La Historia
Enviado por vacavepu2 • 11 de Marzo de 2014 • 1.988 Palabras (8 Páginas) • 187 Visitas
Entre las políticas asumidas por el Ministerio de E
ducación de la Nación, la formación de los docentes
es un objetivo prioritario. En distintos actores so
ciales se ha instalado con fuerza la demanda por un
a
transformación de la docencia y de su formación, en
la medida en que constituye un aspecto clave para
el cambio educativo. Consideramos que las intervenc
iones en este campo son críticas. Hablar sobre la
formación docente es posicionarse en el futuro del
futuro; es pensar en la educación de las
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La idea de regulación alude a los mecanismos que d
esde el gobierno se ponen en juego con la intención
de producir
nuevas reglas y normas que reconfiguren las práctic
as, identidades y disposiciones de los sujetos, est
ableciendo los
parámetros de lo permitido y válido (véase Popkewit
z, 1994, Sociología política de las reformas educat
ivas, Morata, Madrid).
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generaciones venideras, mirar el destino de nuestro
s jóvenes y del país. Significa abordar un nivel de
l
sistema educativo que presenta la doble condición d
e abarcar una serie de instituciones que forman a
su vez para el mismo sistema.
La formación docente en la Argentina tiene una exte
nsa trayectoria y ha constituido un aporte
importante en la expansión y la producción pedagógi
ca del sistema educativo nacional
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. Desde la
creación de las Escuelas Normales y los Institutos
Superiores hasta este tiempo, han transcurrido
múltiples procesos que procuraron de diferentes man
eras modificar la formación. En esta historia
pueden identificarse experiencias que tuvieron dife
rentes intenciones a la base, e intensidades variad
as
en sus efectos, pero que, sin dudas, dejaron huella
s que hoy perviven en las instituciones, en los
sistemas educativos provinciales y en sus actores.
Procuramos que la formulación y el desarrollo de
políticas en este subsistema parta del reconocimien
to de estos antecedentes, en tanto constituyen el
suelo en el que se inscriben las propuestas sobre e
l sistema formador.
Este reconocimiento permite advertir las formas yux
tapuestas y combinadas que hoy perviven en las
instituciones formadoras. La impronta del normalism
o, las iniciativas de algunas provincias para el
cambio curricular a fines de los años 80 e inicios
de los 90, la experiencia del MEB, la presencia del
PTFD, la Reforma Educativa de la década del 90 y la
conformación de Polos de Desarrollo en los años
2000- 2001
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, constituyen las políticas nacionales cuyos rastro
s hoy se reconocen sedimentados de
maneras diversas en las instituciones y en el subsi
stema formador.
Tal vez una de las herencias más críticas que prese
nta la formación docente es que, luego de la
descentralización, es difícil reconocer un sistema
que preserve una matriz nacional y común, dada la
creciente dispersión que abonó a que se consolidara
n sistemas provinciales de formación de docentes
que hoy presentan escasos aspectos comunes, que los
liguen como tales. En este marco, es preciso
considerar los efectos producidos por los procesos
desarrollados durante la última década en relación
con la acreditación institucional, la validación na
cional de títulos y el trabajo en torno a los diseñ
os
curriculares de la formación docente. Si bien éstos
son aspectos que exigen ser considerados en el
conjunto de las políticas, los mismos no agotan las
problemáticas que deberán abordar el Ministerio
Nacional, las Provincias y las instituciones.
Reconociendo estos puntos de partida, la política n
acional para la formación docente considerará las
siguientes orientaciones estratégicas, que constitu
yen los ejes alrededor de los cuales se promoverá e
l
trabajo conjunto de los distintos actores implicado
s en la formación de los futuros docentes.
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Para una caracterización del aporte de la formación
docente para la consolidación del sistema educativ
o nacional se
sugiere revisar Sarlo, B. (1998): La máquina cultur
al: maestras, traductores y vanguardistas
, Ed. Ariel, Buenos Aires; y
Tedesco (1986): Educación y sociedad en la Argentin
a (1880- 1945).
Ediciones Solar, Buenos Aires.
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Desde ya esta enumeración procura sólo mencionar l
as iniciativas que se promovieron desde el Estado N
acional y en las
Provincias, pero de ningún modo constituye una equi
paración de estas políticas, que tuvieron diferente
s duraciones,
consensos y presencia en el campo educativo.
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La formación docente como parte de la Educación Sup
erior
Considerar la formación docente como parte de la Ed
ucación Superior significa otorgarle un
carácter específico dentro del sistema –por el suje
to que es su destinatario y por su particular
inscripción en el entramado social-, y asumir ciert
as orientaciones de política.
Tal como ya fue señalado, la formación docente es u
n ámbito que canaliza inquietudes,
aspiraciones y compromisos de los jóvenes en su vín
culo con la sociedad y la cultura a la que
pertenecen, y de cuya construcción son futuros resp
onsables.
Dada la fragmentación y las brechas sociales y cult
urales que hoy imperan, la formación de los
docentes puede constituir uno de los ámbitos con ma
yor potencial para intervenir en la
regeneración de los lazos. Sin embargo, un rasgo pr
edominante del nivel ha sido la debilidad de
sus vínculos con la comunidad y con sus contextos s
ociales concretos. Es preciso establecer
políticas que tiendan puentes entre los Institutos
de Formación Docente, sus localidades y otros
entornos, con el objeto de superar el aislamiento e
n el que se encuentran muchas instituciones y
rescatar al mismo tiempo su potencial poder transfo
rmador.
Redefinir la formación docente en estos términos im
plica otorgar jerarquía específica a sus
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