La Noche De Tlatelolco
Enviado por 99elizabeth99 • 29 de Noviembre de 2013 • 1.474 Palabras (6 Páginas) • 483 Visitas
Son muchos. Vienen a pie, vienen riendo. Bajaron por Melchor Ocampo, la
Reforma, Juárez, Cinco de Mayo, muchachos y muchachas estudiantes
que van del brazo en la manifestación con la misma alegría con que hace
apenas unos días iban a la feria; jóvenes despreocupados que no saben
que mañana, dentro de dos días, dentro de cuatro estarán allí
hinchándose bajo la lluvia, después de una feria en donde el centro del
tiro al blanco lo serán ellos, niños-blanco, niños que todo lo maravillan,
niños para quienes todos los días son día-de-fiesta, hasta que el dueño
de la barraca del tiro al blanco les dijo que se formaran así el uno junto
al otro como la tira de pollitos plateados que avanza en los juegos, click,
click, click, click y pasa a la altura de los ojos, ¡Apunten, fuego!, y se
doblan para atrás rozando la cortina de satín rojo.
El dueño de la barraca les dio los fusiles a los CUÍCOS, a los del
ejército, y les ordenó que dispararan, que dieran en el blanco y allí
estaban los monitos plateados con el azoro en los ojos, boquiabiertos
ante el cañón de los fusiles. ¡Fuego! El relámpago verde de una luz de
bengala. ¡Fuego! Cayeron pero ya no se levantaban de golpe impulsados
por un resorte para que los volvieran a tirar al turno siguiente; la
mecánica de la feria era otra; los resortes no eran de alambre sino de
sangre; una sangre lenta y espesa que se encharcaba, sangre joven
pisoteada en este reventar de vidas por toda la Plaza de las Tres
Culturas.
Aquí vienen los muchachos, vienen hacia mí, son muchos, ninguno lleva
las manos en alto, ninguno trae los pantalones caídos entre los pies
mientras los desnudan para cachearlos, no hay puñetazos sorpresivos ni
macanazos, ni vejaciones, ni vómitos por las torturas, ni zapatos
amontonados, respiran hondo, caminan seguros, pisando fuerte,
obstinados; vienen cercando la Plaza de las Tres Culturas y se detienen
junto al borde donde la Plaza cae a pico dos o tres metros para que se
vean las ruinas pe-hispánicas; reanudan la marcha, son muchos, vienen
hacia mí con sus manos que levantan la pancarta, manos aniñadas porque
la muerte aniña las manos; todos vienen en filas apretadas, felices, andan felices, pálidos, sí, y un poco borroneados pero
felices; ya no hay muros de bayonetas que los rechacen violentamente,
ya no hay violencia; los miro a través de una cortina
de lluvia, o será de lágrimas, igual a la de Tlatelolco; no
alcanzo a distinguir sus heridas, qué bueno, ya no hay orificios,
ni bayonetazos, ni balas expansivas; los veo nublados pero1
sí oigo sus voces, oigo sus pasos, pas, pas, pas, paaaaas, paaaaaas,
como en la manifestación del silencio, toda la vida oiré esos
pasos que avanzan; muchachas de mini con sus jóvenes piernas
quemadas por el sol, maestros sin corbata, muchachos con
el suéter amarrado a la cintura, al cuello, vienen a pie, vienen
riendo, son muchos, vienen con esa loca alegría que se siente
al caminar juntos en esta calle, nuestra calle, rumbo al Zócalo,
nuestro Zócalo; aquí vienen; 5 de agosto, 13 de agosto, 27 de
agosto, 13 de septiembre, el padre Jesús Pérez echó a vuelo las
campanas de catedral para recibirlos, toda la Plaza de la Constitución
está iluminada; constelada con millares de cempazúchitl,
millares de veladoras; los muchachos están en el corazón de una
naranja, son el estallido más alto del fuego de artificio, ¿no que
México era triste? Yo lo veo alegre, qué loca alegría; suben por
Cinco de Mayo, Juárez, cuántos aplausos, la Reforma, se les
unen trescientas mil personas que nadie acarrea, Melchor Ocampo,
Las liornas, se remontan a la sierra, los bosques, las montañas,
Mé-xi-co, Li-ber-tad, Mé-xi-co, Li-ber-tad, Mé-xi-co, Li-bertad,
Mé-xi-co, Li-ber-tad, Mé-xi-co, Li-ber-tad.
E. P.
MÉ-XI-CO-LI-BER-TAD - MÉ-XI-CO-LI-BER-TAD - MÉ-X1-CO-LI-BER-TAD
• Coro en las manifestaciones
Yo le entré al Movimiento Estudiantil porque un día, sin más,
llegaron los granaderos a la Escuela de Bellas Artes con perros
policía y cadenas y se llevaron a todo mundo preso, así, fíjate,
con la mano en la cintura. ¡Y el INBA ni siquiera había dicho
abiertamente si apoyaba o no al Movimiento! (Yo creo más bien
que no ¿eh?) A muchos actores, esta invasión arbitraria nos hizo
tomar conciencia y resolvimos unirnos a los estudiantes y ayudarlos,
pero de veras, no sólo yendo a las manifestaciones agarrados
del brazo o gritando en los mítines... Entonces constituimos
una brigada de actores de teatro.
• Margarita, Isabel, actriz
ÚNETE-PUEBLO - ÚNETE-PUEBLO - ÚNETE-PUEBLO - ÚNETE-PUEBLO
• Coro en las manifestaciones
No es que yo me "metiera" al Movimiento Estudiantil; ya estaba
adentro desde hace mucho. Entiéndeme, yo soy del Poli;
allá tengo mi casa; allá están mis cuates, los vecinos, el trabajo.
.. Allá nacieron mis hijos. Mi mujer también es del Poli. El
Movimiento lo traemos dentro desde hace muchos años. ¡Aquí no
hay improvisación, ni "puntada", ni "buena onda", ni
...