La Otra Racionalidad Del Analisis
Enviado por aralumbreras • 11 de Abril de 2013 • 1.119 Palabras (5 Páginas) • 867 Visitas
III. 2. La otra racionalidad del análisis: Majone
Las ideas de Lindblom dieron pie a dos corrientes. Por un lado, la del análisis como “arte u artesanía” (Majone: 1978, Wildavsky, 1979) que en su formula más elaborada terminó en una “concepción dialéctica del análisis de políticas” (Majone, 1989); por el otro lado, la tendencia a alejarse del análisis como un simple ejercicio de #especulación intelectual” y darle más peso a la viva realidad de la “interacción social” (Wildavsky, 1979) cuyos resultados prácticos son tan pertinentes y efectivos en el abordaje de los problemas públicos como los resultados teóricos de análisis. La primera corriente retoma, depura y enriquece la primaria intuición del “análisis partidario” como instrumento de persuasión y acuerdo frente a rivales políticos inalcanzables. La segunda corriente amplía las tesis pluralistas del “ajuste mutuo” entre actores políticos. Obviamente las dos corrientes van más allá de Lindblom, con preocupaciones y desarrollo propios.
La intuición original de Majone fue que el análisis de políticas no escolar, que no se resigna a ser un documento intelectualmente extraordinario pero condenado a terminar en el cajón de los directivos, poco se parece al proceso de solución racional de problemas y mucho al proceso de argumentación y convencimiento intersujetivo. Si se quiere incidir en las decisiones de políticas, el conocimiento del analista tienen que tener relevancia que la estrategia de acción que propone es conducente, con objetivos a preferir y factibles. El análisis de políticas, pueda o no cumplir satisfactoriamente las condiciones del modelo de decisión racional respecto de fines o de solución racional de problemas (en su opinión, modelo inviable y metodológicamente obsoleto), debe ofrecer razones, “Explicar un cierto tipo de decisión y persuadir a los demás que la acepten”. Sin uso práctico actual o potencial, al análisis de políticas pierde sentido. Propone entonces un “análisis retrospectivo”, diverso y complementario al “análisis prospectivo” convencional (en busca de los medios eficientes para fines dados), que después de la decisión “ofrece a la política su base doctrinal, busca aumentar el consenso, responde a las criticas, descubre nuevas consecuencias, mejora su congruencia con otras políticas”. En este tipo de análisis postdecisional, la argumentación es fundamental, por cuanto “selecciona una particular combinación de datos, hechos, valores y métodos analíticos que parecen ser los más apropiados para convencer a una audiencia particular” (Majone, 1978: 116, 168). La intuición del “análisis de políticas como un trabajo de artesanía” (Policy Análisis as Craftwork) quiere sugerir la semejanza que coree entre el trabajo de una analista y el de un artesano. El analista no utiliza materiales sino datos, técnicas, teoremas y modelos, tal vez generales y a todos accesibles, pero con el fin de producir evidencias y argumentos que persuadan de la calidad y pertinencia de una política singular a los interesados en ella.
Hay una semejanza innegable entre el trabajo de un analista y el de un artesano tradicional,. En los dos casos, el éxito de su trabajo depende de un claro entendimiento de las posibilidades y limitaciones de los materiales e instrumentos que utilizan, así como del tipo de relación personal que logran establecerse entre ellos y su trabajo. Un buen trabajo analítico no puede ser producido mecánicamente, como tampoco puede ser la artesanía fina un producto en serie. El estilo importa mucho tanto para determinar el valor y la
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