Impacto del COVID-19 en la hotelería

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO

1. Antecedentes de la investigación

Es vital indagar como pandemias o epidemias que hayan sucedido han afectado al turismo y hotelería.

1. Antecedentes internacionales

Santos del Valle, A. (2020) afirma que en los últimos 100 años, la humanidad ha vivido siete pandemias como las del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), la H1N1, la del Ébola.

La epidemia del SARS en el 2003 registró una de las caídas más graves para el turismo con relación a la llegada de turistas internacionales. Asia fue el continente más afectado y por consiguiente, sus principales destinos turísticos reportaron en el segundo trimestre de ese año tasas porcentuales decrecientes del 51.9% en Malasia, 57.9% en Hong Kong, 61.9% en Singapur, 71.5% en Taiwán, y 25.7% en Japón a pesar de no registrarse ningún deceso por esta enfermedad (Santos del Valle, A., 2020).

El Center for Disease Control and Prevention (2010) menciona que el 25 de abril la OMS “declaró emergencia de salud pública de preocupación internacional por el brote del virus H1N1 y recomendó que los países intensifiquen la vigilancia de brotes inusuales de enfermedades similares a la influenza y neumonía severa”. Es por ello que Estados Unidos de América recomendó postergar los viajes hacia México debido a que se incrementaron los casos de contagio y muerte por la enfermedad. Según Barragán, A. (2009) dicha medida ocasionó en el país azteca graves consecuencias entre las cuales figuran las cancelaciones de casi el 90% de reservas hoteleras y

de transporte, el cierre de 35 hoteles y la pérdida de aproximadamente 40 mil puestos de trabajos.

Dinero (2015) nos comenta que según la OMS, hasta noviembre del año 2014 en el mundo se habían registrado 14 413 casos reportados de ébola y 5 177 muertes. Del 100% de los casos registrados, se precisó que el 99% pertenecían a Guinea, Liberia y Sierra con aproximadamente de dos mil a siete mil personas contagiadas. Además, el ministro de Turismo y Cultura de Gambia afirmó que la actividad turística en su país se vio reducida en aproximadamente 50%. Dentro de las medidas que tomaron los gobiernos para evitar la expansión y propagación del virus se estableció el cierre de fronteras, lo cual representa una caída al turismo mayor a la que ya se presentaba. La Organización Mundial de Turismo (OMT), tenía expectativas sobre la tasa porcentual de crecimiento del cinco por ciento pese a las circunstancias se registró un crecimiento porcentual del 1,8%.

1. Antecedentes nacionales

La aparición de la fiebre amarilla, según unos autores, fue en el siglo 18 mientras que otros afirman que fue en el 19. Como es de nuestro conocimiento, la fiebre amarilla está presente en la Costa y Selva. Existiendo así dos tipos de fiebre amarilla: urbana y selvática. La última epidemia de la fiebre amarilla urbana (FAU) tuvo presencia en la costa norte del país en 1919, para lo cual las medidas preventivas fueron “(…) fumigación, exámenes de las fuentes de agua, cuarentena departamental para evitar que las personas huyan por el sur de

Piura y prohibición de reuniones pasadas las 6 p.m.” (Cansino, K., 2020). Así como también, de los años 2004 en adelante se viene realizando trabajos de inmunización a nivel nacional y ya se tienen localizadas las zonas con   mayor[pic 1]

incidencia de fiebre amarilla selvática (FAS). Es por ello que, en la actualidad, para viajes a determinadas zonas de la selva peruana es requisito la vacunación contra la fiebre amarilla con 10 días de anticipación (Espinoza, M., Cabezas, C.

& Ruiz, J., 2005).

La autora Valdivia, M. (2014) comenta que en el verano de 1991 se dio inicio a la epidemia por el cólera. Algunas de las restricciones fueron que no se podían bañar en las playas, no comer pescado ni mariscos; lo que afectaba principalmente al turismo de sol y playa y, por consiguiente, la gastronomía propia del litoral peruano. El turismo en el país venía siendo afectado desde hace años y la aparición del cólera empeoró esta situación, en algunos países de Sudamérica no se nos permitía el ingreso sin certificado de vacunación contra esta enfermedad pese a que la OMS ya había observada esta medida.

1. Bases teóricas

1. Impacto del COVID-19 en la hotelería

Según el secretario general de la OMT, Pololikashvili, Z. precisa que el declive que causó el COVID-19 en la demanda turística ha dejado en zozobra los empleos de millones de personas y además, se ha generado cierta incertidumbre sobre los avances en desarrollo sostenible e igualdad (2020).

Scarpa, C., director de la Asociación Veneciana de Hoteleros (2020) afirma que tienen diez mil personas entre “desocupadas, parcialmente despedidas o en seguro de desempleo”. Además, dice que Venecia percibe ingresos anuales cerca de tres mil millones de euros gracias a la  actividad

turística; sin embargo, debido a la circunstancia se ha estimado una pérdida del 70% aproximadamente.

La Asociación de Hospitalidad de Noruega (NHO Reiseliv, por sus siglas en noruego) (2020) en marzo llevó a cabo una encuesta a sus miembros y se determinó que nueve de cada diez empresas turísticas optaron por despedir a sus empleados; el 78% de las empresas despidió entre el 76% y 100% del personal; así también se determinó que el 65% no contaba con el dinero suficiente para realizar el pago de las factura; y, el 63% consideraba el riesgo a la quiebra.

La OMS (2020) expone que está trabajando en conjunto con la OMT y otros asociados para que las medidas sanitarias que se apliquen, se cumplan y así asegurar el mínimo contacto reduciendo cruces innecesarios.

Castro, J. (2020) sostuvo que según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el sector hotelero y de restauración registró un descenso de 44,77%, teniendo una disminución del 46,62% en la rama de alojamiento, en el periodo acumulativo de enero a mayo del 2020. Mientras que solo en el mes mayo, el sector hotelero y de restauración registró un descenso de 90,58% y la rama de alojamiento tuvo una caída del 99,79%. Tal como se puede apreciar en la siguiente tabla:

Berthier, CEO de PB Hotel Consultants, declaró a Gestión (2020) señalando que el turismo interno será la clave para la reactivación del sector aunque el público objetivo de los hoteles de lujo son los turistas internacionales. Según el autor, el sector crecía en casi seis por ciento anual y se inauguraban aproximadamente tres mil habitaciones (Citado en T- News).

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