LOCAL DE FIESTA INFANTIL- DEFINICION
Enviado por davevalencia • 28 de Febrero de 2013 • 676 Palabras (3 Páginas) • 770 Visitas
En Palermo hay muchos lugares que se alquilan para fiestas.
Hace muchos años, cuando uno quería hacer una fiesta, sea de cumpleaños, de casamiento, de aniversario, de graduación, de quince o lo que fuera, uno recibía a la gente, a los invitados en su casa. Pero los tiempos cambiaron.
Actualmente la economía está mucho más orientada a los servicios que a la producción. Los servicios son cada vez mas inimaginables y uno de los que más ha crecido es justamente la oferta de lugares en los que uno puede hacer una fiesta. Los hay para todos los gustos y presupuestos.
Las ventajas son múltiples, previo pago de un estipendio a veces no justamente tan módico. Es que los lugares o salones para fiestas tienen toda la infraestructura para hacer de un evento un suceso que en los días subsiguientes serán el comentario elogioso de los invitados, que es lo que muchas veces queremos.
Desde mesas, sillas, vajillas, mantelería, salones amplios, equipos de luces o de audio, además del ya infaltable servicio de catering, forman parte del servicio.
Muchas veces ofrecen todo tipo de shows como cantantes, magos, presentadores, cómicos. Además algo novedoso: si la fiesta es una despedida de soltero o de soltera, en muchas oportunidades hasta se ofrecen los ya tradicionales strippers.
La existencia de estos salones tiene su origen en muchos factores. Pero para quien puede pagarlos, no solo existe el beneficio de un espacio o una infraestructura mayor, probablemente la principal ventaja sea que cuando la fiesta termina, no es necesario arreglar el desastre que dejan los invitados.
Además estos salones normalmente están ubicados en zonas de fácil acceso, con lo cual la asistencia se ve facilitada. Todo enlatado. Las tradicionales hamburgueserías ya son clásicos cuando llega la hora de hacer algún cumpleaños infantil. Payaso, globos, la cajita feliz, el pelotero, están siempre disponibles para evitar que treinta o cuarenta niños se las pasen gritándonos en el oído.
Si hasta vidrios han puesto para separarnos de la debacle. Además, para cualquier madre o padre, limpiar el quilombo que semejante cantidad de pibes dejan, suele ser francamente un tormento. Lo que sí hay que reconocer que si bien estos lugares para fiestas cumplen una función importante, se ha perdido la calidez que había en los tradicionales cumpleaños que muchos vivimos en nuestra niñez. Corrían otros tiempos.
Una vida menos ajetreada permitía que cuando iban llegando los invitados, el olor a torta invadiera nuestras narices. Que la guirnaldas tuvieran el toque de cada hogar. Y , por sobre todas las cosas, que la piñata no fuera cobrada como un adicional.
La modernización , como todo, tiene ventajas y desventajas. Los salones de fiestas nos abrevian muchos problemas,
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