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Filósofos mundo


Enviado por   •  26 de Julio de 2011  •  Documentos de Investigación  •  1.314 Palabras (6 Páginas)  •  884 Visitas

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ce en un cuento de ficciones que se llama "Las ruinas circulares". ¿Es una preocupación general de todos los filósofos, la del sueño que se anuda? Son, sin duda preocupaciones tan ajenas a los problemas cotidianos...

Hegel plantea la idea de que las ideas son históricas, son ciertas en una época pero falsas en otra. Esta visión parece la de un sofista. Aplicada al mundo parece ridícula, pero aplicada a la moral parece una excusa para justificar los errores.

Existen dos visiones del mundo, la unitaria (Spinoza, Hegel) y la atómica (Leibniz, Kierkegaard).

Hay varias referencias en el libro al budismo. las parábolas que menciona de Buda ya aparecían en el libro de Borges, ¿Qué es el budismo?. En la página 464 aparece la parábola del hombre herido por una flecha, este no se para a pensar en la edad, aspecto etc. del agresor, sino que debe quitarse la flecha. Este planteamiento lo suscribe Kierkegaard.

Kierkegaard dice que hay una evolución en el hombre desde la actitud estética, luego a la ética y finalmente llega a la religiosa. Yo siempre he pensado que la evolución era a la inversa.

Marx y Kierkegaard escucharon las clases de Schelling. Kierkegaard hizo una tesis sobre Sócrates, y Marx sobre Demócrito y Epícuro.

Por "esencia" entendemos aquello de lo que algo consta, es decir la naturaleza de una cosa. pero, según Sartre, el hombre no tiene una naturaleza innata. Por tanto el hombre tiene que crearse a sí mismo. Tiene que crear su propia naturaleza o "esencia" porque esto no es algo que venga dado de antemano.

A Través de toda la historia de la filosofía, los filósofos han intentado da una respuesta a qué es el hombre, o qué es la naturaleza humana. Pero Sartre pensaba que el hombre no tiene una tal "naturaleza" eterna en que refugiarse. Por eso tampoco sirve preguntar por el "sentido" de la vida en general. Estamos, en otras palabras, condenados a improvisar. Somos como actores que entran en el escenario sin tener ningún papel estudiado de antemano, ningún cuaderno con el argumento, ningún apuntador que nos pueda susurrar al oído lo que debemos hacer. Tenemos que elegir por nuestra cuenta como queremos vivir

No existen valores o normas eternas por las que nos podamos regir. Precisamente por eso resultan tan importantes las elecciones que hacemos. Porque somos completamente responsables de todos nuestros actores. Sartre destaca precisamente que el hombre jamás debe eludir la responsabilidad de sus propios actos. POr eso tampoco podemos librarnos de nuestra responsabilidad amparándonos en que "tenemos que ir al trabajo", o que "tenemos que" dejarnos dirigir por ciertas normas burguesas sobre como debemos vivir. la persona que, de esta forma, va entrando en la masa anónima, se convierte en un hombre impersonal de esa masa. Él o ella se ha refugiado en la mentira de la vida. Porque la libertad humana nos exige poner algo de nosotros mismos, existir "auténticamente”

Seguimos con Sartre:

Si estás enamorada y estás esperando que tu amante te llame por teléfono, entonces "oyes" tal vez toda la noche que no llama. Captas precisamente el hecho de que no llama. Si vas a esperarlo al tren, y sale un montón de gente al andén sin que tú veas a tu amado, entonces no ves a todos esos otros. No hacen más que estorbar, no significan nada para ti. Incluso puede ser que te resulten directamente repugnantes, pues ocupan mucho espacio. Lo único que captas es que él no está allí.

Dedica el capítulo también a Simone de Beauvoir y a su libro, El segundo sexo.

Se refería a la mujer. En nuestra cultura se la ha convertido en "el segundo sexo". Sólo el hombre aparece como sujeto, y la mujer se convierte en un objeto del hombre. De esta manera, se le quita la responsabilidad de su propia vida.

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