Glocalización vs Innovación inversa

GLOCALIZACIÓN VS INNOVACIÓN INVERSA: ¿HACIA DONDE VAMOS?

Aunque el término “glocalización” proviene de los japoneses en los años 80, cuando a sus estrategias de marketing las llamaban “Dochakuka” que se refería a “localización global”, se reconoce a Roland Robertson (1995) como el principal difusor del concepto “glocal”, entendiendo que la globalización solo habla de términos globales cuando en realidad en la práctica esta intrínsecamente relacionada a los términos locales. Y ya que el mundo está en constante evolución y las prácticas comerciales y las estrategias empresariales están adaptándose a las necesidades del mercado para poder sobresalir, Vijay Govindarajan y Trimble (2012) reconocen 5 niveles de pensamiento en los que se clasifican a los empresarios y directivos de todo tipo de industria según sus estrategias de crecimiento y posicionamiento.

Estos niveles de pensamiento se dividen según el enfoque de la empresa y la importancia de la localización a la hora de decidir el camino para la venta de bienes y servicios de todas las empresas que buscan sobresalir en el mercado global. Los 3 primeros niveles representan lo que se conoce como “la lógica dominante de la globalización” y se enfrascan básicamente en asumir que todos los mercados y todos los países tienen las mismas tendencias de desarrollo, cumplen los mismos ciclos económicos, tienen los mismos índices de crecimiento, y suponen que los países en vía de desarrollo tendrán la misma evolución y llegarán al mismo nivel socioeconómico que los países ricos. Todo eso deriva en que sus estrategias son adaptaciones menores de sus productos a las condiciones de poder adquisitivo de cada nación, disminuyendo la calidad de los bienes para hacerlos más “accesibles”. La verdad es que no tienen presentes elementos de todo tipo que demuestran que las situaciones no son similares en el tiempo ni se pueden hacer comparaciones precisas entre países desarrollados y países en vía de desarrollo, entre otras por el estado actual de la ciencia y tecnología, las necesidades del medio ambiente y la disponibilidad de recursos.

Pero, para sobrevivir, sobresalir y ser exitosos en los mercados actuales, se necesita llegar a un nivel más alto de pensamiento, es necesario arriesgarse y aceptar que porque una formula funcione bien no quiere decir que es la única o la mejor. Es aquí donde entra en juego el concepto de “innovación inversa” que también fue popularizado por Govindarajan y Trimble (2012), replanteando la forma de juego para los empresarios con visión global. Si bien hay que aceptar que, en materia económica, el costo de entrada en los mercados puede ser un poco mayor, el pensamiento basado en la innovación inversa tiene mejores resultados en el corto, mediano y largo plazo. Este tipo de pensamiento busca contextualizar las necesidades de los mercados emergentes y darles soluciones a problemas actuales con soluciones similares a la de los mercados desarrollados, pero aprovechando las nuevas tecnologías globales. Es aquí donde las soluciones a problemas cotidianos y necesidades básicas tienden a generar nuevos avances que permiten crear o explorar en nuevos mercados.

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