Imágenes y movimientos sociales en la argentina del siglo XX

Constituye un agradable desafío tratar de seleccionar 3 imágenes que sirvan como una síntesis del siglo XX argentino. Las imágenes que seleccionadas, (sobre todo las 2 últimas)  retratan a personalidades bien determinadas, los motivos de su selección se relacionan con la capacidad de representación de colectivos mucho más amplios.

En varias oportunidades, cuando me tocó hablar con estudiantes con los que trabajo, estos me pidieron que les explicara cual es el la forma en la que avanza la historia. A mi juicio, considero que el motor de la historia es la confrontación, la lucha, el enfrentamiento entre personas, grupos, ideas, etc. que se presentan como antagónicas, en pretensión de convertirse en hegemónicas y entre las cuales es casi imposible establecer una síntesis que incluya a ambas.

Trasladando esta idea a la resolución del trabajo final del módulo Historia Social y Cultural Argentina Contemporánea considero que es ampliamente aplicable. Un simple ejemplo de ello se nos presenta al identificar los actores sociales que se apropian de la calle (o quienes los  representan) y las acciones que desarrollan como mecanismo de imponer su pensamiento propio.

La primera imagen corresponde a los festejos del centenario de la Revolución de Mayo en Santiago del Estero, más precisamente en la ciudad Capital. Al igual que los festejos previstos para la Capital Federal, estos fueron organizados y dirigidos hacia los representantes de los sectores económicos hegemónicos de la provincia. En la fotografía tomada desde el escenario del Teatro 25 de Mayo se puede apreciar, solemnemente vestidos, a los vecinos más destacados de la ciudad Capital. Aunque no forma parte de este trabajo, una secuencia de imágenes de la misma velada presenta al teatro sin butacas y con una mesa larga, pomposamente decorada, en donde seguidamente cenarían todos los concurrentes.

Los festejos, al igual que los que se dieron en el resto del país, (por lo menos así lo atestiguan varias fuentes) intentan presentar el “milagro” de la modernidad en la Argentina. Se presenta un país llamado a la grandeza y que, como lo describe Blasco Ibáñez^[1], posee todas las potencialidades para hacerlo.

Los actos de 1910 realizan una doble invisibilización, por un lado, a aquellas personas que silenciosamente edificaron las magníficas obras que se inauguraron durante el período (como sabiamente ejemplifica Bertolt Brecht en el poema “Preguntas de un Obrero que lee” de 1935^[2]); y por el otro, los crecientes conflictos sociales generados por un modelo de acumulación y concentración de capital que se apoya en la explotación de los sectores populares.

Las sanciones de la ley de Residencia y el Estado de Sitio muestran como se imponía la represión como forma de detener las crecientes presiones de anarquistas, socialistas y demás activistas obreros en general. En este contexto, quienes toman las calles son la policía y los representantes del nacionalismo argentino más recalcitrante que comenzaba a configurar lo que en años del Radicalismo actuaría bajo el nombre de la Liga Patriótica.

Sin lugar a dudas es el Peronismo el fenómeno político social que divide el siglo XX argentino en dos. Como segunda imagen seleccioné la figura de Eva Perón (a mi juicio lo mas revolucionario del Peronismo). Es Eva la que se constituye en un nexo entre el gobierno y la gente. La fundación que llevaba su nombre y otras acciones desplegadas por ella son las que volvieron palpables muchas políticas sociales del Justicialismo.

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