“LA SEXUALIDAD DESDE LA IGLESIA CATÓLICA”

 “LA SEXUALIDAD DESDE LA IGLESIA CATÓLICA”

ALBERTO MÚNERA DUQUE

Felipe Armando Cortés

Pontificia Universidad Javeriana

Las interpretaciones a lo largo de los siglos por la religión católica del antiguo y nuevo testamento han estado tergiversando y confundiendo a sus intérpretes,  llevando a lo largo de los años a mutar las percepciones sobre la sexualidad y otros temas los cuales la iglesia lleva a un rango más alto de importancia según la historia lo ha demostrado, desde la brujería hasta la homosexualidad hoy en día.

El texto del auto Duque habla sobre la percepción de la iglesia católica frente a temas como la sexualidad y la genitalidad donde entra dando a entender que esto ha sido tergiversado a lo largo de los siglos diciendo que la santidad y la virtud desde la religión, implica renunciar a cualquier contacto con lo sexual y es así como abre el tema. Se menciona que uno de los argumentos dónde nace este tabú de la sexualidad y de la misma genitalidad (condición biológica inmutable, ¿pecaminoso?) nace de la intención de ser ángeles, los cuales, según Duque se es considera asexuados, cada acto relacionado puede llevar a ser no apto para la inmortalidad vista desde la religión. Cuando se llega al punto de la reproducción en parejas casadas, como dice el autor, se “acepta a regañadientes”.

Parte del camino religioso tradicional muestra el concepto irrefutable del celibato, dónde ‘exigen la abstención completa de relaciones sexuales a todos obispos, a los presbíteros, y diáconos solteros o viudos, a los cuales no se les permite ni casarse ni volver a casarse’ y con esto los practicantes de éste se les considera en un estado superior de vida cristiana, es decir que ésta práctica religiosa es, en lo personal, la muestra más clara de la interpretación de la sexualidad como un tabú o muestra más mundana del ser humano como hijo de Dios.

Continuando con lo anterior la religión muestra que los sacerdotes (a los cuales se les exige el celibato) son el puente entre lo terrestre y lo divino, entre los ‘comunes’ religiosos y Dios, pero Duque menciona que el nuevo testamento cambia este paradigma y dice que sacerdotes, creyentes y demás somos de igual manera relacionados con Dios, aunque practicamos la religión de manera diferente.

Algunas interpretaciones de los textos bíblicos arrojan la idea que el ser humano por el sólo hecho de nacer y ser hijo pecadores de Dios no pueden sentir placer alguno y la vida debe padecer para obtener la vida eterna, como lo menciona Duque.

Todo esto se transformó, se dejó el radicalismo del placer o padecer de la vida humana con la interacción del nuevo testamento en la vida religiosa; varios pasajes de la biblia respaldan la idea que se puede ser más permisivos con estos temas tabú y radicalizados desde los inicios, dejando claro que ‘no existe realidad en el universo y mucho menos del ser humano que no sea buena’ lo que deja entrever que cualquier actividad humana, sexual y biológica en sí no puede ser rechazada o relacionada con maldad.

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