La Inmigración en la UE Integración o multiculturalismo

¿La Inmigración en la UE Integración o multiculturalismo?

Las migraciones son uno de los fenómenos actuales más controvertidos. Es indiscutible que dicho fenómeno se vive en Europa con cierta desconfianza y preocupación debido a sus consecuencias. Las personas que viven Europa representan una gran variedad cultural y personal; las diferencias culturales y sociales perturban en gran medida a la propia diversidad de los valores occidentales, que se ven influenciados por los procesos migratorios que acontecen en toda Europa.

Teniendo esto en cuenta, pareciese que la idea de una sociedad basada en el multiculturalismo, el cual, es la idea de un espacio social compuesto por diversas culturas conviviendo en armonía se ve cada vez más lejana, en efecto muchos políticos de toda Europa tachan de fracaso los intentos  realizados por diversos países de la UE que han sido receptores de migración desde hace décadas, en el caso de la canciller de Alemania Ángela Merkel en una declaración expresa: “El intento de crear una sociedad multicultural ha fracasado por completo. También agrega la canciller: “Los inmigrantes deben aprender alemán para competir en el mercado laboral. Cuando uno no habla en idioma del país en el que vive, no sirve para nada, ni para el país ni para la sociedad. Por eso les digo en cada ocasión que tienen que aprender a hablar el idioma alemán con soltura y sin acento”.

 En septiembre de 2010, Angela Merkel y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mantuvieron una reunión en Berlín para tratar precisamente el tema de la integración de la comunidad turca que vive en Alemania. Lo hicieron porque en 2011 se cumplirá el cincuenta aniversario de recibimiento en Alemania de “trabajadores invitados” (Gastarbeiter) de origen turco. Ambos mandatarios estuvieron de acuerdo que no se trata de “asimilar” sino de “integrar”. Ambos políticos afirmaron que todavía existen carencias en este aspecto. El presidente alemán, Christian Wulff, aseguró que “el islam pertenece a Alemania”, refiriéndose al islam moderado y habló de la tolerancia hacia otras religiones (Ortiz, 2010).

Este razonamiento, podría parecer para muchos sectores de opinión que solo ven la crisis desde el punto de vista del inmigrante, que está escapando de una guerra o en la búsqueda de un mejor futuro, como una imposición de un modelo de cultura o de vida. Pero hay que afrontar la realidad, no se puede llegar a una convivencia en armonía entre inmigrantes y una sociedad receptora sin la integración de estas dos culturas, en la cual el inmigrante conserva las características de su cultura y participa o comparte al mismo tiempo la cultura del grupo mayoritario.

El reto migratorio es imposible de forjar, si no es afrontándolo de manera conjunta y desde aspectos económicos, laborales y legales. En más de una ocasión la nueva realidad ha sido presentada como un problema y en consecuencia ha sido mirada con temor y recelo.

Si bien, no hay evidencias que comprueben que debido a la inmigración en masa que se ha visto en estos tiempos, exista algún supuesto surgimiento de una sociedad alternativa a la occidental que predomina en Europa, los gobiernos deben tomar medidas económicas, legales y laborales, que permitan la máxima y eficiente integración de los inmigrantes en una sociedad, al mismo tiempo debe haber una campaña educativa para la sociedad receptora donde se moldee la forma de pensar de una comunidad con respecto a la admisión de inmigrantes y así, eliminar predisposiciones y conceptos xenófobos o racistas. Todo esto a fin de evitar el enfrentamiento entre estas culturas y se creen comunidades segregadas, las cuales se aíslan y no participan de manera integral en la sociedad del grupo mayoritario.

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