La Desicion Publica
Enviado por pipe8905 • 28 de Octubre de 2013 • 2.676 Palabras (11 Páginas) • 455 Visitas
LA DECISIÓN PÚBLICA
Actuar es tomar decisiones. La decisión ocupa un lugar esencial en la jerarquía de los actos públicos, porque en ese preciso momento se juega la partida. Se seleccionan las soluciones. Los interesados en la política pública considerada verán afectada su situación. En principio, el momento de la decisión representa el apogeo del trabajo político y administrativo. Porque quien tiene la decisión ejerce el verdadero poder.
1. La decisión pública no es lo que parece
La primacía del acto de decisión ¿es un postulado o una hipótesis? Una buena higiene intelectual aconseja tomarla como una hipótesis que se trata, precisamente, de confrontar con hechos concretos. A este respecto, observa que múltiples actores intervienen a lo largo de procesos diluidos en el tiempo. Hay un juego en la sociedad política, y el decisor formal no es libre. La decisión pública es un compromiso entre múltiples actores interdependientes.
Niega todo valor a cualquier enfoque decisorio. La decisión, vista como un momento concreto, es un señuelo, una cortina de humo. Los «poderosos» no intervienen activa y ruidosamente en los procesos de decisión. Les basta con ser. El decisor público depende, pues, de terceros contra los cuales no puede decidir. Metodológicamente, la cuestión se plantea de forma directa: ¿ocurre algo pertinente en materia de política pública en el momento de la decisión? El decisor ¿es un actor que cuenta?
Existe una abundante literatura en materia de decisión en efecto, se entiende, implícitamente, que una decisión única es una «gran» decisión, un momento único de elección que marca una discontinuidad en el tiempo y en el espacio y que viene de arriba. Esta decisión tiene, pues, una historia. La pequeña decisión es automática, sin historia, y por lo tanto sin interés. Por su parte, las «pequeñas» decisiones no son siempre automáticas, simples, ni carentes de historia. También disponemos de una síntesis del estado de los conocimientos relativos a los procesos decisorios a nivel federal en Estados Unidos.
Algunos estudios detallados realizados en Francia cubren las políticas públicas nacionales, postergando el nivel local. Sus resultados sugieren una observación de orden general: existe una gran variedad de situaciones concretas a partir del momento en que están en juego decisiones importantes (Suleiman, Zysman, Grémion, Padioleau,).
- Es global. - Es política. Pasar de la necesidad y del problema a un acto público que determinara las soluciones y las ratificara oficialmente no constituía un paso evidente y necesario. Estas condiciones llevan a recurrir a una personalidad responsable de preparar la decisión. iii) Un estilo de decisión. La decisión se toma según un estilo muy particular: es global y autoritaria y hace referencia a valores políticos y sociales (igualdad en el acceso a las prestaciones públicas).
A políticas públicas diferentes, decisiones diferentes. Se reorganizan los servicios territoriales del Estado. Reúne personalidades del mundo socioeconómico regional nombradas por el Estado para dar su opinión sobre las políticas de interés general. Catherine Grémion muestra que, de hecho, el decisor público no es monolítico. Las medidas fueron elaboradas a través de un proceso largo y complicado que movilizó numerosos actores. No hay una decisión ni un decisor, sino una serie de estrategias y de compromisos entre dos puntos de vista, entre grupos que no comparten la misma solución.
La acción política interviene de manera intermitente, para señalar el objetivo general y, después, para arbitrar las medidas de detalle. La decisión, como innovación, es inversamente proporcional a la distancia de los altos funcionarios expertos que participan en el proceso con respecto al sistema administrativo propiamente dicho. Los trabajos de Jemous y Grémion ilustran proposiciones más generales tales como:
- El decisor político sirve de detonador para la elaboración de nuevas políticas públicas.
- Terceros grupos proveen estas soluciones, elaboran las opciones y aseguran su legitimidad operacional.
De ahí a ver desaparecer completamente el momento de la decisión y el decisor, no hay más que un paso. Este paso se da cuando la política pública compromete, incluso, el destino mismo de la colectividad.
Los hechos muestran, ante la estupefacción general, que jamás ninguna autoridad pública lo ha sabido. La responsabilidad política y el debate público aparecen ocultos, y los gobiernos son víctimas del engaño de la tecnocracia, abdicando de su papel. Tal vez el problema, si lo hay, reside en parte en la usurpación de la decisión pública por terceros, expertos o tecnócratas. Otra pregunta merece ser formulada, no moral ni cívica sino intelectualmente: ¿y si la forma en que razonamos habitualmente sobre la decisión política no fuera la adecuada?
2. Las actividades decisorias
¿De qué está hecha una decisión en materia de política pública? Buscar sus características profundas es una forma de proceder frecuentemente utilizada por las ciencias sociales. La finalidad del ejercicio consiste en poner de manifiesto las especificaciones propias de este tipo de decisión comparándolas, más o menos explícitamente, con las decisiones en otros sectores o campos (pequeños grupos, empresas, etc.).
Un enfoque corriente consiste en inventariar y nombrar las fases elementales necesarias para la constitución del llamado proceso de toma de decisiones públicas. La formulación designa el trabajo mediante el cual una apuesta se inscribe en la agenda gubernamental o un problema se transforma en alternativas para la acción, en soluciones.
Se hacen previsiones y se emiten opiniones sobre los méritos de las alternativas, sobre lo aceptable de las soluciones, sobre el devenir del problema una vez que se haya tomado la decisión.
- El análisis define la labor de investigación del problema, se buscan las opciones y las alternativas.
- La selección es el proceso de reducción de las opciones a una sola. Compromisos, negociaciones, coaliciones, sobrentendidos, claroscuros, constituyen otras tantas alternativas generadas en el curso de este proceso. La promoción política acompaña estrechamente la selección de una alternativa.
La interpretación entre el contenido y la forma sugiere que si en la acción pública los valores o las ideologías desempeñan un papel importante, la factibilidad y el realismo también cuentan mucho en la calidad de la formulación que adopta el decisor público. Una alternativa se presenta, por tanto, como un cálculo social que mezcla la factibilidad política -¿el objetivo y la solución son admisibles para terceros, son aceptables para quienes deben decidir?-
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