La Ganancia De Perder

IINTRODUCCIÓN.

La ganancia de perder es un tema que se puede tratar desde distintos puntos de vista y abarca variados aspectos de la vida, permite hacer reflexiones que si se ponen en práctica pueden ser provechosas para nuestras actividades.

El tema permite meditar, cavilar, especular y profundizar sobre las variadas circunstancias que lo rodean, además de admitir un múltiple conjunto de ejercicios que ejemplifican sus variantes.

El ensayo comienza haciendo una meditación sobre lo que implica el hecho de ganar o perder, para las personas, en la que se distinguen los perdedores y ganadores, distinguiendo las características de uno y otro.

Luego, varios ejemplos son tomados para demostrar como actúan estas dos posiciones; en la salud; en los negocios y más exactamente en una pirámide; también vemos como se aprovecha el perder en el fútbol; seguidamente se demuestra la situación de un avaro y por último, es el tema del amor el que nos ofrece sus cavilaciones para determinar cuando se pierde.

De pronto una limitación que se me presentó para la argumentación fueron los escasos recursos bibliográficos disponibles.

LA GANANCIA DE PERDER.

-En el análisis de un problema, el perdedor forma parte del conflicto mientras que el ganador está del lado de su solución.

Mientras que el perdedor busca un motivo para no hacer, el ganador tiene siempre un proyecto que lo entusiasma, que lo mueve a la acción y que forma parte de una estrategia personal más amplia. Es decir que el perdedor pone frenos y límites - "esto no me corresponde" - y el ganador pide hacerse cargo porque sabe que el que no hace no se equivoca pero tampoco aprende.

Ante las situaciones que se presentan el perdedor ve siempre amenazas. El ganador descubre oportunidades. En su interior, el perdedor observa sus debilidades y genera círculos viciosos. El ganador otorga prioridad a sus fortalezas y transforma sus defectos en virtudes ingresando en círculos virtuosos creadores de autoestima: el capital invisible y más valioso del hombre.

El perdedor vive las cosas como sucesos que le acontecen. El ganador genera cambios para que las cosas sucedan como él quiere que ocurran. Así, el perdedor va a la deriva mientras que el ganador se conoce sí mismo, sabe lo que quiere y esto le genera la energía necesaria para la acción positiva y eficaz.

El perdedor culpa a los demás de lo que le pasa. El ganador los respeta y comparte la frase de Confucio: "el hombre superior se acusa siempre a sí mismo, el inferior acusa a los demás".

El perdedor anticipa el fracaso por una versión negativa del futuro. El ganador lo ilumina con una idea y su deseo de concretarla.

Ante las dificultades, el perdedor se preocupa y hace sólo lo posible. El ganador se ocupa y hace todo necesario para superarlas aumentando continuamente su círculo de influencia.

El perdedor acepta pasivamente su destino, el ganador activamente lo inventa. El perdedor se complica analizando en exceso y termina paralizado por la duda y el miedo. El ganador simplifica y decide sobre lo complejo facilitando su resolución.

El perdedor nunca tiene tiempo, actúa como un bombero que siempre apaga incendios. El ganador se concentra en lo importante, en las tareas de alto rendimiento, sabe delegar y trabajar en equipo.

El perdedor se concentra en no perder. El ganador imagina el triunfo y visualiza las acciones necesarias para lograrlo. Se concentra en ganar.

El perdedor se debilita con los fracasos. El ganador aprende de ellos: el obstáculo, la adversidad, el error, el problema son para él motores para el cambio

Y es que ganar es un término tan anhelado que lo persigue tanto el indigente como el político o el cura. Perder y ganar van de la mano; quien gana provoca un perdedor, quien acusado por su conciencia y naturaleza busca nuevamente la oportunidad.

En este devenir por vencer, en últimas, todos ganan, quien pierde obtiene la posibilidad de la oportunidad para aspirar nuevamente; pero ahora aprovechando la experiencia que le dejó el desperdicio; Esto ya es una ventaja que permite entrar con más posibilidades a revertir el fuego, en el juego de la vida.

Aplicando lo anterior, en otro aspecto de la vida cotidiana, diríamos que en cuanto a la salud, la alimentación, se gana peso cuando se nutre adecuadamente; pero si se excede, se debe perder lo ganado para conquistar nuevamente la salud y lograr el equilibrio. Que sería de la vida si no existieran elementos que regularan las desproporciones; cual sería nuestro futuro con solo ganadores?

Los adversarios son necesarios en todos los quehaceres, pues permiten distinguir cuando lo uno es ganancia como pérdida. La luz necesita de la oscuridad para poderse distinguir, así como el frío de la noche; el hombre de la mujer; el bien del mal y la vida de la muerte.

Cada vez que se intente ganar, en principio, se debería pensar no solo en cuanto ganaremos con la inversión, sino también en las posibilidades de perder, para no llegar con los ojos cerrados a confiar en quien no se

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