La Importancia De Los Pueblos Originarios, Un Paso Hacia La Equidad

Equidad, igualdad de oportunidades, sociedades igualitarias que favorezcan a todos, son términos que se emplean con mucha frecuencia en los discursos políticos, sin embargo, no manifiestan la diferencia en ellos, y todos los adoptamos con simples sinónimos de lo mismo, pero la realidad social de nuestro país dista mucho de todos aquellas falacias políticas que nuestros gobernantes enarbolan, y que se disfrazan con diversos proyectos sociales pero que no generan un bienestar real.

La inequidad en la distribución de las oportunidades educativas que desde hace varios años ha sido detectada en México es uno de los rasgos que caracterizan el funcionamiento del sistema escolar de este país y es también uno de los grandes pendientes de su política educativa. Esta condición del sistema educativo tiene al menos dos dimensiones: Por un lado, la inequidad con la que se distribuyen las oportunidades de acceder y permanecer en el mismo; y por otro, la inequidad con la que se distribuyen las oportunidades de obtener rendimientos satisfactorios. De acuerdo con cifras que proporciona la Secretaría de Educación Pública (SEP), se ha avanzado de manera considerable en la solución de la primera dimensión del problema, sin embargo, estos logros no han venido acompañados con avances en la segunda.

Parte de esa equidad puede generarse a través de la igualdad de oportunidades y esta a su vez necesita de la educación, para preparar a ciudadanos capaces de desenvolverse de manera funcional en los distintos contextos; pero lejos de tener esto, la educación no brinda esta llamada igualdad debido a las condiciones sociales de los pueblos, porque el diseño del SEM es estandarizado, más no así los individuos.

El rezago educativo se va generando a partir de las condiciones de cada contexto en particular, yendo desde la poca o nula preparación de los padres que deriva en el no acompañamiento en la formación cognitiva-educativa de sus hijos, además que en casos de pobreza y pobreza extrema se valora aún más el trabajo que la escuela, teniendo sus prioridades bien definidas, reconociendo la necesidad mínima de una instrucción básica funcional en su medio y en el contexto que se desenvuelven.

La cobertura no implica que se den escuelas de calidad en infraestructura y recursos humanos, este término se aboca principalmente a cumplir con llevar escuelas a zonas apartadas y lograr que la mayor parte de niños puedan tener acceso a la educación, pero esta condición no determina que se dé la permanencia y mucho menos que el logro académico sea el esperado.

La desigualdad se hace más profunda por las condiciones económicas, geográficas, de preparación y de relación de las distintas clases sociales, ya que estas condiciones hacen más grande esta brecha y a la vez el resentimiento de los grupos menos privilegiados, que conducen a una menor unidad nacional.

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