Historia de la Prohibición de Drogas, y Cultura del Prohibicionismo
Enviado por barbarajaimes • 16 de Septiembre de 2021 • Documentos de Investigación • 1.136 Palabras (5 Páginas) • 96 Visitas
Historia de la Prohibición de Drogas, y Cultura del Prohibicionismo.
Sabemos que todas las drogas son, de algún modo, peligrosas. Durante la historia, las hemos estudiado lo suficiente para saberlo. Sin embargo, su consumo en todo el mundo parecer crecer cada día más, junto con las ideas para sacarlas del mapa. Pero, en primer lugar, ¿Por qué seguimos consumiéndolas? Pues, meramente, porque forman parte de la vida. Los lémures se frotan contra un milpiés, que cuando este se molesta, libera sustancias toxicas que dejan a los animales en un estado de relajación, el jaguar consume Banisteriopsis caapi, una planta con la cual los chamanes producen ayahuasca, las cabras en medio oriente consumen hojas de khat, famosa planta la cual “Los dos principales estimulantes que se encuentran en la planta de khat tienen un efecto algo menos fuerte que las anfetaminas. Puede causar insomnio y confusión temporaria” (BBC News Mundo, 2014). Entre otros casos. Con esto quiero decir, no solo los seres humanos buscamos estimulantes. Así mismo, solo nos dedicamos a perfeccionar todo eso, hemos sido bastante ingeniosos para crear más sustancias e incluso, innovarlas. Las mismas plantas que fumamos pueden liberar sus sustancias con fines de repeler a animales herbívoros o atraer polinizadores, y nosotros, evidentemente, le encontramos otro uso.
Si bien nuestra relación con las sustancias psicoactivas es mucho más antigua que los seres humanos, ¿En qué momento pasó de ser algo cultural a algo prohibido? Pasamos de comer hongos, bailar desnudos alrededor del fuego a prohibirlo todo.
La prohibición y el narcotráfico de drogas es algo que fue protagonista en el siglo de 1800. Específicamente cuando Gran Bretaña y sus colonias en India a finales del siglo XVIII, producía opio, el cual era consumido por China. Pero, a China promulgar una ley prohibía el consumo de opio, las puertas se le vieron cerradas a Gran Bretaña. Por lo que, sin importar dicha ley, armaron una red ilegal de narcotráfico, así, los británicos consiguieron mucha riqueza a través del narcotráfico ilegal de opio, convirtiéndose en el primer cartel de la historia.
Ahora, el prohibicionismo no se originó precisamente por un tema de salud, sino, un tema religioso, de ideales y/o principios. Se pensaba que, Estados Unidos, era el país ejemplar, pues, representaba los avances tecnológicos y las ideas brillantes. Por lo que, la marihuana, como era utilizada por grupos marginales de la sociedad, como esclavos o curanderos, era vista con desprecio por los sectores mejor posicionados o ligados al poder. Así pues, Estados Unidos fue responsable de potenciar esa relación de las drogas con los grupos marginados. En 1875 se prohibió, por primera vez, en San Francisco el uso de opio en jóvenes de clase media, solo porque se relacionaba su consumo a la cultura China inmigrante del país, entonces se decía que ponía en peligro la moral juvenil.
Posteriormente, en 1898, Estados Unidos empezó a poseer las islas Filipinas en lugar de España. Para esa época en la isla se consumía una cantidad considerable de opio, ya que los españoles tenían licencia para vender en el momento que poseían la isla. Sin embargo, al pasar a las manos de Estados Unidos, se impuso fuertemente una sociedad libre de drogas, erradicando los puntos de venta de opio, por resultar repulsivos para las costumbres gobierno norteamericano. Al prohibir el opio, el consumo se elevó drásticamente, y, a pesar de que Theodore Roosevelt, el entonces presidente de EE.UU. quiso volver a regularlo, entre la presión de las costumbres éticas de la sociedad, y el obispo filipino de la iglesia anglicana Charles Henry Brent a que se opusiera a dicha iniciativa, no lo hizo. Desde ahí, ya no se trataba de ver que consumían y por qué lo hacían. Nunca se trató sobre un debate de salud, sino estético. Por ende, se comenzó a ver lo que, al día de hoy, sigue vigente, la estigmatización y persecución a consumidores.
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