La Crisis Desarrollista. El Nuevo Carácter De La Dependencia (1966-1985)

La crisis desarrollista. La creciente importancia de las multinacionales. El nuevo carácter de la dependencia (1966-1985)

Parece que cuando el desarrollismo comienza a adquirir vigencia luego de más de una década para imponerse a los planteos de los neoliberales, oligarcas y conservadores, sus posibilidades reales como teoría y practica del desarrollo latinoamericano dan la impresión de estar agotadas.

La confrontación entre la concepción desarrollista y la realidad Latinoamérica se pone de manifiesto el fracaso de la problemática del desarrollo. La insuficiencia del desarrollismo coincide con la crisis de las formulaciones reformistas – populistas.

Para comprender estas situación hay que tener en cuenta que “la industria moderna se divide en un sector de industrias de base compuesta esencialmente de insumos fundamentales de la producción de los procesos mecánicos pesados; es hoy día un monopolio de los países mas adelantados, particularmente, EE.UU.

Las consecuencias de esta nueva situación con las palabras de Theotorio dos Santos son que “Frente al crecimiento industrial de América latina el imperialismo se vuelve al sector manufacturero, se integra a la economía moderna y pasa a dominar el sector capitalista industrial de esas economías”.

Si consideramos las notas esenciales de la economía del capitalismo actual podemos constatar algunos cambios de la importancia en los mecanismos de dominación: economismo, financieros, comerciales, tecnológicos, culturales, ideológicos, políticos, y político-militares. Todo lo cual configura lo que se ha dado a llamar “La nueva dependencia”.

Entre la segunda mitad de la década del 60 y comienzo de los 70, el nuevo-imperialismo y la neo-dependencia quedan bien configuradas en América latina, hablamos de <<neo>> porque se trata de una forma nueva de manifestarse uno y oto fenómeno, ya que la dependencia ha sido un componente estructural de nuestra realidad.

Durante este periodo que estamos analizando, podemos destacar algunas notas mas importantes: la lentitud e irregularidad del crecimiento económico (América latina no termina de producir su <<despegue>> económico, como dirían algunos) , no obstante esta circunstancia , existe una creciente preocupación por la realización de programas de bien estar social (o si se quiere, por la política social). Al mismo tiempo nuevas alianzas dan lugar a que algunos partidos más progresistas y sindicatos entren como reguladores del juego político y canalizadores de la participación popular.

Sin embargo, en el panorama político latinoamericano se han ido produciendo algunos cambios fundamentales: el triunfo y afianzamiento de la revolución cubana permitió establecer el primer país socialista de América latina, proyectando su imagen sobre el continente como posibilidad de un modelo alternativo.

Desde 1961 los gobiernos latinoamericanos –excepto cuba- se comprometen (Carta de Punta del Este) a acelerar el desarrollo y promover la justicia social, dentro del marco de la planificación a largo plazo, lo que lleva a que todo los países tengan un organismo de planificación, varios planes de desarrollo, pero muy poco desarrollados.

Todos estos esfuerzos no frenan el auge de las luchas populares en América latina.

Pero el proceso de radicalización política continúa, el triunfo de la unidad popular en Chile abre otras expectativas y posibilidades de transformación por la vía electoral… Dos países socialistas en América latina sin descontar la revolución peruana y su propuesta de socialismo autogestionario, desencadenaron en algunos países una gran esperanza y pusieron en marcha un proceso de movilizaron y lucha en casi todo el continente. En ese momento de euforia,

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