Influencia británica para el caos de Chile

Influencia británica para el caos de Chile

La influencia británica en el Chile posterior a la emancipación e independencia declarándose país autónomo, fue a gran escala e importantísima con respecto a las aspiraciones de desarrollo comercial que cualquier país  en Latinoamérica hubiese querido ostentar y presumir. A partir de las lecturas, informes y libros abordados con intenciones de conocer más detalles en relación al tema en cuestión, es que se puede señalar que el factor principal que jugó a favor de la economía Chilena en aquella primera parte del siglo XIX, sin duda que radica en la estabilidad política que hubo desde los años treinta del siglo en cuestión en adelante. Una estabilidad política que como se apreció anteriormente en la mayoría de los países del cono sur no existió debido al caudillismo incesante que los apremió por largos años y junto que eso la inexistencia y la falta de figuras fuertes en el gobierno, malas decisiones que frenaron a los países vecinos que tienen en común el ideal de querer subsistir mancomunalmente bajo  naciones que se conformaban en grandes franjas de tierras que mezclaban:   costumbres, creencias, formas de pensar y tantos otros factores que influyeron en los intentos fracasados de funcionar óptimamente como grandes naciones: Venezuela-Ecuador-Colombia por un lado y Perú y Bolivia que insistieron originando la confederación posterior a 1830. En cambio la realidad de Chile a esas alturas era muy diferente, se terminaba con el periodo “anárquico” para ya consolidar definitivamente un orden que duraría férreamente hasta la guerra civil del año 1891.

Lo anteriormente mencionado, por supuesto constituye el factor más importante para entender por qué Chile  en relación al desarrollo de la economía e influencia de capitales extranjeros representa un caso sobresaliente para aquellos años en la región del cono sur del continente americano.

Para entrar en materia entonces Leslie Bettel en el volumen VI titulado independencia señala que para que existiera tal estabilidad existieron políticos chilenos que supieron cómo atraer fuertemente   al capital extranjeros, entre ellos Manuel Rengifo, ministro de Hacienda desde 1830 a 1835 y de nuevo de 1841 a 1844, quien con sus medidas económicas atrajo los ojos del mundo hacia chile las cuales se resumen en: simplificación del sistema fiscal y de las leyes arancelarias; consolidación de la deuda pública y especialmente el establecimiento de «almacenes fiscales» con base permanente en Valparaíso, donde los comerciantes podían almacenar mercancías libres de impuestos mientras esperaban mercados más favorables.

La industria minera sin duda que fue la entrada fuerte de desarrollo y economía del país, valles centrales y más al sur, a continuación se muestra e una tabla que expresa de forma simple el avance que significo en números para Chile la independencia:

Lo anterior es solo un dato para esclarecer la realidad de chile posterior a 1830 con más énfasis  debido principalmente al descubrimiento de Chañarsillo al Leslie Bettel lo cataloga como una montaña de plata ubicado  al sur de Copiapó en 1832 que constituye el distrito minero más productivo de siglo y en donde se sustentó la riqueza y estabilidad económica minera del Chile del siglo XIX. De aquí en más los capitales extranjeros vieron en Chile una fuente de recursos brutos aptos para explotar en grandes cantidades y obtener riquezas.

Los británicos si bien a estudiar su importancia en el desarrollo de la economía del país se concluye que su participación fue sustantiva, es importante mencionar que gracias a los capitales británicos contribuyeron grandemente para cumplir con sus aspiraciones al desarrollo del país indirectamente en diferentes aspectos como veremos. Comenzaron por hacer realidad la compra e  integración de dos barcos de setecientas toneladas cada uno para la movilidad de los productos chilenos por el mundo y transporte incluso de pasajeros que potenciaron de forma importante las relaciones con países europeos debido a rápida conexión que significaba traer barcos de esta magnitud; la gestión y la visión de que en Chile faltaba un medio de distribución de mercancías fue del norteamericano Williams Wheelwright, el fundador de la Pacific Steam Navigation Com-pany (Compañía de Navegación a Vapor del Pacífico, PSNC) de capital británico. Con ello además se sumó, la inevitable llegada del ferrocarril el terminó  revolucionar lentamente el sistema de transporte terrestre. En el norte de Chile se instaló la primera línea importante de Latinoamérica. La línea, construida por Wheelwright y terminada en 1851, unió Copiapó con el puerto de Caldera que se encontraba a unos 80 km. De este hecho en más hasta 1882 se contabilizaban  casi 2.000 km de vías en Chile, la mitad de las cuales eran propiedad del Estado, puesto que posterior a alas primeras obras ferroviarias que se construyeron con capital británico, comenzaron a invertir grandes hacendados, mineros ricos y el estado que terminaron por organizar una empresa mixta.

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