberalización de los flujos de bienes, servicios

y capitales, con lo cual no sólo se han acortado las distancias, así como la idea del tiempo como obstáculo ha dejado de tener la importancia del pasado, sino que la tecnología incorporada en los bienes que se comercian libremente se ha diseminado con mayor celebridad y los recursos financieros pueden acudir velozmente a las economías de terceros países, ampliando nacionalmente la oferta disponible de ellos.

Los contactos culturales, por su parte, se han multiplicado y el conocimiento de las distintas expresiones artísticas e, inclusive, la adopción de algunas de ellas de manera casi universal, lejos de ser la excepción, constituye un signo de los tiempos actuales.

Lo anterior ha hecho al mundo, en realidad, más pequeño y ha convertido a la globalización en la explicación y la fuerza motriz de todo ello. De ahí que sea común responsabilizarla de prácticamente todo lo bueno, pero también de todo lo malo.

Independientemente de que no se busca exorcizarla o presentarla como un fenómeno neutral, sí se pretende hacer una llamado a la necesidad de ser objetivos en el momento de enjuiciarla, definirla o plantear sus características, impactos y posibilidades.

La globalización, se insiste, no es una ideología, ni siquiera un modelo frente al cual se pueda adoptar una posición. Es una realidad contundente que obliga a un análisis igualmente decisivo. Así, por ejemplo, es posible decir que la globalización, sin

la puesta en marcha de reformas estructurales necesarias, apertura al exterior y sólidas políticas públicas que habiliten a los miembros de una sociedad determinada para beneficiarse de ella mediante su mejor capacitación vía la educación, la salud, la nutrición, la infraestructura física y la atención adecuada, redituará necesariamente en ventajas para quienes sí están capacitados para aprovecharla, y en marginación para quienes no lo están y absorben todos los costos sociales del ajuste estructural y la apertura externa.

De este modo, la conclusión que se buscará evidenciar es que la globalización impone tareas y responsabilidades tanto a gobiernos como a organismos multilaterales y a una pléyade de actores sociales como los empresarios, los medios, las instituciones de reflexión y análisis, los legisladores y las organizaciones no gubernamentales (ONG).

R ¿Qué es la globalización? En busca de una definición. Desde hace algunos años, el tema globalización ha acaparado la atención de los estudiosos de los fenómenos internacionales. Sin embargo, aún no se cuenta con una definición que resulte aceptable para todos, y mucho menos existe un acuerdo sobre su signo.

Algunos los consideran una fatalidad; otros, en cambio, la ven como un abanico de oportunidades. Para algunos, la globalización tiene una connotación meramente económica; mientras que otros señalan que tiene implicaciones en lo más variados ámbitos

de la actividad humana. Unos la perciben como una panacea y otros argumentan que se trata de un mal que es preciso combatir. Hay aquellos para quienes la globalización supone, inevitablemente, el ocaso del Estado nacional y el advenimiento de una sociedad mundial sin fronteras; para otros, este fenómeno exige la preservación del Estado e incluso su fortalecimiento.

Sin embargo, pese a esas y otras diferencias, existe coincidencia en que la globalización es un proceso extremadamente complejo sin el cual no puede entenderse el vasto universo de las relaciones internacionales contemporáneas. A partir de este consenso, diversos autores buscan definir la globalización, intentando con ello acercar la comprensión del fenómeno a la cotidianeidad de las personas y a la acción de las estadísticas. Se puede estar o no de acuerdo con algunas de sus conclusiones, pero a lo que no debe soslayarse es lo valioso del esfuerzo de estos estudiosos.

Así, por ejemplo, John Gray identifica la globalización con “la expansión mundial de la producción industrial y de las nuevas tecnologías, promovida por la irrestricta movilidad del capital y del libre comercio” (16). Richard Haass y Robert Litan, por su parte, la entienden como “la intensa interacción económica –que incluye el crecimiento explosivo de los mercados mundiales de capital- entre un numero creciente de entidades fuera del control gubernamental” (16). Finalmente, para

Anthony Giddens la globalización es, simplemente, una “acción a distancia”. Según él, su intensificación en años recientes se relaciona “con la aparición de los medios de comunicación mundial instantánea y el transporte de masas” (17).

Tal es la gama de énfasis e interpretaciones, por lo que parece evidente que antes de iniciar una discusión acerca de la globalización resulta preciso identificar los aspectos en los que sus diversas conceptualizaciones divergen y aquellos en los que registran coincidencias que permitirían esbozar una definición, señalar algunos de los impactos del fenómeno e intentar sugerir posibles estrategias para lidiar con ellos.

Aunque el término “globalización” ha adquirido la condición de cliché

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