La Amistad

En la antigua Grecia, los helenos, inmortalizaron a la juventud con una estatua, conocida mundialmente con el nombre de EL EFEBO. Es un joven que tiene en la diestra una Rosa y en la mano izquierda… un Espejo.

Magistral, elocuente, sublime, integral el concepto del gran escultor, que además de la belleza expuesta en las formas anatómicas, supo captar la edad de la contemplación, la edad del amor, de ese amor amistad al que la doctora Carlota Bulher, llama FLEMMA, también, acertadamente, porque eso es lo que arde en el corazón del adolescente… La Amistad… Amigos para siempre.

Estimados jueces en este certamen de la palabra.

Queridos maestros.

Amigos todos…

De todos los verbos de la primera declinación, los terminados en la silaba AR, AMAR es el que tiene la raíz más hermosa, la silaba AM, pues de ella derivan: Amor, Amar, Amistad, Amigos, y de esto es de lo que quiero hablarles hoy, de los grandes amigos.

La amistad es sembrar con ternura y cosechar con alegría, porque los amigos que viajan juntos por el tiempo de las edades le imprimen a todas las cosas que hacen un aliento de su propio espíritu.

Un verdadero amigo es aquel que aún teniendo poco, lo da todo. Estos son los que creen en la vida y en su bondad y a través de sus manos nos habla Dios, y a través de sus ojos Dios sonríe sobre la faz de la tierra.

¿Dónde se hacen los amigos? Los amigos no se venden en las tiendas, ni los descubres en la sección amarilla. Los amigos verdaderos están en tu corazón desinteresado que lo da todo. Hay quien dice, yo le daría mi amistad pero solo al que lo mereciese. Los árboles frutales, los rebaños del campo, no dicen eso; ellos dan para poder vivir, porque el retener es perecer. Dios dijo: “Amaos los unos a los otros”, y nosotros los jóvenes lo entendemos así, sin egoísmos, desinteresadamente.

Es en la escuela donde convivimos más tiempo con los compañeros de aula, compartimos nuestras alegrías y nuestras tristezas, nuestras preocupaciones, nuestros sueños y deseos, al mismo tiempo que los valores que nos transmiten nuestros maestros y los consejos de nuestros padres se van conjugando para cernir hasta que se manifiesta la verdadera amistad. La línea entre compañeros y amigos verdaderos es una química, es una evaluación acuciosa del alma que selecciona a los de este lado de la línea, el lado de los amigos verdaderos.

Hay amigos… a los que el tiempo separa, el cambio de escuela, el cambio de vida y quizá al encontrarnos ya de grandes en la vida profesional, nos brindemos ayuda, intercambiemos recuerdos, compartamos en las fiestas de exalumnos, pero nada más.

Hay otros que se llaman amigos y se acercan con una malsana intención y por lo mismo, tornan la amistad en una rosa efímera que se seca de inmediato.

Nosotros, debemos cultivar la amistad para todos

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