Línea de ensamblaje móvil (1900-2015)

Línea de ensamblaje móvil (1900-2015)

Introducción

La historia universal siempre ha ido acompañada de la historia de las invenciones. Estas han revolucionado la forma de vivir de todas las sociedades y la innovación siempre marca un punto de apoyo para el desarrollo económico, político y social.

Las innovaciones, en especial, son de vital importancia en el curso de la producción social e industrial, son la culminación de un proceso que comienza copiando y en el que se aplican conocimientos y técnicas con el objetivo de crear algo que se adapte a las necesidades presentes de una sociedad de acuerdo al tiempo y lugar.

Ryón explica:

“Copiar, no implica no modificar. De hecho, la Historia nos cuenta que para crear algo nuevo, hay que transformar algunas invenciones existentes. En lugar de hechos aislados, los avances son parte de un continuo de la invención por muchas personas. Todo trabajo creativo es derivativo.

Cervantes se inspiró en textos árabes. Shakespeare en obras británicas de la época. Xerox sentó las bases para Mac. Watt mejoró la máquina de vapor de Newcomen, que a su vez había mejorado la deSavery, … y tirando del hilo llegaríamos hasta la máquina de vapor de Herón de Alejandría en el antiguo Egipto. Christopher Scholes diseñó la primera máquina de escribir comercial y el teclado QWERTY que se usan en la actualidad inspirándose en el funcionamiento de las teclas del piano. Thomas Edison no inventó la bombilla, pero sí que produjo la primera comercialmente viable. Experimentó con hasta 6.000 diferentes materiales para el filamento (lo que genera luz al someterlo a altas temperaturas en las lámparas incandescentes).”^[1]

En el siguiente ensayo se explicará una de las formas de innovación que cambiaría por completo la forma de producción y traería consecuencias económicas por demás favorables para el sistema capitalista de la forma en que se concibe hoy en día.

Cadena de montaje de Henry Ford

Un principio fundamental que dio pie a la creación de líneas de montaje fue el tener a disposición “piezas intercambiables”, diseñadas con el fin de encajar en cualquier dispositivo del mismo tipo, el lugar de ser diseñadas específicamente para cada dispositivo. Esta idea revolucionó el proceso de fabricación, las bases para la fabricación en masa estarían sentadas con ello.

Y hablando de producción en masa, un producto icono a finales del siglo XIX e inicios del XX fue el automóvil, abriendo un mundo de posibilidades en la era del aumento de la movilidad después de la invención y popularización del ferrocarril, sin embargo adquirir un automóvil era costoso y su fabricación requería mucho tiempo.

Dentro de la historia del automóvil Rayón señala que:

 “…El primer automóvil de combustión interna (predecesor directo de los Ford) lo fabricó Karl Friedrich Benz en la ciudad alemana de Mannheim en 1886. Más tarde, otros genios como Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach presentaron modelos propios. No obstante, en 1769 ya se había fabricado el primer vehículo, éste, propulsado a vapor, y creado por Nicholas-Joseph Cugnot”.^[2]

El 7 de octubre de 1913, en una fábrica de Detroit, nació la primera línea de montaje, una innovación en la creación de automóviles que pronto se extendió en forma general a la industria estadounidense y creó sin lugar a dudas un modelo de abundancia para el siglo XX.

Henry Ford, inspirado en la forma de producir de la industria empacadora de carne de Chicago (la cual se basaba en una línea de montaje desde 1867) decidió reestructurar su propia producción en la Ford Motor Company. No imaginaba el éxito que implicaba usar este sistema, los trabajadores permanecerían en estaciones fijas, cada quien completaba su tarea asignada en la elaboración del auto mientras que un chasis colgado de una cuerda llevaría el vehículo de un trabajador a otro, como se muestra en el gráfico siguiente:

[pic 1] 

El nuevo proceso llevaba en sí una gran estandarización y su primera consecuencia fue la reducción del tiempo en que se construía un vehículo y por tanto el aumento en el stock disponible.

Atrás de todo esto estaba otro componente fundamental de éxito y según Le Monde:

“…Ya cuando lanzó el Ford T, Ford tenía la obsesión de la eficacia. Quería “un automóvil para las masas”. Por entonces, Olds, Dodge, Chevrolet, Buick y la propia Ford libraban una fuerte competencia para llegar a producir un coche de menos de 1.000 dólares. Ford fue el primero que lo logró y la cadena de montaje consolidó su avance”.^[3]

Debemos puntualizar en esta parte que el inicio del siglo XX, se estaba llevando a cabo la aplicación de innumerables nuevos inventos que sin embargo se habían esbozado muchas décadas antes, por ello, la industria estaba en clara expansión y cada vez más, el producto de la industria creciente, llegaba a muchos más mercados.

Las personas estaban listas para recibir los frutos de la popularización de medios de transporte cada vez más sofisticados, y es que una causa de la globalización como la conocemos hoy en día, es el deseo de acortar distancias, de traspasar fronteras a bajo costo y de una manera segura y rápida, en esto se fundamenta que las mejores innovaciones hayan sido aplicadas a la industria del transporte. Al fin y al cabo las transacciones económicas en distintos mercados son agilizadas si se tienen a disposición medios de transporte económicos y eficientes y si se pueden cada vez más llamativos a la vista.

Por ello el despegue en la utilización de la línea de ensamble móvil en la producción en masa de automóviles fue un punto de coyuntura clave en la historia de la industria moderna. Todo mundo deseaba adquirir el nuevo invento que permitía trasladarse de un lugar a otro de forma más fácil y cómoda, al proteger contra los rayos del sol y el mal tiempo, y esto significó mucho para popularización de la industria automotriz y de la industria en general al echar a andar métodos que recortaban la producción y además pagaban lo mismo o más a sus empleados por mucho menos gasto de fuerza de trabajo.

...