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Internacionalización: un mecanismo ideado para la evasión fiscal


Enviado por   •  5 de Octubre de 2013  •  7.279 Palabras (30 Páginas)  •  357 Visitas

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Internacionalización: un mecanismo ideado para la evasión fiscal

A principios de los años 80, al reducirse la demanda mundial de petróleo como reacción a los altos precios prevalecientes, la cesta de crudos y productos venezolanos promedió unos 30 dólares por barril (en dólares de hoy estaríamos hablando de un promedio de 75 por barril).

En esas circunstancias y en un esfuerzo por estabilizar el mercado, la OPEP empezó a implantar su sistema de cuotas y PDVSA, de su lado, aprovechó la oportunidad para iniciar su política de Internacionalización, es decir, el programa de adquisición de refinerías y otras instalaciones en el exterior supuestamente motivado por la necesidad de asegurar mercados para el petróleo venezolano.

Como producto de este proceso PDVSA adquirió, total o parcialmente, 23 refinerías y 3 terminales de almacenamiento en 8 países del mundo, lo cual representó un gasto exhorbitante de 6,5 millardos de dólares.constituyó un mecanismo de evasión fiscal e importación de costos, oculto tras una complicada maraña de empresas radicadas fuera del país a través de

De acuerdo con investigadores como Juan Carlos Boué,autor del libro "La Internacionalización de PDVSA, una costosa ilusión", el programa en cuestión las cuales se filtraban las divisas que debían entrar a las arcas públicas venezolanas y no quedarse en el exterior, como en efecto sucedió.

Internacionalización de PDVSA ¿Mito o realidad?

Milko Luis González Silva

Jueves, 27 de abril de 2000

Antecedentes

La estrategia de la internacionalización de Petróleos de Venezuela (PDVSA), obedece a las líneas de acción que la industria petrolera venezolana definió con la intención de, por un lado, diversificar las fuentes de ingresos y, por el otro, mejorar las posibilidades de colocación en los mercados foráneos de la mayor cantidad posible de crudos pesados venezolanos. Es decir, un intento por colocar a la empresa petrolera estatal a la altura de las nuevas exigencias de los mercados mundiales de petróleo y a la vez crearle un potencial económico real a las grandes reservas de crudos pesados de Venezuela.

Ya desde 1978, a solo tres años de la histórica “nacionalización” del petróleo venezolano por el Presidente Carlos Andrés Pérez en su primer mandato, la industria petrolera nacional (IPN) había incluido en sus planes de mediano y largo la internacionalización como tema clave para el desarrollo de la corporación estatal de petróleos.

Para aquel entonces, PDVSA tenía un “mapa de acciones” con la idea de optimizar el negocio petrolero venezolano. Para tal efecto manejaba opciones tales como:

a) Contratos tradicionales de venta a corto, mediano y largo plazo

b) Búsqueda de una política adecuada de precios

c) Inversión en refinación en Venezuela

d) Convenios de operación y de asociación estratégica (exploración a riesgos y ganancias compartidas) y,

e) La internacionalización de la industria petrolera nacional

Todo este abanico de actividades tenía como objeto fundamental el de maximizar los ingresos para el país y a la vez minimizar las fluctuaciones bruscas (sobre todo hacia la baja) de dichos ingresos. La premisa involucrada en la diversificación de actividades consiste en que mientras más numerosos, pero controlables, sean los sectores del negocio manejados hay más posibilidades de estabilidad en el ingreso. Así, las bajas en un rublo del negocio son compensadas con el mantenimiento, o mejora, del nivel de ingresos en otras.

La maximización de ingresos se ve favorecida por dos razones. La primera de ellas, según lo ya señalado, tiene que ver con que cada segmento de la industria debe rendir beneficios a mediano y largo plazo para justificar sus continuidad. La segunda razón estriba en que de encontrarse entrelazados los distintos segmentos del negocio petrolero (exploración, producción, transporte, refinación, comercialización), esto debería redundar en mayor efectividad y en la creación de una cadena económicamente productiva.

Pero la idea de la internacionalización no respondió únicamente a consideraciones técnicas tales como la mejora y estabilidad del ingreso petrolero nacional y la búsqueda de la optimización del uso de los crudos pesados y extrapesados venezolanos, sino también a un contexto internacional que presionaba para que las empresas petroleras nacionales y privadas, las cuales son globales por naturaleza, diseñaran nuevas estrategias para su supervivencia.

Crisis petroleras mundiales originadas por las acciones de países islámicos, miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), habían causado importantes cambios en las relaciones petroleras mundiales. La crisis petroleras de 1969 originada por Libia, la de 1973 producto de la quinta guerra árabe-israelí y del embargo petrolero árabe a Occidente y la caída del Sha de Irán en 1979, transformaron en primer término la estructura de los precios de tal manera, que los países consumidores de petróleo debieron comprender que el tiempo del petróleo barato y seguro había terminado. En 1969 las acciones de Mohamar Kaddafi contra las compañías transnacionales que operaban en Libia, conllevó a los precios del crudo subieran de US$ 1,20 a unos US$ 5,20 por barril (p/b) aproximadamente. La difícil coyuntura de 1973 llevó los precios a los US$ 12 p/b, mientras que la de 1979 los impulsó hasta los US$ 30-35. A la larga, los precios altos estimularon el descenso de la demanda lo cual se combinó con la aparición de la producción no OPEP, la cual ganó fuerza a partir de 1973. Esto obligó a la OPEP a adoptar la política de recortes en la producción para lograr hacer subir los precios. Para 1982, el cartel tenía una producción de 21 MMBD contra los 31 MMBD que generaba en 1979.

En el caso particular de Venezuela sus ventajas comparativas se veían disminuidas, dadas las características de su crudo, con respecto al resto de sus socios en la OPEP. En tanto que la mayor parte de las reservas venezolanas son de crudos pesado y extrapesados y las de livianos y medianos no crecía se hizo necesario adoptar una estrategia que le permitiera al país hacer de una desventaja comparativa y una ventaja competitiva encontrándole una salida comercialmente válida a sus crudos pesados. Para ello, la figura de internacionalización es asumida en un momento en el cual convergen en un mismo tiempo histórico, de manera oportuna, el interés venezolano de buscarle tratamiento a sus crudos pesados con el de privados y gobiernos extranjeros por la misma situación. Mientras Venezuela ponía en disposición el crudo pesado sus socios ofrecían aparentes posibilidades de transformación y el acceso a mercados

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