LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA POLÍTICA SOCIAL
Enviado por escalona • 4 de Junio de 2012 • 4.639 Palabras (19 Páginas) • 1.188 Visitas
LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA POLÍTICA SOCIAL
Introducción.
El desarrollo humano aparece como una nueva cuestión social del siglo XXI, como consecuencia de las fracturas sociales que se presentan en este nuevo mundo globalizado y que motiva redefinir una nueva política social, que necesita de nuevas reflexiones y estrategias eficaces para la medición de lo político y lo económico, para poder alcanzar los objetivos conociendo las causas disgregadoras de la sociedad. Por lo consiguiente la sociedad moderna tiene nuevos retos originados por una globalización desmedida y creciente, teniendo una nueva fase de producción capitalista donde el capital se internacionaliza de una manera acelerada, en lo social ahora también esta sujeto a cambios con una mayor organización, mas allá de Estado-Nación para poder mantener un control y evitar desequilibrios sociales.
El conjunto de políticas sociales tienen una relación directa con las causas y efectos estructurales que genera el sistema económico de cualquier sociedad y que se presentan en una manera clara en la disgregación social generando desigualdades sociales, que es la función principal del desarrollo humano ver la manera de que haya igualdad, equidad para que el desarrollo social tenga un equilibrio y se tenga una mejora en las condiciones de vida de las poblaciones y por consiguiente el crecimiento del desarrollo económico.
Como definición el desarrollo humano es el proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos a través de un incremento de los bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno en el que se respeten los derechos humanos de todos ellos. También se considera como la cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio medio, para ser o hacer lo que él desea ser o hacer. El Desarrollo Humano podría definirse también como una forma de medir la calidad de vida del ser humano en el medio en que se desenvuelve, y una variable fundamental para la calificación de un país o región.
El desarrollo humano, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, integra aspectos del desarrollo relativos al desarrollo social, el desarrollo económico (incluyendo el desarrollo local y rural) así como el desarrollo sostenible.
Desarrollo.
La Política Social, sensu stricto, nació durante el siglo XIX como “moralización de la economía”, de la mano de la Sozialpolitik germana, y ligada a la generalización de la legislación laboral y los seguros sociales; un fenómeno que nos remite a una cuestión social originaria, el llamado problema obrero, eminentemente industrial y con trabajo y capital como protagonistas. Posteriormente, tras la Segunda Guerra mundial, la difusión del paradigma del welfare anglosajón por Europa Occidental, dio lugar al nacimiento del denominado como Estado del bienestar, constitucionalización de los “derechos sociales” y universalización de las prestaciones socio-económicas básicas (Tirmuss, 1981). Pero el siglo XXI debe discernir el contenido y dirección de la nueva cuestión, ante una revolución tecnológica que transforma, rápidamente, las formas individuales y colectivas de existencia. Ahora bien, Patrick de Laubier mostraba como toda Política social, realizada en el pasado o proyectada en el futuro, “dependía y depende de una voluntad política y de una situación económica”; de ellas surgen sus creaciones, se determina su posibilidad, pero también surgen sus contradicciones . Las “fracturas sociales” emergentes (de nuevo cuño o de persistente problemática) que conlleva esta nueva cuestión, así como las nuevas “mentalidades sociales” asociadas, fruto de una economía globalizada y una comunicación de ámbito mundial, impelen a reflexionar sobre las teorías y los métodos hasta ahora empleados
Los sectores de la política social tienen una nueva perspectiva, que está destinada a resaltar los cambios y las aceleradas transformaciones de las últimas dos décadas en materia de progreso social (conocidas como etapas de transición), la cual contempla tres momentos de análisis:
1. ubicar a la transición en el contexto de la globalización, enriqueciendo los debates acerca de la desigualdad social y la internacionalización de los procesos sociales.
2. hacer referencia al debate entre desarrollo o crecimiento, resaltando la controversia entre el modelo dominante y el emergente.
3. analizar las bases sobre las cuales se construye el concepto de desarrollo humano.
El propósito básico del desarrollo humano es ampliar las opciones de las personas. En principio, estas opciones pueden ser infinitas y cambiar a lo largo del tiempo. Por lo general, las personas valoran logros que no aparecen del todo, o por lo menos inmediatamente, en cifras de ingreso o crecimiento: mayor acceso al conocimiento, mejor nutrición y servicios de salud, medios de vida más seguros, seguridad frente a crímenes y violencia física, un tiempo libre más satisfactorio, libertades políticas y culturales y un sentido de participación en actividades comunitarias. El objetivo del desarrollo es crear un ambiente que permita a las personas disfrutar de una vida larga, saludable y llena de creatividad.
El paradigma del desarrollo humano lleva a cabo un importante servicio al cuestionar el supuesto vínculo automático entre la ampliación del ingreso y la ampliación de opciones humanas. Dicho vínculo depende de la calidad y distribución del crecimiento económico, no sólo de la cantidad de dicho crecimiento. Un vínculo entre crecimiento y vidas humanas tiene que crearse a conciencia a través de políticas públicas deliberadas, tales como el gasto público en servicios sociales y en políticas fiscales para redistribuir el ingreso y los bienes. Este vínculo no existe dentro del accionar automático del mercado, lo que puede marginar aun más a los pobres.
Transición y globalización.
Los inicios del “nuevo proceso de globalización” se caracterizaron a partir de los años setenta por la recesión a nivel mundial, los países no habían podido mantener sus ritmos de crecimiento económico ni habían logrado el “derrame” para los sectores mayoritarios de la población.
La idea de que la globalización representa algo nuevo es una presunción de finales del siglo veinte. Los países en desarrollo han sido integrados crecientemente en una economía global desde el descubrimiento del Nuevo Mundo hace ya más de cinco siglos. Existen algunos importantes elementos de continuidad entre el pasado y el presente, incluyendo el papel de los países ricos en la gestión de los mercados globales para favorecer sus propios intereses. Sin embargo, a principios del siglo veintiuno la globalización está revolucionando
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