LA REALIDAD DE LA SALUD EN VENEZUELA

República Bolivariana de Venezuela[pic 1]

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Nacional Experimental de Lara “Martin Luther King”

Núcleo-Cabudare.

Curso: Salud Pública.

LA REALIDAD DE LA SALUD PUBLICA EN VENEZUELA.

Participante:

Mariangel Patricia Torres Sarache  C.I.28.348.746

Teléfono:

0414-5244715

Carrera:

Fisioterapia

Sección: 2002

Facilitador:

                                           Druxi Duno

La salud en Venezuela se encuentra en un estado inquietante, se ha ido deteriorando al pasar de los años, volviéndose un centro que solo muestra la gran ineficiencia y corrupción, simplemente un mecanismo de control político y social de la población más debilitada con el objeto de pacificarla, haciéndole creer que el gobierno se ocupa de ella.

En consecuencia la estructura de la economía y la dinámica coyuntural socioeconómica ha impactado de manera relevante el sistema de salud venezolano, profundizando problemas de vieja data como la fragmentación, segmentación y “privatización” del sistema y provocando el surgimiento de nuevas dificultades como escasez de insumos médicos, opacidad en la información, disminución en la disponibilidad de médicos, particularmente para algunas especialidades; fallas en la dotación y equipos médicos de los centros de salud; medicamentos y vacunas, afectando la salud de la población que registra algunos retrocesos.

Ahora bien, desde la llegado oportuna del virus Covid-19, la preocupación de muchos venezolanos se incrementó al tener en cuenta la crisis sanitaria que ya atraviesa nuestro país. Fallas que ya se han mencionado anterior mente, de infraestructura en los hospitales públicos, un acceso poco eficiente e irregular a insumos médicos y medicinas, hasta el reducido número de médicos y enfermeras que han dejado de trabajar por los bajos salarios que ofrece una economía marcada por la hiperinflación y la recesión.

En este sentido, el país que a duras penas logra enfrentar esta pandemia, es participe de ver como surgen otras enfermedades, eliminadas en el pasado, se vuelven a propagar en el territorio, como la malaria, la difteria y el sarampión. Las dos últimas infecciones volvieron porque el Estado no pudo mantener en óptimas condiciones las coberturas de vacunación en más del 95% de todo el país.

Siendo así, el presidente elevo el 95% la cuarentena. La orden en las calles era dejarlas "limpias", incluso la poca afluencia de transeúntes fue propicia para el emprendimiento de una labor de desinfección de las vías. En principio, Maduro recomendó el uso de mascarillas a toda la población que se movilizara. Pero algo jugó en contra: el Gobierno no ofrecía tantas mascarillas para proteger a la población y las personas no contaban con unos 3.5 dólares para comprarlas en una farmacia, donde el salario mínimo equivale a 2.3 dólares.

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