LA ESCLAVA ISAURA

Era el año de 1865, Isaura era una esclava blanca que sabe sólo que su madre, la linda mulata Juliana, fue mucama en la hacienda donde vive, en Campos dos Goytacazes en Río de Janeiro. Huérfana desde el nacimiento, Isaura recibió el amparo de su señora, Doña Ester, que le dedica las mismas atenciones y afecto que a la de una hija, pero es despreciada por su señor, el Comendador Almeida. Dócil y sumisa, aun así, la esclava sueña en conquistar su libertad.

Desde que descubrió el paradero de la hija, su padre, Miguel, lucha por comprar a su hija y así poder darle su libertad. El amor surge en la vida de la Isaura en la figura de Tobías, propietario de un ingenio vecino. Avergonzada, ella no revela sus orígenes al muchacho y pasa a encontrarse con él en secreto. El romance va bien hasta la vuelta del mezquino Leoncio, el hijo de los señores de Isaura, de Europa. La belleza de Isaura lo impresiona. Creyendo que ella sea una presa fácil para sus caprichos, la persigue insistentemente.

Con la muerte de Ester, su protectora, Isaura se ve cada vez más frenada. La esclava revela su condición a Tobías, y él intenta, de todas las maneras, obtener licencia para casarse con ella. Pero Leoncio está cada vez más obsesionado con Isaura. Tanto que no le importa prender fuego en una cabaña donde estaba Tobías, que muere calcinado. Sin embargo, Leoncio no contaba que allá estaba también Malvina, su mujer, con quien se había casado por interés.

La vida de Isaura se transforma en una sucesión de suplicios infringidos por Leoncio, que no le importa amarrarla del tronco, como forma de castigo. Su única esperanza es huir, lo que finalmente consigue con la ayuda del padre Miguel y de una pareja de esclavos amigos, André y Santa. Mientras Leoncio los busca desesperadamente, los fugitivos van a parar en Barbacena, en Minas Gerais, donde Isaura asume otra identidad, Elvira, con miedo de ser descubierta. Es cuando conoce a Álvaro, un joven y rico abolicionista que se enamora de ella. Pero Isaura, después de la muerte de Tobías, pasó a vivir como viuda, y tiene como única preocupación juntar el dinero suficiente para huir del país fuera del alcance de Leoncio.

Álvaro, sin embargo, consigue conquistar su corazón y la convence a dejar la reclusión en que vivía y la invita a un baile. Descuido total, pues ella es desenmascarada por Martino, un caza recompensas, denunciada y finalmente capturada por Leoncio. Este, por mala administración de sus negocios y la suspensión de pagos, se casa, por la segunda vez, con la joven y rica Aninha Matoso. Loco por sentirse rechazado por Isaura y enfurecido por saber que la esclava ama otro hombre, Leoncio resuelve casar Isaura con el viejo Beltrão, un jardinero muy tonto, apasionado por ella.

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