EL AMOR Y LA SEXUALIDAD: UNA MIRADA DESDE LA SEGUNDA MODERNIDAD.

EL AMOR Y LA SEXUALIDAD:

UNA MIRADA DESDE LA SEGUNDA MODERNIDAD.

INTRODUCCIÓN.

Este presente trabajo, estará basado primordialmente, en el artículo de la socióloga Natalia Tenorio Tovar, titulado: “Repensando el amor y la sexualidad: Una mirada desde la segunda modernidad”, con apoyo bibliográfico de la misma autora y de otros, pero siempre referente al tema de investigación central del artículo de la autora Tenorio Tovar Natalia: Parejas en la segunda modernidad en una realidad mexicana.

Se resumirá y se analizarán las entrevistas que fueron aplicadas en la investigación del artículo de la autora (TENORIO TOVAR, Repensando el amor y la sexualidad: una mirada desde la segunda modernidad, 2012)a nueve tipos de parejas diferen¬tes acerca de lo que cada uno de considera que es el amor, cuestiones sobre su vida sexual, la confianza y la fidelidad.

Objetivos de la investigación de la autora:

 Hacer una comparación entre parejas que podríamos llamar tradicionales y parejas modernas.

 Mostrar los cam¬bios, tanto en el discurso como en las prácticas, de las parejas en la segun-da modernidad tal como fue definida por Anthony Giddens, para analizar de qué forma podemos emplear sus teorías para explicar realidades como la de la ciudad de México.

DESARROLLO.

El artículo (TENORIO TOVAR, Repensando el amor y la sexualidad: una mirada desde la segunda modernidad, 2012) trata sobre las relaciones amorosas en la actualidad, específicamente de lo que tiene que ver con la de¬finición del amor que tienen las parejas y la forma en que prac¬tican la sexualidad.

La investigación se topó con dos problemas fundamentales del desarrollo del tema respecto al enfoque de la sociología en la actua¬lidad:

1. Un enfoque de la sociología postula que los pro¬blemas de las parejas tienen que ver, en su mayoría, con las relaciones macro (retroalimentación del sistema familiar-social: de adentro hacia afuera), es decir, con las grandes instituciones como: el Estado, la economía, la religión, la política, etc.

2. Otro enfoque dentro de la sociología postula que los pro¬blemas de las parejas tienen que ver con la intimidad y la vida privada (conyugal) y con los vínculos con los fami¬liares inmediatos.

La resultante de este proceso dio pie a que la autora efectuara una revisión crítica de los conceptos y premisas de la so¬ciología y la construcción de nuevas teorías que dan cuenta de los cambios en las relaciones sociales.

En México se observa una reestructuración de las relaciones amo¬rosas que se refleja en una “multiplicidad creciente de situacio¬nes” de pareja (Beck & Beck-Gernsheim, 2001). Tenemos conocimiento que los modelos de pareja se han ampliado tanto en el mundo como en nuestro país, encontrando en estas las siguientes: matrimonio, unión libre, concubi¬nato, relación abierta, con amor y sin él, noviazgo, sexo sin rela¬ción amorosa y relaciones amorosas sin sexo. Así pues, existen nuevas situaciones de pareja en México sobre las cuales la sociología debe dar cuenta.

EL AMOR, LA SEXUALIDAD Y LA MODERNIDAD.

El amor.

Para efectos de este trabajo se concebirá la definición del amor como un sentimiento, en la cual interviene la construcción social-histórica en relación intima con la modernidad (modelos contemporáneos de sentimiento amoroso) y la individualización (dentro de nuestra cultura de amor romántico , implica que la elección de pareja lo hacemos con base en nuestras cualidades personales y en la generación de afecto/sentimientos por esa persona, no tanto según pautas familiares, tra¬dicionales o económicas).

En breve, las principales características del amor [romántico] son cierto grado de reflexión acerca de los sentimientos que se tienen hacia la pareja, sobre la intensidad del afecto y sobre si es suficiente para mantener una relación de largo plazo. También crea una historia compar-tida entre los miembros de la pareja que los separa del resto del grupo social y los hace funcionar como una unidad distinta, en una especie de burbuja que mantiene a los individuos en un espacio íntimo y propio de la pareja. Para forjar esta intimidad es necesaria tanto una conexión sexual como una inversión emo¬cional, lo que constituyó una novedad histórica en la forma en la que amamos.

La sexualidad.

En tiempos antiguos, la sexualidad siempre estuvo asociada con la procreación y placer físico de los hombres, especialmente de los de status mas altos; no es si no hasta finales del siglo XX, que empieza a adquirir importancia en base al amor romántico como satisfacción personal y conyugal

La propuesta de Giddens se basa en la idea de un nuevo tipo de amor llamado “amor confluente”, que rompe con las características del amor romántico de antaño, se menciona que el amor debe implicar cierta igualdad entre los géneros, por lo que los hombres son tan susceptibles a enamorarse como las mujeres, y tienen el deber de cultivar el sentimiento y la relación tanto como ellas. En las parejas actuales observamos una tendencia a “des-feminizar” el sentimiento amo¬roso y sus prácticas (el hombre puede y debe demostrar el afecto que siente por su pareja, ser más expresivo, participar activamente en la construcción del vínculo amoroso a lo largo de toda la relación).

Primera y segunda modernidad.

Una de sus carac¬terísticas esenciales en las relaciones de pareja, es su dinamismo, referente no sólo al ritmo en que avanza el cambio social, que es mucho más rápido que el de todas las sociedades anteriores, sino también a sus metas y a la profundidad con que afecta a las prácticas sociales y a los modos de comportamiento antes existentes.

Primera modernidad:

Es la llamada pareja tradicional. La pareja, es elegido/impuesto según pautas familiares, tra-dicionales o económicas. Para cada uno de los miembros de la pareja, el amor es un sentimiento que cambia con el tiempo: el amor [inicial] se transforma con la convivencia y los años en amor [¿de respeto?]. Para entender la tradición es necesario penetrar el tiempo- espacio en una manera que solo se hace posible con el invento de la escritura (permite el distanciamiento de la separación de tiempo y espacio por que permite crear las perspectivas pasadas, presentes y futuras) (FIGUEROA, 2011).

Segunda modernidad:

Es la llamada pareja moderna. Giddens enfatiza en que la principal característica de la segunda modernidad es su reflexividad (por su compleja diversi¬dad de “opciones y posibilidades” que genera confianza-riesgo en la elección y mantenimiento de pareja), en un

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