IMPACTO DE LA PANDEMIA

Las medidas tomadas por los gobiernos han significado el cierre de diversas actividades económicas, pérdida de empleos y generación de ingresos para millones de familias. Para América Latina y el Caribe, la CEPAL estima un aumento en la tasa de pobreza de al menos 14,5%, equivalente a 28,7 millones de personas adicionales en situación de pobreza .

La pérdida repentina de ingresos familiares presionará a los niños, especialmente a los jóvenes, a abandonar la escuela, no solo por los costos que implica estudiar, sino también por la necesidad de generar ingresos en el hogar. La CEPAL y la OIT estiman que, además de la educación, entre 100.000 y 300.000 niños y jóvenes de la región ingresarían al mercado laboral como consecuencia de la pandemia.

Las estrategias de educación a distancia han llegado de manera desigual, en parte debido a las desigualdades preexistentes en el acceso a recursos como conectividad, dispositivos y entornos de aprendizaje, lo que puede exacerbar aún más las brechas educativas de la región.

El acceso desigual a los recursos necesarios para una educación de calidad y a distancia hace que las pérdidas de capital humano se concentren en las poblaciones más vulnerables:

Niños y jóvenes en áreas rurales con baja conectividad que tienen menos acceso a oportunidades efectivas de aprendizaje a distancia.

niños de familias pobres que luchan por asegurar sus necesidades básicas o un lugar en la universidad, o que no tienen suficientes dispositivos electrónicos para acceder a la educación a distancia a través de herramientas digitales, incluso en áreas con acceso a internet;

Niños en hogares monoparentales o con desventajas educativas para quienes los padres no pueden brindar apoyo o un entorno de aprendizaje

Los niños indígenas y las personas con discapacidad también se verán afectados de manera desproporcionada, ya que las soluciones de aprendizaje a distancia no satisfacen sus necesidades lingüísticas o de aprendizaje.

Los gobiernos deben centrar sus esfuerzos en planificar la reapertura de las escuelas con sentido de urgencia, mantener la seguridad escolar, garantizar los servicios interrumpidos y garantizar el bienestar emocional de la comunidad educativa.

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