Globalización y democracia. Análisis:

Globalización y democracia

Análisis:

Un de las características principales de la sociedad moderna es la inconformidad y el desacuerdo entre las experiencias que vivimos y las expectativas que tenemos, en las sociedades antiguas había una igualdad latente entre dichas experiencias y expectativas; El que nacía pobre, moría pobre; quien nacía analfabeto, moría analfabeto.

Quizás uno de los puntos a favor de la sociedad moderna es la capacidad de poder cambiar estas discrepancias: quien nace pobre, puede morir rico; quien nace iletrado puede morir como un padre de un médico o un abogado. Esta capacidad de cambio la podemos llamar con diferentes términos: progreso, desarrollo, modernización, revolución y reformismo.

Pese a tantos cambios, una gran parte de la población mundial nisiquiera tiene expectativas, hay muchas personas que si comen hoy, no saben si mañana lo harán, que si tienen trabajo hoy, no saben si mañana lo tendrán, quién envió a su hijo a la escuela este año, no sabe si el siguiente lo hará. Vivimos con demasiada incertidumbre, la mayor parte de la población mundial ha perdido la esperanza,  es tanta la desilusión de la sociedad moderna que cuando hay reformas bien sea a la salud, seguridad social o educación, no se esperan cambios para mejorar la situación, si no para empeorarla más de lo que se encuentra.

Nuestra población actual es vista por las personas que manejan el poder como mano de obra barata, como máquinas de trabajo, como objetos desechables. Hay mucha desigualdad y los obreros se ven obligados a trabajar bajo condiciones mínimas y recibiendo salarios muy bajos, pero ante el colapso social y ante la incertidumbre que genera el saber que hoy tienes empleo pero mañana puede que no, el obrero se convierte en una víctima más de los poderosos, quienes prácticamente son los dueños de sus vidas.

Una de las salidas a este problema es radicalizar y pensar más en los derechos humanos y la democracia, hacer que la democracia sea una fuente en la que se pueda confiar y ver en ella una alternativa a los problemas actuales.

Está claro que la democracia es parte del problema, pero también puede ser parte a la solución, tan sólo tenemos que fortalecerla y hacer que funcione con transparencia, debe conocer a los pueblos, a los hombres, a las mujeres, debemos educarnos, conocer nuestra historia y no cometer errores del pasado, no pasar por las mismas circunstancias por las que ya hemos pasado. Debemos tener una democracia participativa, con voz y voto del pueblo, pero también participación en los referendos, las consultas populares, los concejos de las políticas públicas, las conferencias de concejo, las mesas de diálogo y debates que fortalezcan la democracia.

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