LA INCOMUNICACIÓN QUE GENERA LA DEPENDENCIA A LOS TELÉFONOS "INTELIGENTES".

El nacimiento de los teléfonos inteligentes tiene su origen en los años noventa. Al inicio estos teléfonos eran un pequeño ladrillo que permitía acceder a una red y revisar documentos con una gran lentitud. Según Sutter (2010) la definición de este tipo de aparatos es muy variada, lo que tienen en común es que en la actualidad son una pequeña computadora táctil que tiene acceso a Internet, con GPS y software de oficina, entre muchas otras aplicaciones. El uso extensivo de estos aparatos, creados con el fin de establecer comunicación, contribuye más a la incomunicación entre las personas.

Analizaré a continuación las razones que me hacen pensarlo. El poseer un “smarthphone” en la actualidad es símbolo de status, más que una necesidad. Las personas hacen uso constante de él para dejar ver a las demás que tienen la capacidad económica para adquirir el de última generación. En las reuniones de negocios, de amigos, familiares desean presumir su aparato. Por ello no se cumple el objetivo primordial del mismo, establecer comunicación con personas que no están en ese momento en el lugar.

La comunicación interpersonal es el proceso en el que el emisor y el receptor están enviando y recibiendo mensajes en una transacción continua. Es el hecho de hablar cara a cara (Miller,1986). Este tipo de comunicación es la que se está perdiendo al hacer uso constante del teléfono inteligente. Es común visitar un café o restaurante, o en la misma casa, donde las personas en lugar de estar conversando están más al pendiente de su teléfono celular. Perdiéndose la oportunidad de interactuar entre ellos. En la comida de ayer en un restaurante de la ciudad me sorprendió ver a una pareja de novios, que en lugar de establecer lazos románticos entre ellos estaban los dos en Facebook.

Quizá algunos me podrían afirmar que las redes sociales suplen este tipo de relaciones o que también se están comunicando con muchas personas alrededor del mundo. Sin embargo, ¿son ellas las que están a nuestro lado en los momentos difíciles?, ¿podemos realmente arreglar un negocio sin establecer una comunicación directa entre las partes?.

Pamela Ross de la Universidad del Valle de México realizó una investigación sobre las Redes Sociales en nuestro país, los resultados obtenidos hablan de dependencia casi patológica a estar conectado, los usuarios confunden las relaciones virtuales con las reales y presentan un gran aislamiento con el resto de su entorno cotidiano. Ya ni hablaré de los riesgos que conlleva el ir manejando y contestar el teléfono. O caminar sin prestar atención a tu alrededor por ver tu celular o escuchar la música a todo volumen.

En suma, es necesario desconectarse de la realidad virtual, para volver a establecer contacto con nuestros seres queridos. Demostremos que somos más inteligentes que un aparato electrónico. Tenemos que dar

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