LO PUBLICO

Lo público puedo entenderlo como un campo de nuestra vida social, en el que se puede formar la opinión pública; también lo puedo definir como el espacio de conocimiento y reflexión de la sociedad sobre sí misma y de las propuestas y acciones colectivas; dado lo anterior se entiende por interés público la colección de todos los intereses, en donde existe el elemento de la asociación y cuya expresión es la ley.

Lo público como aspecto que permite definir los intereses y asuntos que son propios de la administración pública los encontramos en el pensamiento de Bonnin quien caracteriza el elemento público como aspecto inherente a la administración. (Bonnin, 1808)

El interés colectivo y del bien común no es solo potestad del gobierno, sino de la sociedad que mueve el espacio público, es ella quien debe participar en su definición, gestión y control.

Partiendo de esta idea, puedo relacionar lo público como un espacio de mediación entre la sociedad y el Estado, plataforma para la participación social, la concertación y aplicación de políticas públicas.

La percepción de lo público ha rediseñado desde la ética el manejo de lo común, el cual ha sido corrompido por malas prácticas políticas. Sería pertinente devolver el hálito de transparencia que permita renovar la fe en las prácticas políticas y/o colectivas.

La calidad de lo público no es indistinta para conceptuar la calidad de una democracia, pues la fuerza y diversidad de este espacio delimita sus posibilidades de despliegue y profundización.

Sin embargo, lo público se sustenta tanto de la energía proveniente de la asociatividad, participación, deliberación y auto-organización de la sociedad civil, como de la universalidad que el Estado debe asegurar para tornar efectiva la democracia.

Si hablo de democracia, me veo obligada a colacionar la participación ciudadana, gracias a ella se refleja un cambio de actitud en los ciudadanos al momento de asumir el papel de actor responsable en la definición y realización de los intereses de la colectividad, en lugar de esperar a que el Estado se encargue de ello, es decir hace referencia a la participación de los grupos sociales en la vida colectiva y los intereses colectivos o públicos.

Hablando más claramente deduzco que, si la democratización incluyente y deliberante es condición casi obligatoria para la construcción de lo público, es igualmente obligatorio que nuestros gobernantes avancen decididamente en el desmantelamiento de las causas de la exclusión social, porque si no se logra resolver adecuadamente la problemática de la justicia y la inclusión social, tampoco se podría esperar un desarrollo de la humanidad en condiciones de equidad y solidaridad en las sociedades.

Lo público pretende demostrar variedad de temas que se discuten actualmente: la responsabilidad

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