LA OTRA CARA DEL CORONAVIRUS

LA OTRA CARA DEL CORONAVIRUS

DIAZ CAMELO MARIA PAULA
              CAMPO CALDERÓN ISABELLA ANDREA
             POVEDA MORENO KAREN LIZETH

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA
CONTADURIA PUBLICA
HABILIDADES PARA LA EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

BOGOTA D.C
2020

 Durante años Colombia ha sido conocido como uno de los países más ricos con respecto a su fauna, flora y variedad ambiental, es un país donde abunda la diversidad, sin dejar de lado su población tan distinguida, variedad étnica y cultural. Pero detrás de toda esta belleza natural existe una sombra oscura, detrás de cada paisaje colombiano se oculta el hombre, fiel depredador del medio que lo rodea, evidentemente el hombre se ha encargado de arruinar cada zona en la que se encuentre. En pleno siglo XXI la humanidad considera como una fuente económica la caza de animales, tala de árboles, entre otros atentados a la naturaleza.

El planeta se convierte cada día en un peor lugar para vivir, las personas cada vez se enferman más, la contaminación en el aire ha ocasionado que la salud humana se deteriore poco a poco, el hombre se ha encargado de destruir su propio hábitat y la de otros seres vivos que residen en ella, el futuro de nuevas generaciones es menos seguro cada vez. Y esto ha ocasionado que nazcan nuevas epidemias que pueden acabar con tanto dolor al planeta. Es así, la humanidad ha sido tan destructora que tal vez las pandemias nacientes solo quieren darle un respiro al planeta que un día fue suyo y lograron sin tanto esfuerzo acabarlo.

Virus como el Covid-19 hoy en dia ataca de una manera muy peligrosa a los seres humanos, este virus no es una simple gripe, indudablemente puede acabar con la vida de cientos de personas alrededor del mundo, esto ha ocasionado un obligatorio aislamiento en países afectados, pero ¿por qué decir que esta epidemia trajo un respiro al planeta? en Colombia, por ejemplo, los animales que días antes estaban amenazados por cazadores, se pasean libremente por las calles, bosques y praderas de ese territorio que siempre fue suyo y logró ser arrebatado por seres amantes del dinero sin importar a costa de qué, las hermosas playas y mares que rodean el continente colombiano  hoy dan un respiro a los estragos que dejan los turistas en el país, especies que anteriormente no se veían cerca de las costas como lo son los delfines se pasean por su ecosistema, la basura en exceso en la arena, está llegando a su fin, incluso la calidad del aire en distintas ciudades ha mejorado en gran medida, en Bogotá y Medellín la alerta estaba en amarillo y rojo respectivamente, debido al aislamiento las industrias dejaron de producir, por consiguiente,  hay menos combustión en el aire y más vida en las calles.  

Teniendo en cuenta los anterior, y sin dejar de lado el daño ocasionado a los bosques, selvas tropicales, caudales, ríos, entre otros. Es importante resaltar que Colombia tiene en su geografía parte del pulmón del mundo, pulmón que por falta de conciencia la población se ha dedicado a la tala absurda de árboles, acaban con la fuente de oxígeno del MUNDO y con el hábitat de muchos animales que tal vez se encuentren en vía de extinción.

No estaría demás mencionar que las empresas de cierto modo están fallando en su Responsabilidad Social Empresarial, ¿realmente se preocupan por el medio ambiente?. Dentro del desarrollo sustentable se encuentra la economía, el medio ambiente y la sociedad, pero, la sociedad del país se encarga de destruir ese entorno, lo cual implica que Colombia podría seguir siendo un país tercermundista si no cambia ese ideal de caza y tala ilegal.

Por lo anterior, es fundamental inculcar a la población la importancia y cuidado del medio ambiente y las especies diversas de las selvas y bosques colombianos, teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra el país.

La situación no solo de Colombia sino del mundo es caótica, es momento darle un giro rotundo a las circunstancias y brindarle la oportunidad a las nuevas generaciones de disfrutar un planeta Tierra con las mejores condiciones de vida, aún hay tiempo de hacer algo por la vida.
De tal forma en este ensayo se buscará indagar en los acontecimientos ya expuestos, pues es una realidad que vive el país y efectivamente, pronto termine el aislamiento obligatorio la población podría caer en el mismo error de años.  

La otra cara del coronavirus, aparte de conocer que es un virus que ha afecta a miles de personas a nivel global y se ha denominado como pandemia, siendo este un problema de salud y seguridad humana grave pero a medida que las personas, empresas y Gobiernos están cambiado sus comportamientos y patrones cotidianos para contener (o evitar) el virus, también se han producido efectos en el medio ambiente que ha traído consigo beneficios inesperados para la naturaleza ya que son fenómenos contados por el mundo para el mundo, “un puma camina por las calles de Santiago, en Chile. Jabalíes se pasean por Barcelona, en España. Delfines nadan en las costas de Cagliari, en Italia. Patos recorren tranquilamente París, en Francia. Esos fueron algunos de los episodios que se registraron desde el inicio de la cuarentena por el Covid-19 en distintas partes del mundo y demuestran que, cuando el hombre se ausenta, la naturaleza recupera su lugar.” (Barberena, 2020)

Según lo anterior, se trata de un fenómeno propio de los tiempos de pandemia, que los humanos, encerrados en sus casas, viralizan a través de las redes sociales y suponen un desafío para la era post-Covid-19 dando fin a la cuestión: ¿es posible repensar la relación entre los humanos y la naturaleza?, para Romain Julliard, “quizás el fenómeno más importante es que nuestra manera de ver a la naturaleza está cambiando: las personas confinadas se están dando cuenta de cuánto extrañan la naturaleza”.

“Aunque el alivio sea momentáneo y no resuelva, de fondo, la crisis climática actual, lo cierto es que el coronavirus está trayendo buenas noticias al medio ambiente” decreta el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Gutérres en una comparecencia reciente, sin embargo no solo es de manera ambiental, el “impacto” a las industrias de alto calibre de cada país, se han visto obligadas a la reducción en el número y frecuencia de vuelos entre muchos destinos en todo el mundo, o la suspensión de grandes concentraciones y eventos deportivos, sociales y culturales, así como las precauciones a las que se están sometiendo los ciudadanos en sus movimientos particulares, está trayendo como consecuencia una clara bajada en el nivel de emisiones de gases contaminantes.

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