La Integracion Familiar En El Proceso Educativo Especial

Hablar de integración escolar supone adoptar una postura, un posicionamiento frente al sujeto con necesidades educativas especiales y su familia. Implica desde el inicio concebir a la escuela como institución que debe estar abierta a la diversidad, respetando el derecho a la educación para todos los niños.

Es muy importante para poder realizar una integración escolar, contar con una escuela tendiente a ser inclusiva y que pueda dar cabida al desarrollo de las potencialidades del niño, integrando sus diferencias en lugar de expulsarlas.

La escuela tradicional es por naturaleza “homogeneizadora”, es decir, que sus objetivos tienden a que todos los alumnos adquieran en un tiempo preestablecido la misma cantidad de contenidos. Se apoya en la hipótesis de que todos los niños aprenden de la misma manera.

Pensar en integración escolar supone respetar las diferencias, los tiempos y las posibilidades individuales de cada alumno con necesidades especiales. La entendemos como un proceso en el que deben estar involucradas todas las personas significativas para el niño entre si y estos a su vez con la institución escolar.

Es fundamental crear una red en la que cada uno asuma roles bien definidos ya que permite que los padres, la escuela, los docentes, el equipo externo que supervisa la integración y los terapeutas del niño se encuentren interactuando y compartiendo criterios para favorecer el desarrollo de dicho proceso.

Consideramos que integrar a un niño en una escuela significa mucho más que adjudicarle un maestro integrador. Implica tender a buscar el mejor equilibrio posible entre las partes intervinientes. Es por ello que la participación de los padres en el proceso es relevante pues ellos cumplen la valiosa e irremplazable tarea de apoyar al niño desde su hogar. Es primordial que tengan un espacio en donde puedan plantear todas sus dudas, inquietudes y angustias. Ese espacio es brindado por los profesionales que coordinan la integración, manteniendo con ellos reuniones periódicas.

Por otra parte, la escuela puede tener la posibilidad de encontrarse con un marco profesional externo con quien poder intercambiar acerca del proceso de aprendizaje del niño y sugerir los ajustes necesarios para una mejor adquisición de los mismos. También, resulta imprescindible realizar con la institución escolar, la evaluación de la tarea de los docentes: del aula y el integrador, con la finalidad de lograr un trabajo conjunto y complementario.

Como equipo coordinador de la integración promovemos el trabajo con los docentes del aula con el propósito de pensar a ese niño como “sujeto que aprende” aunque su ritmo y su modalidad de aprendizaje sean distintas.

Además el docente del aula cumple una función esencial en tanto es quien realiza y secuencia la adquisición de los contenidos para el grupo total y debe poder compartir esas pautas con el maestro integrador.

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