La Evaluación Pedagogica

La evaluación educativa

A través de los años, el concepto de evaluación en el ámbito educativo se ha ido deformando hasta un grado de utilizar la evaluación en los centros escolares para sancionar, en vez de mejorar. Con el paso del tiempo, generaciones tras generaciones han sido formadas con una evaluación que mide los resultados y no parte de ellos para trabajar las dificultades en las niñas y niños.

Se supone que la evaluación educativa es una práctica que se debe hacer de manera continua y que se debe tomar de base para planear las nuevas clases, pero hoy en día se toman más en cuenta los resultados obtenidos, dejando de lado los procesos con los que se llega a ellos. Debemos darle importancia al proceso con el que hemos llegado al resultado y no solo al resultado mismo, a qué precio, con que ritmo, el esfuerzo que se realizó, todo ello para poder evaluar de manera democrática.

Se han tomado ciertas características “observables” como objeto para ser evaluado y se han dejado de lado otros elementos que no se observan a simple vista en los alumnos y alumnas. Por ejemplo, en un trabajo de clase, evaluamos el resultado (el trabajo), pero no evaluamos la disposición con cual trabajo el alumno/a, no evaluamos el tiempo, el esfuerzo, entre otras características que si deberían ser tomadas en cuenta.

Se ha atribuido a la evaluación educativa una identidad negativa, un proceso que aparta a los inteligentes de los poco inteligentes, aquellos que saben y los que no. Lo podemos ver claramente en el revisado de los y las profesoras de educación básica, donde el subrayado de palabras mal escritas es más frecuente que la felicitación por una bien escrita.

Lo malo de la evaluación es que es cuantitativa y un número no te deja ver otros aspectos del alumno: como aprende, si tiene ganas de aprender, si estudia por su propia cuenta, si ha disfrutado lo que aprendió, entre otras cosas.

Como la evaluación es cuantitativa, los alumnos se interesan en aprender para el examen y no para adquirir competencias. Esto no es formativo ya que, si un alumno tiene buenas calificaciones, pero no sabe como exponer, no es un alumno que está formado.

Para evaluar correctamente debemos usar la evaluación en todos sus sentidos, es decir, la evaluación no debe ser igual para todos debido a que cada uno de nosotros tenemos distintas maneras de aprender. No solo nos debemos centrar en los conocimientos de los y las alumnas, también debemos prestar atención al contexto en el que se desenvuelve el alumno y las condiciones en las que vive.

Evaluacion compleja: lo necesario para evaluar bien.

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