La Crisis De La Democracia

ENSAYO

“PERFECCIONISMO Y UTOPIA”

GIOVANNI SARTORI

NOMBRE : FRANCISCO ALVAREZ SANCHEZ

Introducción

Si bien se sabe, la democracia es un sistema que tiene una infinidad de imágenes y conceptos que la describen, la palabra “democracia” en la mayoría de los casos es usada como sinónimo de libertad, considerada como libertad a elegir y decidir, pero una democracia no puede formar sus pilares en un régimen político solamente como una forma de gobierno y estructura económica social, sino también en valores, actitudes y conductas democráticas .

Si creemos que la base de una sociedad democrática es aspirar al bien común, y si existe un bien común existe un ideal que se busca en la sociedad, para tener más claridad nos haremos la pregunta ¿que es un ideal?.

Un ideal es un estado inalcanzable pero infinitamente aproximable, aunque la aproximación no requiere ser continua, toda vez que puede darse a saltos, con discontinuidades, según la definición de A. Cíntora. En principio, sólo los seres humanos pueden tener ideales o desarrollar un comportamiento en busca de ideales. Puede decirse que, entre otras causas, la aproximación continua en busca de ciertos ideales ha participado de lo que comúnmente se denomina progreso de la humanidad .

Después de un análisis a la Lección N° 4 del libro “La Democracia en treinta Lecciones”, de Giovanni Sartori, nos surge una pregunta con respecto a esa lección que trata el tema Perfeccionismo y Utopía. En efecto, partiendo de la base que para la democracia son fundamentales los ideales, de manera que sin ellos no existiría una democracia, la interrogante que nos podemos formular es ¿En qué situación se encuentra la democracia en Chile? ¿Están siendo representados las ideas de los Chilenos?

Desarrollo

La primera respuesta que se nos ocurre es la posible crisis de ideales que pudiera existir en los ciudadanos de Chile. Uno de los antecedentes en cuales nos basamos es la baja participación electoral que se demostró en la última elección municipal, pues según una cifra preliminar hubo un 60% de ausencia en el voto. Por tanto, es de suponer, en principio, que cada integrante del universo de electores ya no cuenta con un representante de sus ideales, si entendemos que un representante actúa en nombre de su representado para la satisfacción, al menos en teoría, de los intereses de éste . Si profundizamos en esta idea, podríamos deducir que la baja participación en el último evento electoral es una disminución de los ideales a representar; dicho de otro modo, la representación así lograda implica una relación social distinta, en la cual existe un dominante que actúa en nombre de un dominado . Bajo este punto de vista, y considerando que los ideales son fundamentales para la existencia de la democracia, ésta no se desarrolla en toda su plenitud.

Otra de las respuestas que nos surgen es la posibilidad de poca atención por parte de los representantes de los ideales que persigue la ciudadanía y, en consecuencia, actúan bajo una realidad donde el régimen de democracia sólo permite el ejercicio formal del derecho y no la participación representativa de ideales. ¿Será que no son lo suficientemente eficientes para captar esos ideales?

Al analizar estas distintas miradas, y teniendo presente que representar significa presentar algo de nuevo o asumir el rol del ausente –en este caso los ideales–, puede concluirse que hoy en día el estado democrático sólo garantiza una representación de algo utópico.

Y otra de las respuestas que nos podemos formular es que no están siendo representados los ideales. Nos conduce a esta respuesta, entre otros motivos,

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