HAMBRUNA EN EL MUNDO: DELITO IMPUNE

HAMBRUNA EN EL MUNDO: DELITO IMPUNE

La hambruna se produce en un país o lugar determinado geográficamente cuando no hay suficientes alimentos, asistencia, etc. para proveer a la población, afectada por los elevados índices de mortalidad debido al hambre y la desnutrición. Aunque parezca un  tema, que debería estar en el pasado sigue siendo la realidad en muchos lugares del mundo.[pic 1]

Por esto analizaremos algunos factores fundamentales que promueven y desarrollan el hambre en distintos países.

Unos 795 millones de personas sufren de desnutrición crónica en el mundo, mientras 1900 millones  por las personas que padecen obesidad, la cifra es notablemente superior ¿qué pasa? Guerras, catástrofes naturales y corrupción tienen mucho que ver. Pero hay un factor determinante que ha intervenido a lo largo de la historia, en muchos países; el comercio injusto, los países ricos o desarrollados invaden con sus productos a los países subdesarrollados.^[1]

Los sistemas económicos,  hacen que hoy día los alimentos, se hayan convertido en una mercancía y su función de alimentarnos, haya quedado en segundo plano. El acceso a la tierra es un bien escaso, ya que la compra masiva del suelo fértil por parte de inversionistas extranjeros, produce la expulsión de miles de campesinos de sus tierras, disminuyendo la capacidad de estos países, para autoabastecerse (TLC). La globalización alimentaria sirve a los intereses privados, ya que la cadena y distribución de alimentos están a disposición de un lucro particular, mas no de uno colectivo, con el apoyo de instituciones financiaras, de ahí que la corrupción es otro de los factores desencadenantes de la hambruna, al desviar los recursos desfavoreciendo a los más necesitados. Por ejemplo en Somalia se presenta una inseguridad alimentaria desde hace ya más de 20 años, sin embargo este era uno de los países autosuficientes a finales de los setenta, pero su soberanía le fue arrebata produciendo que más de 300.000 somalíes falleciesen a causa de las políticas establecidas por el fondo monetario internacional y el banco mundial, con el motivo  de la gran deuda acredita al pueblo. Entonces el control de los recursos, se atribuye a la obtención del poder.

Las guerras y la inseguridad, es otro factor que desencadena la hambruna, la fragilidad y el desequilibrio que estas producen a nivel cultural, social, económico, y político permiten que la gente se enfrenten a un realidad desconsoladora. Ya que las guerras desplazan a las personas a sus tierras ancestrales, bloqueando el acceso de comida a otras partes, y generando grandes secuelas como la muerte de personas que cultivan la tierra. Afganistán, el volumen de minas antipersonas enterradas en los varios conflictos militares que se han llevado a cabo desde 1979 ha hecho que más de la mitad de la tierra agrícola no pueda ser cultivada, ocasionándose así, impedimentos para la obtención de alimentos básicos.

Las catástrofes naturales como las sequias, inundaciones etc. En ocasiones son señaladas como las responsables de esta problemática por la pérdida de cosechas y ganado, pero en otros países como EEUU y Australia que sufren de severas sequias en sus territorios, y no padecen de hambrunas extremas, de modo que es un factor que contribuye y que puede agravar la situación extrema de vulnerabilidad alimentaria, mas no una explicación de la hambruna.

En conclusión, las producción de alimentos de ha multiplicado, mientras la población solo se ha duplicado desde entonces. La problemática de la hambruna no es la producción, de alimentos sino una cuestión de justicia social y políticas de distribución. Por esto es importante no hacer una exclusión a aquellas personas que se dedican a cultivar y cuidar la tierra, sino más bien apostar por políticas agrícolas y alimentarias, donde se prioricen las necesidades, dificultades y en general los problemas que los aquejan, con el propósito de escoger sobre lo que comemos. En consecuencia es importante erradicar la hambruna puesto que, esta desnutrición dificulta el desarrollo físico e intelectual de las personas, debilita el sistema inmunológico, haciéndolas más vulnerable ante enfermedades e infecciones, y afecta especialmente a mujeres y niños, es responsabilidad del estado y una sociedad comprometida, prevenir, y combatir esta problemática para facilitar el bienestar y la igualdad común.

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