La Institucion Y El Cardenismo

La institucion y el Cardenismo

Caudillismo Callismo Maximato Cardenismo

La revolución mexicana, como todo movimiento de carácter político social, produjo una generación de caudillos, que sintieron con derecho a ocupar diversos cargos públicos, usando para ello la fuerza como el recurso más efectivo, claros ejemplos de lo anterior son: Villa, Carranza, Obregón, De la Huerta, Calles, Gómez, Serrano, Escobar, etc.

La década de los veintes en

México, es la época de las asonadas militares, de las rebeliones a cada sucesión presidencial, de los cañonazos de cincuenta mil pesos y por supuesto de inestabilidad política y dificultades economías. El orden llega con la desaparición física de los principales caudillos; o bien que el fracaso de sus sublevaciones los haya obligado a exiliarse e el extranjero. Los principales caudillos desaparecieron de la siguiente manera: Zapata muere asesinada en 1919, Carranza en 1920, Villa corre la misma suerte en 1923, Francisco Gómez y Arnulfo Serrano en 1927 y Álvaro Obregón en 1928. A estas circunstancias se agregan las demandas de orden, tanto internas como externas que crearan condiciones favorables para lograr la reconstrucción nacional; en este proceso se manifiesta con claridad la necesidad de crear y profesionalizar diversas instituciones que, convertidas en instrumentos de orden permitieran someter a grupos e individuos que dificultaban el orden interno, así surgió el Partido Nacional Revolucionario en marzo de 1929, Institución político que aseguro la transición pacífica del poder. Después del triunfo del gobierno de Obregón en contra de la rebelión de Adolfo huerta, se reorganizo nuevamente el proceso político que se había venido dando. Así calles llego a la presidencia en 1924, considerado por diferentes sectores como un hombre progresista.

Sus relaciones con las masas populares, tanto con obreros como campesinos, fueron de atención y estudio de sus demandas, intento también, “restablecer la armonía entre el grupo gobernante y los obreros organizados especialmente por lo que se refiere a la confederación regional obrera mexicana (CROM).

Cuando calles asumió el poder como presidente en 1924, se autodefinió “obrerista”. Así fueron las relaciones del gobierno con la CROM, y como parte de esas relaciones se le otorgo a Luis N. Morales, presidente de organización, el cargo más importante en el gobierno desde el punto de vista laboral, secretario de la industria, comercio y trabajo.

La CROM ya oficializada, con fuertes intereses establecidos con el gobierno, se corrompió, e inclusive, llego a fungir como rompehuelgas, o por lo menos, grupos de trabajadores que no compartían ni aceptaban sus principios, y que preferían formar sindicatos independientes con el objetivo de no caer en la demagogia y especulación en el terreno de sus propios derechos.

La alianza de los líderes obreros con el gobierno, condujo a los trabajadores a una condición de desamparo, ya que al estar dentro del sistema todos los líderes sindicales, los auténticos trabajadores quedaron

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