LA PARTICIPACION POLITICA DE LA MUJER EN LA DEMOCRACIA COLOMBIANA

LA PARTICIPACION POLITICA DE LA MUJER EN LA DEMOCRACIA COLOMBIANA

Cuando vemos la lucha que presentan las mujeres en algunos países del mundo, como el reciente caso de Malala, una niña de nacionalidad siria, quien ha arriesgado su vida, simplemente para obtener el derecho a aprender el a leer y escribir; esto, sin contar tantas otras mujeres que han sacrificado su vida en el medio oriente tan solo para obtener los más mínimos derechos, como andar hombro a hombro con el hombre; y vemos como en Colombia, a partir de 1954 el país toma la decisión de dar a las mujeres la oportunidad de decidir de manera democrática sus gobernantes.

Más allá de los derechos adquiridos y de las oportunidades que se le abren a la mujer en Colombia, hace falta una verdadera participación, pero sobre todo un liderazgo por parte de la mujer que permita que lleguemos a ocupar la más alta posición del estado como lo es la presidencia de la república; en lo cual, no veo un verdadero liderazgo ya que es un pequeño porcentaje de mujeres las que participan decididamente en la política.

Un ejemplo claro, se presenta en la conformación de las diferentes listas que son sometidas al pueblo, y en las cuales, la conformación mínima de un 33% de mujeres en las que se evidencia la apatía que tenemos para participar en dichos listados, haciendo difícil la conformación porcentual de dicha ley.

Pero sin ir más allá, nos podemos dar cuenta que el apoyo de la misma mujer hacia las candidatas de su mismo género no es la más fuerte, debido a que las mujeres muchas veces no confiamos ni siquiera en los ideales que muestra el género femenino; sin embargo, en los últimos años, esto ha ido cambiando, y hemos podido observar como los porcentajes de mujeres que realizan una participación directa en la política, han ido en aumento.

En la constitución del año 1991 (constitución que rige actualmente en Colombia), en los artículos 13 y 43 no solamente se reconoció una ley benefactora hacia la mujer, que dice que se debe mantener la igualdad entre los dos géneros (hombres y mujeres), sino también, menciona en el artículo 40 que las mujeres tienen la obligación de brindar una adecuada y efectiva participación en la administración pública. La unión entre la Mujer, la democracia y la institucionalidad, dio como resultado, la expedición de dos leyes, que tienen como fin, crear un aumento de la representación política por el lado de la mujer.

Las diferentes ramas del poder público han estado abriendo puertas y oportunidades para las mujeres, de tal manera, que hoy por hoy, su participación activa en los diferentes entes del estado no solo es comúnmente aceptada, sino que cada día es más frecuente.

Uno de los grandes avances, ha sido la ley de cuotas (LEY 581 de 2000 – “señala que el 30% de los cargos de nivel decisorio y en la estructura de la administración pública deben ser ocupados por mujeres”); esta ley ha intentado garantizarle a las mujeres una efectiva y adecuada participación no solo en la Democracia Representativa, sino también en las diferentes ramas del poder público; sin embargo, se hace necesario promover una Cultura Política, que incentive en la mujer  el interés por generar cambios relevantes en el proceso de desarrollo nuestra sociedad actual, desde el punto de vista de sus necesidades tanto como de las poblaciones más vulnerables en Nuestro País.

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