IAP Investigación Acción y Participación

El mundo de la investigación y de la educación se halla inmerso en un amplio y confuso proceso de cambio debido a la intención de responder a los retos que nos presenta el conocimiento y la intervención social transformadora en la sociedad actual.

Como podemos observar, tanto la educación como la investigación tradicional, tienen ciertas carencias, entendiéndolas como las limitaciones de describir las realidades sociales sin construir formas nuevas para superarlas.

Por otro lado, quienes plantean iniciativa emprendedoras y con cierto éxito, son algunas empresas o instituciones más especializadas pero no son éstas las que generan las ideas sino que “aprenden” de otros movimientos sociales. Por lo que lo negativo de esto, es que estos grupos no suelen comparar, sistematizar, evaluar y mejorar sus metodologías en otras situaciones que no sean las concretas.

Con la intencionalidad de hacer un nuevo tipo de trabajo educativo e investigador directamente desde las bases sociales hacia las instituciones, en sus partes más permeables y capaces de cambios, algunos grupos sociales comenzaron analizando las características de la formación que tenían los/as trabajadores/as públicos así como los/as expertos/as en temas sociales;

En primer lugar, los/as profesionales/as, están muy especializados en algún ámbito o rama, lo que conlleva a un impedimento para hacer frente a cualquier problema de tipo social así como una negación a la visión integral de la realidad. Además, ésta es individualizada y competitiva, por lo que raramente se da un trabajo cooperativo.

Por otro lado, observamos una contradicción a la verdad científico-técnica que habla del conocimiento elaborado en los pequeños reductos del saber académico, puesto que a pesar de que se ofrecen conocimientos teóricos con buenas referencias, no existe vinculación con los problemas prácticos habituales, forzando de este modo un proceso discontinuo.

Además, la separación que existe entre la teoría y la práctica se hace más considerable en cuanto a que mientras que las realidades avanzan a pasos agigantados, la teoría sigue siendo la misma. Se llevan a cabo los mismos sistemas de aprendizaje por reproducción, dejando a un lado la creación y la innovación.

De este mismo modo, se olvidan de la necesidad así como obligación que tenemos de formar actores caracterizados por su capacidad de reflexión y actitud crítica. Deberíamos aprender a construir conocimientos y prácticas de innovación entre movimientos sociales, expertos y la administración pública.

Cuando los/as profesionales terminan sus estudios y empiezan a formar parte del ámbito laboral, se dan cuenta de la separación entre lo teórico y lo práctico, viéndose en la obligación de aprender lo realmente necesario.

Por todo lo comentado, observamos la necesidad de llevar a cabo un cambio profundo y urgente en  la investigación y educación dominantes en la actualidad. Hablamos por lo tanto de la propuesta de cambio desde una perspectiva de investigación-acción participativa.

La I.A.P es un proceso-método de investigación que intenta superar la cultura del exigir desarrollando una cultura del construir conjuntamente y romper la clásica distancia entre investigadores-investigados, así el sujeto-objeto de estudio intervente en el diseño, diagnostico, la formulación de propuestas y la evaluación de la investigación.

Por ello las técnicas de análisis son cuantitativas aunque sin excluir conocimientos estadísticos y técnicas cuantitativas que nos pueden ayudar a una primera aproximación a la realidad socioeconómica y demográfica del ámbito de estudio y de investigación.

Es así que la I.A.P es el encuentro entre dos tipos de conocimiento el saber popular y el saber científico. Ambos flujos convergen en el proceso de estudio participativo y dan cuenta de dos perspectivas necesarias en el análisis de la realidad social: el enfoque emic (sentido que infieren las personas a los hechos o conductas) y el enfoque etic (categorías abstractas o generalizaciones teóricas elaboradas por el investigador).

El primero en trabajar la investigación-acción fue Kurt Lewin (1946, 1952). Aunque la idea de investigación – acción ya la habían utilizado otros autores anteriormente, fue Lewin, en los años 40, en Estados Unidos, quien le dio entidad al intentar establecer una forma de investigación que no se limitara, según su propia expresión, a producir libros, sino que integrara la experimentación científica con la acción social. Definió el trabajo de investigación – acción como un proceso cíclico de exploración, actuación y valoración de resultados.

El término de investigación-acción de Kurt Lewin y fue utilizado por primera vez en 1946. Éste describía una forma de investigación que podía ligar el enfoque experimental de la ciencia social con programas de acción social que respondiesen a los problemas sociales. A través de la investigación-acción, Lewin argumentaba que se podía lograr de forma simultánea avances teóricos y cambios sociales. Ésta investigación-acción consistía en análisis, recolección de información, conceptualización, planeación, ejecución y evaluación. Lewin, 1946.

Según Kurt lewin (1946) la definición de investigación-acción “es una forma de cuestionamiento auto reflexivo, llevada a cabo por los propios participantes en determinadas ocasiones con la finalidad de mejorar la racionalidad y la justicia de situaciones, de la propia práctica social educativa, con el objetivo también de mejorar el conocimiento de dicha práctica y sobre las situaciones en las que la acción se lleva a cabo”.

Su estudio se baso en el uso de la investigación-acción como instrumento para la mejora de las prácticas sociales en el área de las relaciones inter-grupales. Lewin incluía la acción como parte de la tarea de investigación de los profesionales.

Podemos afirmar, tal y como señala David Greenwood, que la IAP lucha contracorriente en el panorama de la educación e investigación social en la época de globalización neoliberal actual.

Para Habermas (1987), la razón humana ha sido remplazada por la racionalidad instrumental para la consecución de objetivos incuestionados, perdiendo la capacidad de reflexión, deliberación y crítica, sustituyéndolos por la técnica.

De este modo, Habermas defiende la existencia de tres intereses constitutivos del saber, dando lugar a formas diferentes de ciencia.

...