La Inseguridad En México
Enviado por JorgeCarranza_89 • 14 de Marzo de 2014 • 2.683 Palabras (11 Páginas) • 278 Visitas
La marcha contra la delincuencia, que se llevó a cabo el domingo 27 de junio, muestra la solidaridad del pueblo mexicano frente a una situación adversa, sin embargo, difiere del movimiento realizado por la sociedad ante los terremotos de 1985, cuando la gente salió a actuar: apoyó proporcionando maquinaria, quitando escombros, buscando gente, organizando lugares de acopio, donando diversas cosas que se necesitaban, recibiendo a afectados en sus casas, organizando la búsqueda de desaparecidos, etc. En esta ocasión, 2004, la marcha fue una manifestación para pedir a las autoridades que actúen, que resuelvan algunos de los problemas en que todos estamos siendo afectados; estamos en nuestro derecho y debemos exigir el cumplimiento de las obligaciones de la autoridad, pero debemos cumplir con nuestra obligación de ciudadanos.
En ningún momento pretendo descalificar un movimiento legítimo para la mayoría de los mexicanos que nos hemos visto envueltos en un acto de violencia y/o delincuencia; lo que me interesa es reflexionar ahora, como se está haciendo en diversos medios de comunicación, “y después de la marcha, ¿qué?”.
Mi enfoque está dirigido a buscar algunas de las múltiples raíces que han originado esta situación en nuestro país, pero especialmente reflexionar sobre lo que cada uno de nosotros, como mexicanos podemos hacer para combatir la delincuencia.
Empezaré por comentar algo que me llamó mucho la atención, se trata de los 10 puntos o consejos que emitió la iglesia católica para prevenir ser asaltados, algunos de ellos ya presentados por las autoridades en alguna ocasión, tales como no vestir ostentosamente, cambiar las rutas de entrada y salida de nuestras actividades diarias, etc. Lo que me sorprendió fue que se dirigió a la gente afectada pero no a quienes nos afectan, no escuché la exhortación a quienes delinquen a cambiar sus actos; sí a las víctimas pero no a los victimarios; no escuché que los instruyeran en la doctrina que predican.
En este mismo sentido la exhortación es que nosotros mismos cambiemos para no seguir “produciendo” victimarios. Tenemos que iniciar, cada uno de los ciudadanos que anhelamos un mejor país, con acciones específicas; ya se llevaron a cabo: una marcha-protesta para exigir, ya algunos se esgrimieron como representantes de la sociedad y entregaron 10 puntos específicos que reclaman a las autoridades, ¿y ahora qué?
Iniciemos con la reflexión de lo que hacemos diariamente en nuestra casa, trabajo, convivencia diaria. Esta parte es muy difícil porque implica reconocer nuestros errores, nuestra responsabilidad; y veremos que nadie puede tirar la primera piedra porque si salimos airosos en alguno de los siguientes puntos seguro “caemos” en otro. Pero sin esta reflexión no podemos empezar a cambiar.
Uno de los orígenes de la delincuencia organizada es el narcotráfico.
Muy probablemente la mayoría de los lectores no haya participado en ninguna actividad relacionada con él, pero si ha consumido cualquier tipo de droga ilegal, tal como el éxtasis que se distribuye en antros, sí tiene complicidad. Una acción responsable como ciudadano es no participar en actividades relacionadas con el consumo, venta, compra, distribución de ningún tipo de drogas.
El desempleo es otra causa de la delincuencia
No es la única, todas son paralelas y debemos atacarlas simultáneamente. Aquí también es probable que sean pocos los que se consideren responsables, pues más bien la mayoría ha sido víctima al perder su trabajo, no conseguir uno bien remunerado, etc. En este ámbito voy a incluir una reflexión sobre el empleo informal: hay muchas quejas respecto a esto, se critica que se presta para que entre los comerciantes ambulantes honestos se infiltren otros que asaltan al comprador, también se critica por parte de los comerciantes establecidos, que son una competencia desleal porque no pagan impuestos ni servicios. El reclamo es real y justificado, pero también es necesario saber el punto de vista de ellos: en su gran mayoría se han tenido que iniciar en esta actividad por falta de empleo. Hay quienes dicen que la oferta de empleos en los periódicos, por ejemplo, es altísima y así es, podemos comprobarlo, pero ¿El ingreso que se va a obtener alcanza para cubrir las necesidades de quien está desempleado o subempleado o trabajando en la calle? Muchas veces la respuesta es no. La conclusión de este punto es que se requiere no solamente de la creación de empleos sino de salarios bien remunerados, de tal manera que al solicitante le convenga contratarse y tener las prestaciones mínimas a seguir en las calles como vendedor, sin ninguna garantía.
Hay una estrecha relación entre el desempleo, los bajos salarios y la piratería
De manera paralela al problema del desempleo y de los salarios que muchas veces no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas, está el de la piratería. Este negocio ha proliferado no solo porque ha sido una fuente de empleo mejor remunerada que otras, sino porque los productos originales no están al alcance de la mayoría. Es sencillo sacar cuentas: cuánto cuesta un video, cd, cartucho original, no en pesos sino en días de salario mínimo. Muchas veces el costo es excesivo; si la piratería puede sacar el producto a precios tan bajos, ¿no será posible que los originales bajen sus costos? La justificación para no hacerlo es que hay mucha gente involucrada en el proceso, y en efecto, hay muchos que obtienen ganancias muy elevadas por sus servicios en toda la cadena de producción, promoción y venta de estos productos. No se trata de justificar la piratería sino de reconocer acciones específicas para quienes forman parte de esta cadena, no quieran enriquecerse con cada uno de sus productos: bajen los precios, lo cual implica bajar los costos, las utilidades, la ganancia para cada uno de los involucrados. Y también está la otra parte de la sociedad, quienes no se encuentran en esta cadena productiva sino hasta el final: los consumidores. Aquí, la acción propuesta es comportarnos como ciudadanos responsables y honestos: no compremos piratería y si no nos alcanza, no escuchemos al tal o cual artista. Es muy posible que si bajan las ventas se decidan a bajar los precios. Así como hubo coordinación para protestar por la inseguridad, se puede actuar al no comprar estos productos, sin necesidad de promover campañas de desprestigio ni agresión contra nadie. Un defecto de muchos de los mexicanos es considerar que de nada sirve lo que yo haga si los demás no cambian; por eso la propuesta es que todos cambiemos. No hemos llegado a esta situación en un día ni en un sexenio; traemos varias décadas de no ser solidarios con nosotros mismos; es tiempo de actuar, ya se dio el inicio con la marcha,
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