La Idiotez De Lo Perfecto
Enviado por CapCarisma • 28 de Noviembre de 2012 • 603 Palabras (3 Páginas) • 1.150 Visitas
La idiotez de lo perfecto es una obra de Jesús Silva Herzog-Márquez, en el recopila los ensayos de 5 pensadores que tratan temas relacionados con la política, los cuales nos dan como una breve mirada a la política del siglo pasado y del actual, con las obras y pensamientos de grandes ilustres del siglo XX: Carl Schmitt, Michael Oakeshott, Norberto Bobbio, Isaías Berlín y Octavio Paz.
Al primero que encontramos es a Carl Schmitt, quien decía que la raíz de la política estaba basada en la enemistad, y la distinción política específica, la capacidad de distinguir el amigo del enemigo, de este modo la diferencia se torna política y el conflicto se transforma en un antagonismo irreductible: la aniquilación del enemigo es condición de supervivencia, es decir antes que nada debemos identificar al enemigo; al volverlo visible, terminaba la angustia, si acaso subsistía el miedo. Así como la democracia, sostenía, excluye lo ajeno, busca la identidad entre gobernantes y gobernados y que el liberalismo pretende la conciliación, por ello representa la anti política.
El segundo capítulo encontramos el ensayo de Michael Oakeshott, , el cual menciona que la política es un organismo infectado por el racionalismo, así como un espectáculo desagradable en todo momento, por tal razón el orden político es siempre un orden precario y superficial, es decir que la actividad política consiste en un ejercicio de flotación sobre un mar sin sentido. También menciona que no pretendamos cambiar íntegramente la política; si una pieza falla debemos cambiarla, por que si no lo recordamos, la política consiste en conversar, gobernar con las circunstancias, no someterlas; es el tanteo de la acción que debe esperar el eco para modular el siguiente movimiento, más que un arte o una ciencia es un juego donde interviene las relaciones de poder.
El tercero es sobre Bobbio, se dio a ala tarea de limpiar el vocabulario de la política, principalmente desinfectando la palabra democracia, argumentando que esta, debía ser un requisito indispensable de la civilización, también menciono que la izquierda a contemporánea, tenía que volver a ser liberal, como lo había sido originalmente, es decir, había que tomar a la democracia como era, con espíritu realista, sin ilusionar y sin ilusionarse.
Como el numero cuatro aparece Isaías Berlín quien nos habla que el hombre de Estado no es un hombre de ciencia, sino alguien que entiende la singularidad de las circunstancias, es decir que la sabiduría surge de la experiencia y no del concepto; del reflejo más que de la reflexión, donde nos dice que existen dos tipos de libertad: la negativa, sostenida por las personas que quieren limitar el poder que las amenaza, y la positiva, enarbolada por quienes quieren arrebatárselo al opresor, la primera defiende la posibilidad de elegir sin obstáculos; la segunda respalda la elección correcta,
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