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La Exclusion


Enviado por   •  4 de Mayo de 2014  •  16.100 Palabras (65 Páginas)  •  198 Visitas

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Desigualdad, exclusión y globalización: hacia la construcción multicultural
de la igualdad y la diferencia

Los sistemas de desigualdad y exclusión

La modernidad supuso un significado de la desigualdad y la exclusión diferente de las sociedades del antiguo régimen. La igualdad, la libertad y la ciudadanía se reconocen como principios emancipatorios de la vida social, mientras que a la desigualdad y la exclusión no se les reconoce legitimidad alguna.

La convergencia y reducción del paradigma de la modernidad al desarrollo capitalista, significó la contradicción entre los principios de emancipación (apuntaban hacia la igualdad y la integración social) y los principios de la regulación (pasan a regir los procesos de desigualdad y de exclusión producidos por el propio desarrollo capitalista).

La desigualdad y la exclusión pasan a ser dos sistemas de pertenencia jerarquizada:

• Sistema de desigualdad: la pertenencia se da por la integración subordinada, implica un sistema jerárquico de integración social, quien se encuentra abajo está adentro y su presencia es indispensable

• Sistema de exclusión: la pertenencia se da por la exclusión, está dominado por el principio de la exclusión pues se pertenece por la forma como se es excluido; quien está abajo, está afuera

El teorizador de la desigualdad en la modernidad capitalista es Marx: la relación capital/trabajo es el principio de la integración social en la sociedad capitalista, tal integración se funda en la desigualdad entre el capital y el trabajo, una desigualdad clasista basada en la explotación. Así, la desigualdad es un fenómeno socioeconómico,

Foucault es el teorizador de la exclusión. La exclusión es un fenómeno cultural y social, un fenómeno de civilización. En tal proceso histórico una cultura, mediante un discurso de verdad, crea una prohibición y la rechaza, establece un límite más allá del cual sólo hay transgresión: la locura, el crimen, la delincuencia o la orientación sexual. Se crea entonces un dispositivo de normalización que es calificador y descalificador. La descalificación como loco o como criminal consolida la exclusión.

Ambos sistemas de pertenencia jerarquizada son dos tipos ideales. En la modernidad capitalista son importantes otras dos formas de jerarquización, híbridas pues contienen elementos propios de la desigualdad y de la exclusión: el racismo y el sexismo, se fundan en los dispositivos de verdad que crean los excluidos foucaultianos, el yo y el otro, simétricos en una repartición que rechaza o prohíbe todo lo que cae en el lado errado de la dicotomía. En las dos formas de jerarquización se pretende una integración subordinada por el trabajo.

El sistema de desigualdad reposa en el esencialismo de la igualdad, ya que el contrato de trabajo es un contrato entre partes libres e iguales

El sistema de la exclusión reside en el esencialismo de la diferencia, ya sea en la cientifización de la normalidad, y por lo tanto de la prohibición, o en el determinismo biológico de la desigualdad racial o sexual.

Las prácticas sociales, las ideologías y las actitudes combinan la desigualdad y la exclusión, la pertenencia subordinada, el rechazo y la prohibición.

La desigualdad y la exclusión aceptan diferentes grados. El grado extremo de exclusión es el exterminio: el exterminio de los judíos y de los gitanos bajo el nazismo, la limpieza étnica hoy en día. El grado extremo de desigualdad es la esclavitud.

La desigualdad entre el capital y el trabajo, la exclusión de la prohibición, el racismo y el sexismo fueron construidos socialmente como principios de jerarquización social en el ámbito de las sociedades nacionales metropolitanas y de algún modo en ese espacio-tiempo fueron acogidos por las ciencias sociales. Pero desde el inicio de la expansión capitalista estos principios de jerarquización y discriminación tienen otro espacio-tiempo: el sistema mundial, donde igualmente se mezclan desde siempre los principios de la desigualdad y la exclusión.

En el sistema mundial se cruzan dos ejes: el eje socio eco nómico de la desigualdad y el eje cultural, civilizacional, de la exclusión. El eje Norte/Sur es el eje del imperialismo colonial y poscolonial, socio-económico, integrador de la diferencia. El eje Este/Oeste es el eje cultural, civilizacional de la frontera entre la civilización occidental y las civilizaciones orientales: islámica, hindú, china y japonesa. El imperialismo es la mejor traducción del eje Norte/Sur, así como el orientalismo es la mejor traducción del eje Este/Oeste.

La gestión moderna de la desigualdad y la exclusión

La regulación social de la modernidad capitalista se construye por procesos que generan desigualdad y exclusión, pero establece mecanismos para controlarlos o mantenerlos dentro de ciertos límites, y apuntan hacia una gestión controlada del sistema de desigualdad y de exclusión, así buscan la emancipación posible dentro del capitalismo.

Tales mecanismos confrontaron movimientos anticapitalistas, socialistas, con sus propuestas de radical igualdad e inclusión, que tendieron a concentrarse en una forma privilegiada de desigualdad o de exclusión. El marxismo se concentró en la desigualdad clasista y vio más claramente el eje Norte/Sur que el eje Este/Oeste.

Características principales de la lucha moderna capitalista contra la desigualdad y la exclusión.

El universalismo fue el dispositivo ideológico de la lucha contra la desigualdad y la exclusión, que asume dos formas en apariencia contradictorias:

• El universalismo antidiferencialista: opera por la negación de las diferencias, opera según la norma de la homogeneización, que impide la comparación por la destrucción de los términos de esta comparación. Fue accionado políticamente por el principio de la ciudadanía y de los derechos humanos

• El universalismo diferencialista: se da por la absolutización de las diferencias, se evidencia según la norma del relativismo, que hace incomparables las diferencias por la ausencia de criterios transculturales. Fue accionado como un recurso y en algunas ocasiones se produjo ante los fracasos más obvios del universalismo antidiferencialista.

El universalismo antidiferencialista se enfrentó a la desigualdad a través de las políticas sociales del Estado providencia y se opuso a la exclusión a partir de políticas de reinserción social en el caso de los criminales y con base en políticas asimilacionistas en el caso de los pueblos indígenas, las culturas minoritarias y las minorías étnicas.

Los principios abstractos de la ciudadanía y de los derechos, de la reinserción y del asimilacionismo tienen en el Estado su institución privilegiada. El Estado capitalista moderno

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