Impuesto Progresivo E Impuesto Al Consumo ¿Quién Mantiene A México?
Enviado por mimi64mimi • 2 de Mayo de 2013 • 557 Palabras (3 Páginas) • 698 Visitas
Actualmente en nuestro país hay un tema que está dando mucho de qué hablar. Se trata de la propuesta del PRI para aumentar el IVA en alimentos y productos del 16 al 22 por ciento. Lo alarmante del asunto es que se trata de un impuesto de tipo regresivo, es decir, los más afectados son los que perciben un ingreso menor y por ello las familias que tienen una economía menor resultan ser las que más ingreso le generan al Estado, mientras los más pudientes se ven afectados mínimamente, si no es que nada afectados. ¿Justo? No lo creo.
Aunque ésta no es la única contribución injusta que obtiene nuestro sistema fiscal. Existe otro tipo de impuesto denominado progresivo que presenta un fenómeno opuesto al regresivo. Se trata de un impuesto donde entre mayor sea el ingreso, mayor será la tasa tributaria, mientras que a menor ingreso, el impuesto porcentual será menor. Un ejemplo de ello sería el Impuesto Sobre la Renta. Supongamos que un profesionista gana $20,000 al mes, sueldo que le cuesta largas horas de trabajo y desvelos, y se le descuenta el 28% de su sueldo bien merecido; en cambio, hay un conserje que gana $4,000 durante el mismo mes, pero a éste solo se le descuenta un 16%. Bajo esta regla de “el que gana más contribuye más y el que gana menos contribuye menos” se le está quitando al de mayor ingreso el dinero que tanto le costó ganar solo por el hecho de que su ingreso es mayor. ¿Justo? Tampoco estoy muy convencida.
Pues resulta que si buscamos en las bases constitucionales del sistema fiscal, ambos tipos de impuestos resultan completamente anticonstitucionales ya que violan el artículo 31 de nuestra Carta Magna. En el inciso IV del artículo 31 constitucional leemos que los mexicanos debemos “contribuir para los gastos públicos (…) de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”, lo cual se logra con el impuesto proporcional al ingreso: porcentualmente todos pagan lo mismo, lográndose la equidad, consiguiéndose la proporcionalidad en su justa medida y sin afectar a nadie, pero parece ser que a nuestra política fiscal no le interesa ni el cumplimiento de lo establecido en la Constitución ni el cobro justo de impuestos.
Pero lo más preocupante e indignante de todo esto, a mi parecer, es que mientras los contribuyentes se resignan a tener que sostener los gastos públicos a través de tasas tributarias injustas, hay personajes de la política y empresarios (algunos de ellos que no destacan por estar dentro del marco de la ley) que se dan el lujo de evadir sus impuestos. Definitivamente esto no es justo.
México es un país lleno de riqueza y de gente trabajadora que espera un mejor futuro y un mejor país, pero mientras nuestro gobierno no trabajo éticamente por los intereses de los Mexicanos a través de la eliminación de la corrupción, establecimiento de impuestos equitativos y justos, y la legalidad en todos sus actos, seguiremos en las mismas condiciones
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