Intervenciones discrecionales de las políticas keynesianas en México

Introducción

El propósito de este trabajo es encontrar el tipo de políticas fiscales adecuadas, con las que el gobierno de México hubiera logrado una estabilidad en la economía en el contexto de la crisis generada por la pandemia del Covid-19, que ha tenido repercusiones en desempleo, producción y un porcentaje de pobreza en la sociedad nunca visto.

El tema del que se hablará son las políticas fiscales keynesianas (expansiva y contractiva), que pudo haber aplicado el Gobierno Federal en las dos etapas en las que esta crisis se ha presentado, se explicará la lógica que tiene cada una de ellas y el por qué aplicar exclusivamente estas políticas no está funcionando.

La importancia del tema se justifica en que la política fiscal es utilizada para influir en la economía de los países, sobre todo, controlar los ingresos y gastos públicos en todos los mercados y sectores con la finalidad de cumplir las metas macroeconómicas. A través de esta herramienta los gobiernos afectan directamente la demanda agregada, por lo que repercute ya sea de manera positiva o negativa en temas como empleo, producción, gasto público y precios, con ésta se pretende controlar una recesión o fortalecer el crecimiento económico.

Como panorama general se puede observar que a más de un año del inicio de la pandemia por Covid-19 seguimos en momentos de incertidumbre, a pesar de que se está dando una solución a esta pandemia. A diferencia de crisis previas, México evitó aplicar medidas procíclicas, pero a la vez no redujo impuestos ni tasas de interés, pero aumentó el gasto público con respecto a infraestructura y el tema de la contingencia sanitaria.

Para lograr el objetivo, este ensayo se desarrolla en tres apartados, en la primera parte se explica la teoría seleccionada, que en este caso es el pensamiento de Keynes hacia las políticas fiscales y los dos tipos que éste propone, la primera es la política expansiva que aumenta la demanda agregada gracias al aumento del capital que existe entre las familias, el sector privado y la política. El segundo tipo de teoría es la política contractiva, en la que se busca una reducción del gasto público y un aumento de la recaudación fiscal para lograr un superávit.

La segunda parte explica el tema con el que se está vinculado, en este caso es la política fiscal contractual que ha sido aplicada por el gobierno de México, sin reducir impuestos, por lo que no ha tenido resultados positivos ante la sociedad y el sector privado

Por último, en la tercera parte se vincula el tema con la teoría y como aplicando las bases keynesianas se podría favorecer a la estabilización de ciclo a través de una política procíclica y después una política contra cíclica.

Políticas fiscales keynesianas en el contexto de la crisis del Covid-19

La economía keynesiana asegura que los mercados y agentes que participan en éstos necesitan un apoyo exógeno para reestablecer el equilibrio, que modere la incertidumbre y tome vital importancia en beneficiar a la sociedad, ya que, como se sabe los individuos toman una conducta no racional ante la incertidumbre (como la pandemia que está sucediendo actualmente) y se toma un mecanismo de formación de expectativas.

Este modelo busca explicar las fluctuaciones en la economía y políticas que el gobierno debe aplicar para neutralizarlas, eliminando ciclos1 y nivelando hasta alcanzar el mejor equilibrio de desempleo que en teoría se debió haber llegado. Proponiendo a la política fiscal como la capacidad que tiene el gobierno para cambiar los niveles de gasto e impuestos para redistribuir el ingreso y estimular la economía, usando principalmente el instrumento de la tasa impositiva con un horizonte temporal a corto plazo.

En la economía keynesiana, el gasto y la demanda agregada promueve el alza de la economía, bajo esta premisa podemos explicar que la demanda agregada está explicada por el gasto del consumidor, inversionista y gobierno, otro factor importante son las exportaciones netas del país. La política expansiva tiene como enfoque que los individuos paguen impuestos más bajos porque en teoría tendrán mayor capital para demandar bienes o servicios. Esta demanda favorece a las empresas, orillándolas a contratar mayor mano de obra con salarios competitivos; logrando un ciclo virtuoso como se muestra en la siguiente figura:[pic 1]

Figura 1

Política expansiva

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Esta política expansiva tiene como característica principal un gasto deficitario, esto ocurre cuando el gasto público es mayor que los ingresos públicos durante un periodo fiscal y así ayudará a la demanda agregada combatiendo el recorte de gastos por parte de la sociedad y el sector privado para finalizar con una economía sin incertidumbre.

La política contractiva es aplicada cuando se observan síntomas expansivos, como es la inflación e incluso cuando hay una breve recesión o estancamiento, su objetivo principal es regresar al equilibrio del ciclo económico. Aumento de impuestos, reducción del gasto público y disminución de salarios son algunas de las herramientas más importantes para lograr un superávit, en la siguiente figura se muestra el resultado de esta política:

Figura 2

Política contractiva

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Desde principios de 2020, la economía mundial se ha estado desarrollando en un ambiente de incertidumbre gracias a la pandemia sanitaria conocida como Covid-192, ésta ha sido considerada como un riesgo sistemático, por lo que los gobiernos de todos los países tienen el objetivo de disminuir el número de contagios y de muertes en su población gobernada. La primera medida que se tomó en México fue distanciamiento social para que el virus no se esparciera tan rápido y el sistema de salud no colapsara, sin embargo, esta medida tuvo grandes consecuencias en la economía, como la contracción del consumo público y privado, y menor producción de bienes y servicios. “Estamos enfrentando el reto más desafiante en materia de política sanitaria y económica en los últimos 100 años, en particular la contracción económica resulta inusual, por primera vez en la historia, México enfrenta una crisis económica por diseño” (Arturo Herrera, 2020). 

La disminución de demanda agregada afectó directamente a la oferta agregada casi paralizándola, provocando una de las recesiones más graves que ha tenido el país, no obstante, el Gobierno Federal cuenta con instrumentos fiscales que no permiten que los daños que dejan las crisis sean tan drásticos y duraderos, sobre todo cuidando el tema de pobreza y desempleo.

El instrumento contra cíclico utilizado por el gobierno de México son los estabilizadores fiscales automáticos, estos administran el riesgo de la recesión en la economía en forma de compensación en las fluctuaciones de la demanda, esto puede ser con ingresos o gastos del gobierno, sin necesidad de aprobación mediante un proceso legislativo, es decir, acciones gubernamentales evidentes, esta herramienta se ha venido aplicado durante toda la pandemia, dando resultados negativos y repercutiendo en el sector privado, como lo explicó el subgobernador del Banco de México, “esa es una dimensión de impulso fiscal de respuesta contra cíclica que, insisto, por la naturaleza de la crisis no necesariamente era la respuesta adecuada, o no al menos en la primera fase de la pandemia, quizá como respuesta ahora para consolidar la recuperación económica, quizá sea un poco más útil” (Gerardo Esquivel, 2020).

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