Inventario De Pastas Verona
Enviado por danielaloaiza012 • 22 de Septiembre de 2014 • 656 Palabras (3 Páginas) • 275 Visitas
EL VOLUNTARIADO
Estamos en la vida exclusivamente para amar y para servir. El Grupo de Damas del
Voluntariado ha comprendido plenamente este lema de la existencia: amar y servir.
Ellas están sirviendo donde se las llama, en los hospitales, en los ancianatos, en los orfelinatos.
Todas las personas que tienen libres sus horas no pueden, de ningún modo, perderlas u
ocuparlas en ociosidades.
Hay una exigencia interior, implacable, de servir, de ocupar el tiempo en cosas útiles, pero
sobre todo, en prestar servicio a los desamparados.
Bellísima la obra que están realizando las Voluntarias. Están cumpliendo con el deber de la
vida; están dando un ejemplo precioso a muchas personas.
Que su servicio sea un servicio lleno de amor, de ternura, para los necesitados. Que descubran
la belleza de un hombre enfermo, la belleza de un niño abandonado, la belleza de una persona
que las necesita y que Dios se las pone en su camino, para que le hagan el bien.
El Voluntariado es uno de los inventos más lindos del mundo moderno. Antes, las mujeres no
sabían qué hacer, aparte, como decía el refrán alemán: “tener hijos, atender la cocina e ir a la
iglesia”.
Ahora han descubierto que pueden servir en los distintos voluntariados. La mujer es un poco
más de la mitad de la población. Si muchas de ellas se estimulan al servicio, se transforma toda
la sociedad y se da una nota realmente bella para todo el país.
El Voluntariado está llamado a embellecer y a perfumar a Colombia, con sus servicios, con su
ternura, con su delicadeza femenina.Texto 3
Ejemplo a favor del bien común
Hoy ha llegado el señor Presidente de la República de una eficaz y ardua faena. Nos ha dado
ejemplo, a todos los colombianos, de una lucha sin tregua a favor del bien común.
Este ejemplo lo debemos seguir en la modestia de nuestro ámbito. Debemos saber que el
tiempo es precioso en nuestra vida, que perderlo es irreparable, que el único modo de no
malgastarlo, es entregarlo al servicio del hombre.
Cuando estamos ayudando al hombre, cuando estamos sirviéndole, cuando estamos
apreciándolo, ese es el tiempo que se eterniza.
Todo lo demás es transitorio, y se marchita, menos el tiempo que consagramos al hombre.
Nuestro servicio al hombre se mezcla misteriosamente y se convierte en servicio y amor a Dios.
En la tierra no tenemos ninguna presencia visible de Dios, sino el hombre, que es signo y
sacramento divino.
Es maravilloso existir, porque podemos servir, amar y transformar. El mejoramiento de
Colombia, de nuestro pueblo, no pensemos que nos vendrá de la ayuda externa, sino de
nuestro propio esfuerzo del impulso de cada uno de nosotros, por pequeño que sea.
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